Para qué negarlo, nos gusta esbozar la vida por anticipar un anhelo y saborearlo antes en la imaginación. Barajamos emociones diversas ante lo incierto aunque lo habitual es brindar por el reencuentro y no por la ausencia, reunir a los nuestros ejerciendo de anfitriones y no desde la distancia. De acuerdo, pero vamos a cambiar las tornas. ¿Por qué no planear nuestro funeral? ¡Bien, hagamos de funeral planner!
La figura del funeral planner
Poca broma, claro que existe la figura del funeral planner, pero quizá esté más extendida fuera de nuestro país. Al igual que en las bodas el wedding planner se ha hecho imprescindible, el funeral planner es el encargado de que nada falte en un funeral, y convertir el rito fúnebre en un auténtico homenaje al difunto.
¡Por supuesto que podemos organizar nuestro funeral a medida! y hacer realidad a priori todos nuestros deseos, previendo hasta el último detalle. Diseñar una despedida, nuestro último evento, y dedicarla a los nuestros no es otra cosa que pensar en ellos, con el fin de respetar su dolor y no sobrecargar emocional ni económicamente un momento difícil.
La muerte, lo más natural
Vivir una experiencia entrañable en un sepelio no interfiere para nada en el duelo, sino que ayuda y dignifica. Dar el pésame o transmitir mensajes de condolencia a familiares y amigos no deber ser nunca una experiencia traumática, más bien un gesto afectuoso y sincero.
Los gastos también duelen
Sentimientos aparte, no hay que obviar los gastos del sepelio. Por lo general éstos lso asumen familiares o herederos, y suponen de media unos 3.600 euros. En este presupuesto se incluye: destino de féretro, cementerio o cremación; certificados, tasas, responso o misa, coronas de flores, lápida, esquela; impuestos y servicio funerario, que es el apartado más amplio.
Además, hay una gran diferencia de precios según la ciudad donde tenga lugar el entierro; en ocasiones, supera hasta casi diez veces el salario mínimo interprofesional. No por aguar la fiesta, conviene señalar que Barcelona es una de las ciudades más caras de España para morirse, con un precio de sepelio que asciende a casi 6.500 euros. Dicho esto, sobran motivos para ocuparse desde ya mismo y cerrar un seguro de decesos, donde solo nosotros decidimos y tenemos la última palabra. En caso de fallecimiento, nuestros seres queridos lo agradecerán.