Hombres y mujeres afrontamos diferente la muerte de un ser querido
La pérdida de un ser querido, ya sea un amigo o un miembro de la familia, significa un importante impacto para todas las personas de su entorno. Pese a ello, hombres y mujeres no demostramos de la misma manera lo que sentimos en una ocasión así. El tópico dice que los hombres viven el duelo de manera más racional que las mujeres, mucho más tendentes a demostrar sus sentimientos de tristeza con acciones como el llanto.
Los roles de género y las emociones
La cultura nos impone a hombres y mujeres unos roles diferentes, que pueden acabar limitando nuestras reacciones ante una situación tan importante como el duelo por un ser querido.
Se espera que los hombres afronten la muerte de una persona que quieren desde un punto de vista racional. Es decir, expresando lo mínimo posible sus emociones. A esto ayuda que, en la mayoría de los casos, son los encargados de llevar a cabo todos los preparativos del entierro. Por lo tanto, aún tienen más necesidad de sentirse fuertes ante los demás.
Por su parte, las mujeres siempre buscan mucho más el apoyo de su entorno. Además, también tienen la necesidad de expresar sus sentimientos sin cortapisas.
De todos modos, lo que más diferencia a hombres y mujeres ante la muerte de un ser querido en su necesidad de ayuda a la hora de superar esta situación tan dura. Es frecuente que la mujer quiera hablar del fallecimiento, mientras que el hombre tiende a encerrarse y cambiar de tema, optando más por buscar el contacto físico para consolarse. Esto puede hacer que incluso se rechacen el uno al otro, si viven como pareja la muerte de alguien.
¿Cuál es la mejor opción?
No se puede decir que la perspectiva masculina o femenina de afrontar un duelo sea mejor que otra. Los expertos consideran que el duelo es una experiencia que nos afecta de manera integral y personalizada. Por lo tanto, la mejor opción para afrontar una perdida será, simplemente, la que se adapte al momento por el que está pasando la persona que llora la pérdida de su ser querido.
De hecho, el género es solamente una de las variantes que se tiene en cuenta en las sesiones de terapia de duelo. También se valoran al mismo nivel las vinculaciones afectivas, el apego o las creencias de una persona, entre otros factores.