Si alguna vez has tenido un accidente o te has lesionado practicando deporte, probablemente ya sabes que las fracturas y las fisuras de hueso requieren de cuidados y rehabilitación. A pesar de tener síntomas parecidos, las dos son muy distintas, y por lo tanto necesitarán de un tratamiento diferente.
En este post te mostramos las diferencias fundamentales entre una fractura y una fisura de hueso. Además, resolvemos las dudas más frecuentes sobre ellas y te damos consejos para la rehabilitación después de la escayola o el vendaje.
Preguntas frecuentes sobre la diferencia entre fisura de hueso o fractura
Como hemos mencionado, los síntomas de una fractura y una fisura son similares, e incluyen:
- Deformación de la extremidad o la articulación
- Hinchazón de la parte afectada, hematoma o, en casos más graves, sangrado.
- Dolor intenso, que provoca dificultad o incapacidad de movimiento.
- Entumecimiento y hormigueo en la extremidad.
¿Cuál es entonces la mayor diferencia entre fisura y factura? La diferencia fundamental entre una lesión y la otra consiste en el grado de afectación del hueso. La fractura consiste en una rotura de hueso, que hace que se parta en dos extremos discontinuos. En cambio, la fisura es una grieta en el hueso, y podría decirse que es una fractura incompleta.
Naturalmente, estas diferencias conceptuales derivan en diferencias en el tratamiento y el tiempo de curación. A continuación te indicamos algunas de ellas.
¿Cuánto tarda en curar una fisura de hueso?
La curación de una fisura de hueso depende de muchos factores. Por suerte, nuestro sistema óseo se regenera constantemente, por lo que este tipo de lesiones suelen tardar entre tres semanas y dos meses en curarse por completo.
Para saber cuánto tarda en curar una fisura de hueso, hay que prestar atención a varios aspectos de la lesión. Por supuesto, la gravedad de la fisura es el factor más importante. También tiene importancia su ubicación, puesto que tendemos a afectar más a las zonas del cuerpo que soportan peso, como el pie.
El procedimiento que se haya utilizado para curar la fisura también influye: es posible que el hueso solo se haya inmovilizado o que haya habido alguna clase de intervención quirúrgica. Por último, otros factores personales también determinan cómo se cura una fisura de hueso, como la edad del paciente, el perfil médico o la nutrición, entre otros.
¿Cómo saber si una fractura está sanando?
En general, la recuperación de una fractura de hueso requiere de la inmovilización de la extremidad mediante una escayola. Hay que armarse de paciencia para su curación, y eso hace que a menudo nos preguntemos cómo saber si una fractura está sanando.
Lamentablemente, no hay manera de comprobarlo por nosotros mismos: la mejor forma de averiguarlo es someterse a revisiones periódicas. El médico nos hará radiografías para evaluar la evolución de la fractura, y nos dará consejos sobre cómo curar un hueso roto lo antes posible.
Entre tanto, lo más recomendable es prestar atención a las cosas que sí podemos controlar, como la nutrición o la actividad física. La curación de un hueso roto es un gasto de energía adicional, por lo que debemos comer una cantidad correcta de calorías.
En particular, es aconsejable aumentar el consumo de proteínas y tomar suplementos de calcio para fortalecer nuestro sistema óseo. También los antioxidantes y vitaminas como la D, la B6 o la K pueden contribuir a que nuestros huesos se recuperen más rápido.
En cuanto al ejercicio, obviamente habrá cosas fuera de nuestro alcance, pero es importante activar la circulación de la sangre por todos los medios posibles. Ejercicios como mover los dedos de las manos y los pies promueven el flujo sanguíneo, aceleran la curación y ayudan a mantenerse en forma durante la recuperación.
¿Cuál es la rehabilitación después de la escayola (fractura) o vendaje (fisura)?
La rehabilitación después de la escayola o el vendaje depende de la gravedad de la fisura o fractura. En todo caso, se debe prestar atención a las pautas indicadas por el especialista en rehabilitación, aunque hay ciertos consejos que sirven para cualquier tipo de lesión.
La duda más habitual es si podemos mover la extremidad después de que nos hayan retirado la escayola. Por norma general, es recomendable moverla cuanto antes para que la circulación fluya con normalidad. Sin embargo, hay movimientos que no pueden hacerse en un primer momento en función del hueso afectado.
El método más común de rehabilitación es seguir con las rutinas que se hacían durante la curación. Para acelerar la recuperación completa, se suelen añadir ejercicios suaves de movilización para mejorar el estado de las articulaciones.
Antes de hacerlo, es aconsejable calentar la zona afectada para aumentar la flexibilidad de los músculos. Después de hacer los ejercicios, es conveniente relajar la musculatura con hielo envuelto en un paño.
Por supuesto, las fracturas más graves y las que afectan a las articulaciones requieren de rehabilitación supervisada por un especialista. Durante las sesiones, es posible que se utilice terapia de calor, corrientes, ultrasonidos y pautas de ejercicios con la ayuda de un fisioterapeuta. A medida que el hueso recupere toda su movilidad, es recomendable pasar un periodo de tiempo haciendo deportes sin riesgo para no exponerse a otra lesión.
No obstante, es importante recordar que los especialistas tienen la última palabra. Si cuentas con un seguro de salud, podrás ponerte en manos de expertos en medicina privada a precios reducidos. Ellos se encargarán de evaluar tu situación y te aconsejarán la mejor manera de recuperar la movilidad después de tu fractura o fisura.