La dieta fodmap es un régimen que está especialmente indicado para casos de colon irritable, una enfermedad crónica cuyos síntomas se pueden aliviar y controlar si realizamos una serie de cambios en nuestro estilo de vida. El cambio más importante tiene que ver con nuestra dieta. Si consumimos alimentos buenos para el colon irritable, ayudaremos a mejorar nuestro tránsito intestinal y reducir el impacto de esta dolencia.
Una de las dietas para el colon irritable más recomendadas por los especialistas es la llamada dieta fodmap. Esta dieta limita el consumo de alimentos prohibidos para el colon irritable por ser potencialmente perjudiciales, aunque no es tan restrictiva como podría parecer a primera vista. En este post te contamos en qué consiste y qué alimentos son beneficiosos para combatir los efectos del síndrome del intestino irritable o SII.
Fodmap: una dieta adecuada para el colon irritable
Los avances en dietética han hecho que surjan un sinfín de ideas para cuidar de nuestra alimentación y consumir todos los nutrientes que necesitamos. Para la mayoría de nosotros, incorporar más alimentos probióticos a nuestra dieta o reducir el consumo de carne es suficiente para llevar una alimentación más sana. Sin embargo, el mismo criterio no se aplica a quienes sufren del síndrome del intestino irritable.
Aunque no se conoce la causa exacta del colon irritable, las personas afectadas por este síndrome tienen dificultad para digerir alimentos como el trigo, la leche, los cítricos y las bebidas carbonatadas. El estudio de los síntomas del SII ha llevado a especialistas en nutrición a desarrollar una dieta para el colon irritable específica para esta enfermedad: la dieta FODMAP está diseñada específicamente para ellos, aunque también puede ser beneficiosa para otras enfermedades inflamatorias intestinales, como la colitis ulcerosa o el síndrome de Crohn.
En qué se basa una dieta FODMAP
La mejor manera de explicar la dieta FODMAP es a través de las siglas que componen su nombre, que equivalen a Fructanos, Oligosacáridos, Disacáridos, Monosacáridos y Polioles. Todos los anteriores términos corresponden a hidratos de carbono fermentables, es decir, azúcares y fibras, que afectan al intestino aumentando la cantidad de líquido y gas que contiene.
Por ese motivo, en realidad, una dieta FODMAP es una dieta particularmente baja en alimentos FODMAP. Estos nutrientes de consumo prohibido para los pacientes de colon irritable son difíciles de digerir, y acentúan la hinchazón y el dolor abdominal característicos de la enfermedad.
Sin embargo, no por eso debemos pensar que son perjudiciales para todos. Algunos de ellos contienen fibras beneficiosas para la microbiota, por lo que son recomendables para personas que no padecen de intestino irritable.
Alimentos buenos para el colon irritable y alimentos prohibidos
Ya hemos visto cómo funciona la dieta FODMAP y los principios en los que se basa. De esos principios podemos extraer una lista de alimentos indicados para el colon irritable, así como un conjunto de alimentos contraindicados para quienes padecen este trastorno digestivo. Algunos de estos últimos no están terminantemente prohibidos, pero se aconseja un consumo muy reducido de ellos para no alterar el tracto intestinal.
A continuación te mostramos una lista de alimentos permitidos y prohibidos en la dieta FODMAP, clasificados según la categoría a la que pertenecen.
Alimentos recomendados para una dieta fodmap correcta
- Cereales y legumbres: En general, están permitidos los cereales no integrales que contengan almidón, como el arroz blanco y los productos que se deriven de él. También se puede consumir avena y pan, pasta o cereales que la usen como ingrediente principal. La espelta, el maíz y los derivados de ambos se incluyen en la dieta FODMAP, así como tubérculos como la patata o la tapioca y otros alimentos como el mijo, el sorgo y la quinoa.
- Lácteos: Los derivados de la leche son, en general, bastante perjudiciales para aquellos que sufren de colon irritable. En consecuencia, la dieta FODMAP sólo permite sucedáneos de la leche, entre los cuales se encuentran la leche y el yogur sin lactosa además de las bebidas vegetales de arroz, avena, espelta, almendras o coco. Afortunadamente, tanto la mantequilla como la margarina pueden consumirse, del mismo modo que algunos quesos secos como el parmesano o el manchego.
