Lucro cesante o pérdida de beneficios: cómo influye en tu comercio

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  • El lucro cesante trata de la pérdida del rendimiento económico que se obtiene de forma directa con la actividad habitual del comercio.
  • Los seguros más completos cuentan con diferentes modalidades, que se adaptan a tus necesidades.
  • Para reclamar las pérdidas ocasionadas, se deben acreditar que el lucro cesante o el daño emergente se han producido.
(Última actualización 17 de julio de 2020)

La rentabilidad de un negocio es esencial para que este se mantenga a flote. Y algo que presenta muchos desafíos, sobre todo si ocurre algo que genera una pérdida de beneficios, como un siniestro que te afecte a ti o a tu actividad de algún modo. Conceptos como daño emergente y lucro cesante suelen aparecer cuando se habla de estos supuestos.

¿De qué se trata, y cómo influyen en tu comercio estas situaciones? Hablemos de ello, y de como los seguros para comercios pueden ayudar a paliar sus efectos.

¿Lucro cesante o daño emergente en un comercio?

El lucro cesante es una situación en la que se dejan de obtener ganancias debido a un delito, un incumplimiento de contrato o daños ocasionados por terceros que lleven a la interrupción temporal, total o parcial, del negocio. Es decir, que se trata de la pérdida del rendimiento económico que se obtiene de forma directa con la actividad habitual del comercio.

No hay que confundirlo con el daño emergente, que aunque también se relaciona con pérdidas, consiste en los gastos que se tienen que afrontar para cubrir los daños causados. Hablamos de lo que cuesta arreglar una tubería rota que te obliga a cerrar el negocio, o de los desperfectos causados por la rotura de un cristal para entrar a robar, por ejemplo.

La relación entre daño emergente y lucro cesante es bastante obvia, aunque existen diferencias.

La relación entre daño emergente y lucro cesante es bastante obvia, ya que lo normal es que cuando algo genera determinadas pérdidas económicas, haya que gastar dinero para afrontarlas y retomar la actividad cuanto antes.

Para reclamar las pérdidas ocasionadas, se deben acreditar que el lucro cesante o el daño emergente se han producido, algo que algunas veces puede ser complicado. No obstante, un juez no se conforma solo con que se muestre que no se ha obtenido el beneficio esperado, sino que se debe probar la conexión entre esta pérdida de beneficios y el daño que la causa.

¿Qué puede ocurrirle a tu negocio?

Hay varias situaciones que pueden poner en peligro tus ingresos si estás a cargo de un negocio. Por ejemplo, pueden entrar a robar en tu comercio causando graves daños y obligándote a cerrar durante varios días para repararlos.

También puedes sufrir un accidente que te lleve al hospital, y te impida desarrollar tu actividad cotidiana.
O pueden afectar a tus ingresos las obras, zanjas y socavones producidos en la vía pública por sucesos accidentales, como un escape de agua o una fuga de gas, que obliguen a cerrar tu establecimiento al impedirse el acceso al mismo.

Tu empresa no solo puede sufrir los daños directos que se producen por estos incidentes, sino que también se pueden producir daños indirectos, pérdidas económicas a consecuencia de la disminución en la actividad. Una reducción en las ventas respecto a las esperadas, teniendo que soportar los mismos gastos que generan la evidente pérdida de beneficios.

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Y si eres propietario de un local y lo tienes alquilado a un tercero para su explotación, en caso de que el inquilino no pague el alquiler estarás generando pérdidas. Es cierto que puedes reclamar por vía judicial e incluso solicitar un desahucio, pero el tiempo que dure el proceso seguirás sin percibir ingresos aunque tendrás que afrontar las obligaciones que deriven del local (hipoteca, gastos de comunidad, suministros, etc.).

Estas y otras situaciones pueden hacer que te acojas a un servicio contra el lucro cesante.

¿Cómo debe actuar el seguro de tu negocio y cuáles son las coberturas?

Después de ver estos conceptos, podemos decir que hoy en día es esencial para el bienestar económico de tu empresa contar con un buen seguro, uno que cubra el continente y el contenido de tu negocio, pero también que ofrezca la posibilidad de contratar la cobertura de pérdida de beneficios o lucro cesante. En Occident te ofrecemos esta cobertura adicional con varias modalidades.

