Las medidas tomadas por la alerta sanitaria se están alargando en el tiempo. Esta pérdida de foco en el futuro más próximo ha provocado la denominada fatiga pandémica, reconocida por la OMS. En Occident queremos apoyarte: no solo proporcionándote la máxima tranquilidad gracias a nuestro seguro de asistencia sanitaria, sino también contándote qué es la fatiga pandémica exactamente, cuáles son sus síntomas y cómo combatirla de manera efectiva.
Fatiga pandémica: qué es
La fatiga pandémica es una reacción que se produce al vivir una etapa prolongada de incertidumbre y cambios en el desarrollo habitual del día a día. Cabe matizar que no se trata de una enfermedad, sino de un estado mental (tal como sucede con el síndrome de la cabaña, que también se ha producido durante esta pandemia).
Uno de los principales problemas de la fatiga pandémica es que genera una sensación de hartazgo que puede traducirse en pérdidas de atención y descuido de las medidas de protección. Algo que no solo pondrá en riesgo tu salud, sino también la de quienes te rodean.
Los síntomas de la fatiga pandémica
Como cada persona es distinta y reacciona de un modo diferente a ciertas situaciones, en la fatiga pandémica los síntomas pueden variar. Sin embargo, existe una serie de síntomas que son más habituales:
- Pérdida de la motivación generalizada.
- Trastornos del sueño.
- Pérdida de apetito.
- Incapacidad para concentrarse, incluso en tareas sencillas.
- Aumento de la irritabilidad.
- Estrés continuo, incluso por cuestiones que antes no suponían un problema.
- Desesperanza frente a lo que ocurrirá en el futuro.
Si sientes que alguno de estos síntomas coinciden con cómo te sientes, si no consigues controlar el estrés que te genera la situación por la que estamos pasando, es muy probable que estés padeciendo en algún grado esta fatiga pandémica.
¿Cómo superarla?
Si crees que sufres fatiga pandémica o quieres prevenir sus síntomas, compartimos contigo algunas recomendaciones prácticas y muy efectivas:
- Mantén la distancia social, pero no te aísles a nivel emocional. Es evidente que no podemos quedar con nuestra gente como antes, pero esto no significa que no podamos mantener el contacto e incluso organizar encuentros, aunque sea de forma virtual. Aprovecha los medios tecnológicos de los que disponemos para quedar por videollamada, hablar y seguir teniendo trato con familiares y amigos.
- Céntrate en lo positivo. No te lamentes por todo lo que no se puede hacer durante el confinamiento, el estado de alarma o las medidas contra el contagio. En lugar de eso, busca la manera de aprovechar el tiempo que tienes para hacer cosas que te ayuden a tener la mente positiva y que te proporcionen sensación de logro. Escuchar música para levantar el ánimo, empezar el curso que siempre has querido y para el que nunca tenías suficiente tiempo o poner en marcha alguna idea que te ronda por la cabeza te ayudará a mantener la mente ocupada.
- Sigue una rutina. Adapta tu horario a la situación y organiza tus tareas para mantener el control. Además de lo habitual, como el trabajo o las clases, apunta en el calendario otras actividades como hacer deporte, que te ayudará tanto a nivel físico como emocional.
- Controla la cantidad de información que consumes. No te pases todo el día leyendo noticias o viendo los telediarios, porque están saturados de detalles de la pandemia. Fija un horario y no te “infoxiques”, porque solo contribuye a empeorar la fatiga pandémica.
Estos consejos te ayudarán a tener bajo control la situación y a no caer en el agotamiento propio de la fatiga pandémica. Ponlos en práctica y fomenta el autocuidado en tu día a día: en estos tiempos, es más importante que nunca.