- Verduras y hortalizas: Muchas verduras y hortalizas habituales en la dieta mediterránea están permitidas en la dieta FODMAP. Entre ellas destacan la lechuga, el pepino, los pimientos, el tomate, el calabacín o la berenjena, además de otros clásicos como las espinacas o las zanahorias. Aunque todos los alimentos anteriores están permitidos, en algunos casos, se impone un límite a su consumo diario relacionado con la cantidad de fibra que contienen.
- Fruta: La naranja, el limón, el kiwi, las uvas, la piña, el melón y el plátano son algunas de las frutas más populares que pueden seguir consumiendo las personas que siguen una dieta baja en FODMAP. No obstante, el límite en la mayoría de ellas es de una pieza en cada comida principal y tres piezas al día como máximo. Esta restricción también se aplica al consumo de una cantidad equivalente en zumo.
- Frutos secos: La dieta FODMAP sólo permite el consumo de almendras, avellanas, nueces y pipas de calabaza, todas ellas limitadas a un máximo de entre 5 y 10 según el fruto seco.
- Alimentos ricos en proteína: Por suerte, el síndrome de intestino irritable no impide consumir carne, huevos, pescado ni marisco.
- Dulces: Aunque pueda parecer contradictorio, el azúcar y la sacarina están permitidos en esta dieta. También lo están el chocolate negro, el cacao en polvo y el sirope de arce. Ninguno de ellos contiene suficientes azúcares complejos para alterar el aparato digestivo de los pacientes de SII de forma significativa, por lo que se pueden consumir con tranquilidad.
Alimentos prohibidos para el colon irritable
- Cereales y legumbres: El arroz integral está terminantemente prohibido en la dieta FODMAP por su alto contenido en fibras. Del mismo modo, no se pueden consumir legumbres como garbanzos, alubias o lentejas, ni derivados del centeno o el trigo como la harina o el salvado.
- Lácteos: Como hemos mencionado, la leche animal y los derivados lácteos que se producen a partir de ella no son aptos para el consumo de gente con SII.
- Verduras y hortalizas: Algunas de las verduras prohibidas en esta dieta son la cebolla, las distintas variedades de col, las setas y champiñones, los espárragos, las alcachofas y los guisantes.
- Fruta: Todo tipo de fruta desecada está contraindicada. Del mismo modo, no es recomendable el consumo de cerezas, ciruelas, manzana, pera, sandía, melocotón y similares.
- Frutos secos: Los anacardos y los pistachos no están permitidos en la dieta FODMAP.
- Alimentos ricos en proteína: Lo más importante a la hora de consumir carne o embutido es asegurarse de que no se trate de un producto procesado que incluya lactosa o gluten. Por el mismo motivo, están contraindicados productos como el seitán o los palitos de cangrejo.
- Dulces: Los dulces prohibidos en la dieta FODMAP son los edulcorantes que acaban en “-ol” (como el xilitol), los alimentos que contienen lactosa (como el chocolate con leche) y algunos productos naturales como la miel o las confituras.
Encontrar ayuda en la nutrición: apoyo en un buen profesional
Como indica la anterior lista, la dieta FODMAP es una de las dietas más restrictivas para la alimentación, y prohíbe ciertos productos que son de consumo habitual en la mayoría de las personas. Por ese motivo, la dieta baja en FODMAP sólo es recomendable para personas que sufran un trastorno intestinal como el síndrome del colon irritable o similares.
Incluso en este caso, no olvides que mantener una alimentación baja en FODMAP durante mucho tiempo puede derivar en carencias nutricionales importantes. Por ello es imprescindible que, si te decides a seguirla, contactes con un profesional que realice un adecuado seguimiento periódico para velar por tu salud.
Asesoramiento dietético mediante un seguro de salud
El síndrome del colon intestinal debe ser diagnosticado por un experto, ya que algunos de sus síntomas pueden deberse a otras patologías. Antes de arriesgarte a hacer un cambio alimentario drástico como la dieta FODMAP, es esencial que un especialista realice un estudio adecuado de tu situación y descarte otras patologías.
Para ello, recuerda que el seguro de decesos de Occident incluye la garantía Bienestar y Salud con la que podrás acceder a atención médica por parte de profesionales especializados en dietética y nutrición. Sea cual sea tu dieta, puedes contar con su asesoramiento para adquirir nuevos hábitos alimentarios y conseguir una alimentación más sana y completa.