Nuestra sociedad va adquiriendo con los años una mayor cultura sobre el ahorro, pero queda mucho por hacer. Actualmente, es cada vez más necesario que seamos previsores: debemos generar recursos económicos para poder ahorrar lo suficiente y, además, saber cómo invertir y custodiar todo lo ahorrado en el pasado.
Diferenciemos bien entre ahorro e inversión. Ahorrar es la capacidad de generar poco a poco esos recursos. Una vez generados con el paso del tiempo, debemos guardar adecuadamente ese ahorro ya acumulado. Esto último es lo que se denomina inversión.
Tradicionalmente, los particulares y las empresas, han invertido a través de una de las herramientas más extendidas; el depósito bancario. Por ello, en este artículo te vamos a explicar qué es un depósito bancario y cómo funciona.
¿Qué es un depósito bancario?
Un depósito bancario es un contrato entre un inversor y una entidad financiera (banco o entidad aseguradora), mediante el cual el primero pone a disposición del segundo una cantidad concreta de dinero para que ésta lo custodie y, llegado el momento, se lo reintegre con intereses o beneficios.
Sin embargo, no solo debemos pensar en la banca cuando hablamos de este producto. Las compañías aseguradoras especializadas en productos Vida Ahorro, siempre han contado con depósitos bancarios para sus clientes y, muy frecuentemente, con intereses o rentabilidades más atractivas que en el negocio bancario. Occident, dispone por ejemplo de soluciones de ahorro como Ahorro+, PIAS y SIALP, con las que ofrece una más que atractiva rentabilidad garantizada para un perfil de cliente conservador, con flexibilidad en las aportaciones periódicas, la posibilidad de realizar aportaciones extraordinarias, permitiendo liquidez y también con una fiscalidad mucho más interesante que los depósitos bancarios.
Cómo funciona un depósito bancario
El depósito bancario ha sido siempre una de las herramientas más demandada por la sociedad, ya que habitualmente se ha asegurado la devolución de la cantidad invertida, a la que sumar un mayor o menor beneficio o rendimiento: los intereses de la inversión.
Entre ambas partes, inversor y entidad financiera, acordarán una cantidad concreta que invertir, un plazo de tiempo determinado para la inversión, y una rentabilidad para el inversor por depositar esa cantidad durante ese período.
La rentabilidad obtenida puede ser recibida por el inversor en momentos diferentes a lo largo del tiempo que dura el contrato o acuerdo. Una vez al trimestre, de forma semestral, anualmente, e incluso cuando finaliza todo el plazo acordado.
Tipos de depósitos bancarios
Existen varios tipos de depósitos bancarios, que pueden clasificarse en función de diferentes características. En lo que respecta al horizonte de la inversión podemos encontrar:
- Depósitos bancarios a la vista: el inversor decide en qué momento recuperar su dinero.
- Depósitos bancarios a plazo: el inversor no puede recuperar su dinero hasta finalizar el plazo acordado y, en caso de poder hacerlo, tendría que asumir una comisión o penalización por retirar prematuramente.
En cuanto a la rentabilidad se distinguen los siguientes tipos de depósitos:
- Depósitos bancarios fijos: aquellos en los que la rentabilidad y el dinero invertido están asegurados y son conocidos de antemano.
- Depósitos bancarios variables: aquellos en los que la rentabilidad o intereses que se obtengan, dependen totalmente del riesgo de un activo financiero o conjunto de ellos en los que invierte. Por tanto, no cuentan con una rentabilidad fija.
Es frecuente también la inversión en depósitos combinados, mixtos o dobles, En este caso, combinamos en un sólo depósito bancario, una parte garantizada, con una parte estructurada o con riesgo tomador.
Es importante recordar que, los depósitos bancarios siempre garantizan la devolución del dinero o capital invertido, sea cual sea la modalidad escogida y la rentabilidad que se pueda obtener en la inversión (fija o conocida, variable o no conocida).
También es muy importante conocer que con los depósitos bancarios el inversor realmente no asume excesivos riesgos, ya que se garantiza la devolución del capital invertido. Y todas las entidades o compañías de depósito están adheridas obligatoriamente al Fondo de Garantía de Depósitos de la Unión Europea. Esto quiere decir que ante posibles crisis que puedan sufrir los bancos o cajas para afrontar sus compromisos y devolver la inversión realizada por sus clientes, dicho Fondo cubre hasta 100.000 euros por depositante o inversor en cada entidad financiera.
Alternativas a los depósitos bancarios
Ahora que los tipos de interés están en mínimos históricos, es inteligente buscar otras opciones en el mercado. En el negocio bancario es frecuente encontrarnos con una única alternativa a los depósitos bancarios: los fondos de inversión. El problema es que el inversor comienza a asumir en ese momento riesgos sobre el capital que no son los habituales de un depósito bancario al uso.
Frente a la rigidez de los depósitos bancarios, y frente al riesgo de invertir nuestros ahorros en fondos de inversión, una alternativa formidable y muy recomendable son los productos de Vida Ahorro. Permiten ahorrar e invertir, obteniendo una rentabilidad excelente.
Para inversores que busquen alternativas a los depósitos bancarios de forma totalmente garantizada, existen la Cuenta de Ahorro Seguro y la Cuenta Única. Se trata de dos excelentes opciones para invertir vencimientos de depósitos bancarios, ya que en la actualidad, las entidades bancarias ni siquiera les reportan rentabilidad o esta es prácticamente nula.
Para un perfil menos conservador, existe el Diverfondo, que permite al cliente realizar un ahorro periódico invirtiendo en mercados financieros, asesorado por profesionales con el objetivo de obtener los mejores resultados.
Conclusión
Cada producto financiero tiene su momento y, el de los depósitos bancarios no es el actual. No son atractivos por la situación de los tipos de interés en el mercado actualmente.
La alternativa más habitual del negocio bancario, que supone reinvertir capitales vencidos de los depósitos bancarios en fondos de inversión, supone poner el capital invertido en riesgo, en mayor o menor medida, cuando este tipo de inversores mayoritariamente quiere garantizar su inversión.
Los productos y soluciones Vida Ahorro, suponen actualmente una más que recomendable alternativa, que viene para quedarse, cumpliendo con las expectativas de garantía del capital invertido, liquidez, flexibilidad, rentabilidad y fiscalidad ventajosa.