En caso de accidente, el tiempo para atender a una persona herida es un factor clave que puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Lo mismo ocurre cuando se manifiestan patologías repentinas como ictus, ataques de asma o parada cardíaca.
En los últimos años se han llevado a cabo estudios para determinar cuál es la mejor forma de actuación ante estas situaciones. Y todo parece indicar que los drones son una tecnología que puede servir de gran ayuda. Llegaron al mercado casi como un juguete, pero pronto se les dio numerosas utilidades y, así se creó el concepto de “dron ambulancia”. Efectivamente, son capaces de llegar a cualquier lugar en un tiempo récord, transportar el material necesario y servir como medio de comunicación entre el profesional sanitario y la víctima junto con sus posibles acompañantes.
En concreto, el paro cardíaco es una de las causas más comunes de muerte alrededor del mundo. Más de seis millones de personas pierden la vida cada año (cerca de 30.000 en España) tras sufrir un ataque al corazón.
La mayoría de los infartos suelen ocurrir en casa o en otros lugares fuera del hospital y, precisamente cuando ocurren, una atención rápida es fundamental para que el paciente sobreviva. Puesto que la gran mayoría de personas no saben cómo realizar maniobras de reanimación cardiopulmonar, en estos casos cobra especial relevancia el posible uso de drones con desfibrilador, sobre todo teniendo en cuenta que una vez se ha iniciado el infarto cada minuto reduce la probabilidad de supervivencia en un 10%.
Últimos estudios para el uso de drones con desfibriladores
Todavía queda mucho camino para que los drones con desfibriladores estén totalmente implantados, pero los últimos estudios apuntan a que dentro de muy pocos años empezarán a formar parte de los protocolos de actuación en caso de parada cardíaca.
La operadora Telia, el Instituto de Investigación Médica Karolinska y Ericsson han realizado pruebas en 2018, aplicando el 5G a un dron equipado con un desfibrilador para atender urgencias sanitarias. Gracias a la incorporación del 5G se puede lograr reducir el tiempo de respuesta hasta cuatro veces en comparación con el tiempo que necesita una ambulancia. Así, se ha conseguido superar algunos problemas que se hallaban en ensayos anteriores como la distancia o el tráfico. Es importante tener en cuenta que el 70% de las víctimas de infarto que son atendidas en los tres primeros minutos sobreviven.
Ya en 2017, expertos del Instituto Karolinska de Suecia practicaron diferentes ensayos para determinar si se podían utilizar aviones no tripulados para hacer llegar un desfibrilador al lugar en el que se produce la emergencia. Tras realizar las pruebas descubrieron que el tiempo de espera se reducía hasta tres veces. En aquellos momentos se esperaba que este sistema se implantara por completo en Suecia en 2019 o 2020.
El futuro de la reanimación cardíaca
¿Cómo es una reanimación cardíaca con la intervención de drones con desfibrilador?
Los estudios se han realizado con desfibriladores de peso menor que un kilo instalados en un dron. Llevan incorporada también una cámara, un GPS y una voz electrónica que sirve de guía para usar el dispositivo. Además, existe la posibilidad de transmitir indicaciones en tiempo real para tranquilizar a la persona que acompaña a la víctima y darle las instrucciones necesarias para una correcta reanimación cardíaca en el menor tiempo posible.
Hay que tener en cuenta que el desfibrilador sirve para casos particulares, cuando la parada cardiorrespiratoria se produce como consecuencia de la fibrilación ventricular, es decir, si el corazón presenta actividad eléctrica, pero sin efectividad mecánica. También sirve en caso de una taquicardia ventricular sin pulso, en la que hay actividad eléctrica pero el bombeo sanguíneo no es eficaz.
Ahora ya lo sabes, el uso de los drones para salvar vidas está a la vuelta de la esquina.
