Actualmente esta práctica tiene gran número de seguidores en nuestro país. Y es que hay muchos beneficios asociados al Yoga. Entre ellos, facilita el autoconocimiento y ayuda a la autoconsciencia del estado físico, mental y emocional, al mismo tiempo que reduce el estrés, la ansiedad y facilita el control de cambios de humor en el día a día.
Si estás convencida de los beneficios del yoga y quieres añadir unas sesiones especiales en tu casa, te contamos como hacerlo. Primero, eligiendo el espacio y situación adecuadas, y luego explicándote las posturas de yoga básicas.
Prepara tu espacio de relajación y meditación
Aunque no necesitas mucho más que tu cuerpo, es fundamental que busques una esterilla para practicar yoga. Luego, ponte ropa cómoda y encuentra un lugar en casa para relajarte y asegurarte, en la medida de lo posible, que no te vaya a molestar nadie y que puedas mantener el foco en este proceso de armonización. Lo ideal es que sea un rincón tranquilo, silencioso y con espacio suficiente para moverte.
Para generar un atmósfera de paz no debe existir ningún tipo de desorden. Puedes añadir algún incienso para aromatizar la habitación, incluso puedes poner velas aromáticas, que además de darle un toque de fragancia al ambiente, calientan un ligeramente la estancia y te ayudarán a mantenerte en situación.
Como extra, si crees que te va a ayudar a llegar antes al momento de concentración óptimo, prueba a ponerte música relajante con sonidos homogéneos y lentos. Si no tienes a mano música de este tipo, encontrarás en Internet multitud de listas de música de yoga para meditar con una duración suficiente que podrán cubrir toda la sesión. Para que puedas comenzar, te recomendamos esta lista de reproducción de meditación y yoga para la ocasión.
Aprender yoga en casa
El auge de esta actividad milenaria no para de crecer, es por eso que hoy en día es muy común encontrar en internet clases de esta disciplina tanto para principiantes como para usuarios avanzados. Sin embargo, si te estás iniciando, es importante que busques un monitor que te oriente, corrija las posturas y te ayude a memorizar las pautas de respiración. Llegará un momento en que lo tendrás tan automatizado que no te costará nada introducirlo como un hábito.
Es importante también, que definas tu objetivo o intención con esta terapia. Si tienes claro hacia dónde te diriges y lo que quieres conseguir, te será más sencillo escoger cuál es la clase que más te conviene. Para que te hagas una idea, algunas sesiones se centran en el entrenamiento del cuerpo y en la quema de grasas, mientras que otras tienen como meta la relajación y meditación.
Las Asanas: ¿Cómo hacer posturas de Yoga?
Las asanas son las posturas que se practican cuando se realiza esta actividad. Para empezar vamos a explicar cual debería ser la posición inicial.
Siéntate sobre tus talones o con las piernas cruzadas, si te es más cómodo. Mantén tus brazos relajados sobre las piernas. Concéntrate en tu respiración inhalando e hinchando el pecho, a continuación exhala e intenta relajarte.
A continuación te ejemplificamos dos posturas sencillas para que empieces a practicar:
Postura del gato – vaca
Sobre la esterilla, colócate en posición de cuatro apoyos, con las manos abiertas. Inhala aire y eleva tu espalda arqueándola. A continuación, mueve tu cabeza lentamente hacia el interior llevando tu mejilla hacia el pecho.
De la postura gato, cambia a la de vaca, exhalando y arqueando la espalda de forma inversa, a la vez que elevas la cabeza hacia arriba. Deberás sentir como se abre tu tórax.
Postura del perro mirando hacia abajo
Una de las posturas más comunes. Para realizarla, coloca tus pies y tus manos en una superficie de apoyo, eleva la pelvis hasta tener las rodillas y los brazos estirados. Balancea la cadera de un lado a otro, flexiona y estira las rodillas.
Como ves, es muy fácil iniciarse con el yoga en casa, pero si quieres dar un paso más y animarte a recibir clases de yoga por una profesional, recuerda que con Occident tienes concertados centros especialistas a través de la cobertura de salud del Seguro familiar de decesos.