Displasia de cadera en perros: ¿cuándo y cómo ocurre?

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La displasia de cadera en perros es una enfermedad muy común. Se trata de un problema de salud hereditario cuyos síntomas se hacen notar sobre todo en perros adultos, y que puede llegar a causar un dolor intenso, incluso al grado de impedir el movimiento de las patas traseras.

Aunque los síntomas de displasia de cadera en perros pueden aparecer en cualquier ejemplar, hay una serie de razas con mayor predisposición a padecerlos. Los perros de gran tamaño, como el pastor alemán, el rottweiler, el gran danés o los San Bernardo, son muy propensos a sufrir problemas articulares como la displasia.

En este artículo hablaremos acerca de cómo detectar la enfermedad, sus síntomas y los distintos grados de displasia de cadera en perros. También veremos los tratamientos y algunos consejos para prevenir en la medida de lo posible que tu mascota la sufra.

¿Cómo detectar displasia de cadera en perros?

Las primeras señales de displasia de cadera pueden aparecer cuando el perro tiene unos meses, alrededor de los 5 o 6. En ese momento se pueden empezar a observar posturas extrañas en las patas de atrás. Muchas veces pasa desapercibida, pero con el paso del tiempo aparece una cojera más o menos acentuada.

Para detectar la enfermedad, lo mejor es estar atentos a los movimientos del perro.

Síntomas de displasia de cadera en perros

A medida que el perro se hace mayor, los síntomas se acentúan y se harán más evidentes. Estos pueden aparecer de forma intermitente o continua:

  • Falta de ganas de moverse, correr, jugar o subir escaleras.
  • Problemas para mover las patas traseras.
  • Balanceo al levantarse.
  • Cojera al andar, o movimientos de salto que recuerdan a los de los conejos.
  • Dolor en las caderas o la pelvis.
  • Rigidez en las patas o la cadera.
  • Chasquidos que se oyen al moverse.
  • Músculos superiores de las patas delanteras más desarrollados de lo normal.
  • Curvatura en la espalda.
  • Problemas a la hora de levantarse.

Si un perro muestra varios de estos síntomas, será necesario acudir a un veterinario para que determine si se trata de displasia de cadera.

Grados de displasia de cadera en perros

En la actualidad, la displasia de cadera en perros se divide en 5 grados que determinan su gravedad. Para identificarlos se les asigna una letra:

  • A. No hay displasia y el perro tiene la cadera normal.
  • B. Hay indicios de que podría sufrir una displasia.
  • C. Existen señales de displasia leve.
  • D. La displasia de cadera es moderada.
  • E. La displasia de cadera es grave.

En las fases más avanzadas, la enfermedad se puede agravar y avanzar de un grado a otro en muy poco tiempo, de modo que en el momento en el que una radiografía confirma la displasia hay que tomar las medidas adecuadas.

Perros con displasia de cadera: tratamiento

La displasia de cadera en perros es una enfermedad para la que no existe cura, aunque sí hay tratamientos que ayudan a reducir los dolores y permiten al perro tener una vida más normal.

Los tratamientos varían en función del grado de displasia, la edad y el estado general del perro. Los fármacos se aplican sobre todo en casos leves, y consisten en antiinflamatorios, medicamentos para proteger los tejidos blandos y las articulaciones o analgésicos.

Si el grado de displasia es muy avanzado o los tratamientos no funcionan, se puede proceder a una intervención quirúrgica, en la que se inserta una placa que coloca los huesos en su sitio. En los casos en los que no se puede operar, se recurre a usar arneses, soportes o sillas de ruedas, dependiendo de lo que necesite el perro.

El ejercicio también ayuda bastante, y de hecho es algo que se puede hacer con cualquier perro, aunque no tenga una displasia. En este sentido, es importante adaptarlo a las circunstancias de cada uno, ya que hay movimientos que un perro sano puede hacer y que uno con displasia más o menos grave, no.

En cualquier caso, es fundamental que sea el veterinario quien indique el mejor tratamiento a aplicar. Con el seguro para perros y gatos de Occident tienes un completo cuadro de clínicas y centros especializados para cuidar de la salud de tu mascota.

¿Cómo prevenir la displasia de cadera en perros?

Al tratarse de una enfermedad genética, la única manera de prevenir una displasia de cadera en perros es evitando la reproducción de ejemplares que sufran esta dolencia. Por este motivo, los criadores de perros con pedigrí se aseguran de que las camadas proceden de perros con un grado de displasia A o B, que son los que tienen más posibilidades de no transmitir la enfermedad a sus descendientes.

También es muy importante evitar que un perro tenga sobrepeso, algo que haría que las articulaciones se vieran forzadas y se pudiera producir algún desajuste. De ahí que sea fundamental cuidar la dieta y tener una actividad física adecuada. La natación o los masajes pueden ayudar también porque fortalecen los músculos sin que los huesos se carguen.

Consulta siempre con tu veterinario

El cuidado de tu mascota y su bienestar, al igual que con cualquier otro miembro de la familia, es algo esencial. Por eso, cuando tienes sospechas de que puede sufrir algún problema como la displasia, acude al veterinario para confirmar o descartar, y tomar las medidas oportunas.

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