El funcionamiento de la cobertura es la siguiente: en caso de pérdida de rendimiento económico a causa del cierre de tu comercio, sea de forma total o en parte, se encargará de cubrir el problema del supuesto cuando se deba a un siniestro que esté cubierto por el seguro contratado. Y siempre que la actividad se vaya a reanudar después del siniestro.

El objetivo que persigue la cobertura de pérdida de beneficios es el de obtener el mismo resultado de explotación en la cuenta de pérdidas y ganancias que se hubiera obtenido si el siniestro no hubiera tenido lugar.

Además, los seguros más completos cuentan con diferentes modalidades, que se adaptan a tus necesidades. En algunos casos, podrás elegir una cobertura que ofrezca indemnización diaria por una cantidad pactada cada día que el comercio esté cerrado. En otros tienes la opción de pactar un capital de beneficio bruto, que suele corresponder al último ejercicio económico, y así proteger los ingresos si hay una reducción del volumen del negocio o aumentan los costes debido al siniestro.

Si eres propietario de un local y lo tienes alquilado a un tercero, la cobertura de pérdida de alquileres, que puedes añadir de manera adicional a tu póliza de seguro, se encarga de proteger tus ingresos, si debido a un siniestro dejar de recibir el importe de dicho alquiler.

La aseguradora entonces cumplirá con las obligaciones reflejadas en el contrato de sus seguros de responsabilidad civil para empresas, pagando la indemnización debida como consecuencia del siniestro, o notificar de forma escrita en caso de que se considere que no es indemnizable.

El seguro de responsabilidad civil, por otro lado, puede garantizar la tranquilidad que necesites en tu negocio ante cualquier imprevisto que implique el pago de indemnizaciones por daños y perjuicios a terceros.

Ejemplo práctico de una situación con pérdida de beneficios

Para comprender mejor el daño emergente y lucro cesante que puede producirse en tu comercio, veamos un ejemplo práctico:

Alfonso es el propietario de dos locales adyacentes. En uno tiene montada su propia tienda de colchones, donde trabajan dos empleados y genera unos ingresos brutos al mes de 20.000 €. El otro local lo tiene alquilado por 1.200 € al mes.

Debido a la explosión de una tubería de gas, la tienda de colchones sufre graves desperfectos, además de daños personales en Alfonso. Debido a ello, las obras de reparación impiden abrir durante 2 semanas el local de al lado, 3 semanas la tienda de colchones y Alfonso pasa un mes en el hospital.

  • Si calculamos las pérdidas derivadas del siniestro, son las siguientes:
  • 600 € de alquiler del local alquilado.
  • 20.000 € que no se ingresan en la tienda de colchones, porque a pesar de que los empleados abren una semana antes de que Alfonso salga del hospital, las ventas son nulas.
  • 5.300 € por las reparaciones de la tubería del gas, la calle y los daños ocasionados a la tienda (daño emergente).

Por tanto, tenemos 25.900 € en pérdidas, entre los daños producidos a continente y contenido, el lucro cesante y el daño emergente.
Si se cuenta con la cobertura de pérdida de beneficios, esta cantidad estaría cubierta de la manera que se refleje en las condiciones particulares de su póliza de seguro. Además, si se hubiera contratado una indemnización diaria por hospitalización, Alfonso recibiría un pago por los días que no ha podido trabajar en su negocio.

Conclusiones

El hecho de escoger un buen seguro para comercios es una manera de mantener tu negocio a salvo , protegido. Y si se incluye la cobertura de Pérdida de beneficios o Lucro cesante, estarás blindando y protegiendo tus ingresos, e incrementando así tu tranquilidad.

En caso de siniestro, tu aseguradora cumplirá con las garantías contratadas y descritas en las condiciones de generales y particulares del seguro contratado, indemnizando el valor de la facturación no recibida que corresponda, a consecuencia del cese de actividad por un siniestro de este tipo. Contar con un seguro así, añadirá valor a tu empresa, además de bienestar y seguridad para ti y tu familia.

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