Conducir puede llegar a ser una actividad placentera, pero siempre conlleva cierto riesgo. Problemas como la fatiga durante la conducción aumentan las probabilidades de sufrir un accidente. Entre esos problemas también se encuentra el efecto túnel.
Por suerte, entender qué es el efecto túnel y qué lo provoca puede ayudarnos a prevenir riesgos innecesarios. En este artículo te explicamos en qué consiste exactamente el efecto túnel y qué medidas podemos tomar para evitarlo.
¿Qué es el efecto túnel?
El efecto túnel del coche tiene una explicación muy sencilla: consiste en la reducción del ángulo de visión a medida que aumenta la velocidad de circulación. Esto significa que, cuanto más rápido conducimos, más se difumina nuestra visión periférica, de modo que solo vemos lo que tenemos delante.
Es importante no subestimar las consecuencias de la visión de túnel al conducir. Para comprenderlos, basta con hacer una comparación: a una velocidad reducida, nuestro campo de visión es de 104 grados, mientras que se reduce hasta los 30 grados cuando superamos los 120 kilómetros por hora.
Eso significa que, a velocidades incluso superiores a la señalada, lo único que vemos con claridad es lo que está en el centro de nuestra visión. Por lo tanto, el efecto túnel resta mucha visibilidad y puede hacer que, por ejemplo, cambiemos de carril sin ver que podemos chocar con un coche.
Además de ese problema principal, no solamente se produce el efecto túnel con la velocidad: también se reduce nuestra capacidad de evaluación de la información periférica. Es decir, aunque veamos las señales de tráfico, nuestro cerebro está demasiado concentrado para tomar decisiones con la antelación necesaria. Ello puede llevarnos a tener un accidente, ya sea con un vehículo de combustible, así como si conducimos un coche automático, siendo consecuencia el que no nos dé tiempo a utilizar el freno motor.
¿Cómo evitar el efecto túnel en la conducción?
Afortunadamente, evitar el efecto túnel en la conducción es muy sencillo si se siguen las indicaciones del reglamento de circulación que marca la DGT. La primera de ellas, y quizás la más importante, es conducir a velocidad moderada. Como hemos indicado, cuanto más lento vayamos, mejor visibilidad tendremos y menos nos expondremos a un accidente.
En ese sentido, para reducir las posibilidades de sufrir el efecto túnel basta con:
- Respetar las señales de tráfico y las indicaciones del reglamento de la DGT. Si lo haces, conducirás a una velocidad lo bastante moderada como para detectar todas las señales oportunas.
- Es esencial reducir al mínimo los factores que favorecen las distracciones al volante. En ese sentido, recuerda que está terminantemente prohibido mirar tu móvil mientras conduces, y que debes concentrarte en la carretera.
- También es fundamental descansar cada dos horas: si estás cansado y aceleras para llegar antes, sólo conseguirás aumentar tanto el efecto túnel en el coche como tu fatiga, con los riesgos que ambos conllevan.
- Otra medida que puedes tomar para evitar el efecto túnel consiste en mejorar la visibilidad general de tu vehículo. Opta por aplicar antimosquitos y antilluvia sobre tu parabrisas, de forma que las condiciones de visión sean óptimas y no se añadan al efecto túnel que se produce de forma natural.
Toma todas las precauciones necesarias
Teniendo en cuenta que el efecto túnel en el coche puede tener consecuencias nefastas, vale la pena tomar todas las precauciones para velar por tu seguridad y la de los demás conductores. Sobre todo, modera la velocidad y obedece a las normas de circulación.
Aun así, nunca está de más estar protegido ante cualquier imprevisto. Si sufres un accidente, es muy recomendable contar con una buena cobertura. Recuerda que el seguro de coches de Occident te puede incluir la asistencia en viaje desde el kilómetro 0, y que puedes además configurar tu póliza a medida para que cubra todas tus necesidades en carretera.