¿El fin de los motores diesel? Entra en vigor la normativa Euro 6

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¿En qué consiste la normativa Euro 6 de reducción de emisiones de los motores diesel?

 

Si hasta hace unos años el diesel era considerado uno de los carburantes más limpios del mercado, en los últimos tiempos se ha puesto especialmente de relieve la contaminación creada por los automóviles que usan este tipo de combustible. La nueva normativa Euro 6 pretende reducirla al mínimo.

Todos los coches que se vendan en los países europeos deberán cumplir con esta normativa, que pone especial énfasis en la reducción de óxidos de nitrógeno, cuyo límite se rebaja a menos de la mitad de lo establecido en la norma en vigor hasta ahora.

Las emisiones peligrosas de los motores diesel

El objetivo principal de la Euro 6 es equiparar los niveles de polución ocasionados por los motores diesel con los de gasolina. De hecho, esta medida pretende ser una herramienta efectiva para luchas contra las emisiones contaminantes en Europa.

Los óxidos de nitrógeno que emiten los motores diesel son los principales protagonistas de esta normativa, ya que este gas ha sido declarado por la OMS como carcinógeno. Hay que tener en cuenta, además, que los óxidos de nitrógeno son uno de los principales responsables de que la calidad del aire en muchas de las capitales europeas esté por debajo de los límites considerados como adecuados.

Igualmente, la normativa Euro 6 marca una reducción de emisiones combinadas de hidrocarburos y óxidos de nitrógeno hasta los 170 mg/km.

Las consecuencias de la normativa Euro 6

La reducción de emisiones que implica la normativa Euro 6 implica que los fabricantes de automóviles tendrán que usar en los motores diesel filtros de partículas EGR múltiples refrigeradas y con mayor recirculación, y mayores presiones  en la bomba de combustible y en el soplado del turbo.

Además, los fabricantes podrán optar por usar dos tipos de catalizadores en sus modelos: el acumulador de NOx y el SCR con  depósito de aditivo AdBlue, que transforma los óxidos del nitrógeno en vapor de agua e hidrógeno. Esta última opción es la más eficaz, aunque también es tiene un precio más elevado.

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