Del mismo modo que con el frío, la llegada del calor nos afecta en muchos niveles, y uno de ellos tiene que ver con nuestra piel. Existen muchos consejos y tratamientos según la época del año, la edad, el tipo de piel y otros aspectos. En este artículo queremos hablar sobre el cuidado de la piel en verano y qué hacer después de esta época para seguir cuidando tu salud.
Cuidado de la piel en verano
La subida de temperaturas y el aumento de horas de luz hace que en verano estemos más tiempo en la calle para realizar actividades. Esto nos expone al efecto de los rayos solares y obliga a seguir algunas pautas de cuidado de la piel para evitar los efectos negativos de la radiación.
Si no tomas medidas para cuidarla, tu piel se puede resentir. Para que no ocurra, ten en cuenta estos consejos para cuidar la piel este verano.
Proteger la piel del sol
Lo primero y más importante es protegerte del sol. No solo cuando vayas a la playa o la piscina, sino cada vez que realices alguna actividad al aire libre como dar un paseo, disfrutar de una barbacoa o pasar la tarde de terrazas. Aplícate un poco de crema solar antes de salir a la calle para evitar que los rayos UV/UVA causen daño. Además de provocar quemaduras y enrojecimiento, el sol acelera el proceso de envejecimiento, por lo que es un paso fundamental para el cuidado de la cara.
¿Cómo escoger una buena crema solar? Es importante tener en cuenta factores como la edad o el tipo de piel. Si tu piel es grasa, lo ideal es escoger un protector en gel o en emulsión, y si es seca, una crema que además de cuidarla la hidrate. En cuanto al grado de protección, cuanto más alto sea, mejor (como mínimo 30), y que no contenga parabenos ni perfumes.
Además del rostro hay otras zonas como las manos, el escote o las orejas que están expuestas al sol directo casi todo el tiempo. De hecho, la radiación se relaciona con determinados casos de cáncer de piel, por lo que es fundamental extremar las precauciones. Necesitas protegerte con crema, además de usar sombreros y ropa adecuada para evitar que el sudor y el roce causen irritaciones.
Cuida la piel de forma adecuada
Una buena hidratación es vital para el cuidado de la piel. No solo usando cremas hidratantes, sino bebiendo líquido con frecuencia para reponer el agua perdida durante el día.
Si te vas a maquillar, usa un tipo de maquillaje que tenga protección.
En la piel madura la edad puede provocar cambios en el tipo de piel, de modo que asegúrate de que usas productos adecuados, y trata de evitar el exceso de grasa o que se reseque.
Haz limpiezas regulares para eliminar las células muertas y eliminar impurezas. Estas pueden potenciar los daños en la piel.
No descuides la alimentación
Otro aspecto clave en los cuidados de la piel en verano es una buena alimentación, consumiendo fruta y verdura fresca, que aporta vitaminas y nutrientes esenciales para el organismo en general, y tu piel en particular.
- Alimentos con alto contenido en agua como la sandía, el pepino o los tomates, son muy recomendables para el cuidado de la piel en verano.
- También lo son los cítricos, ricos en vitamina C y antioxidantes que combaten las arrugas.
- La piña ayuda a reducir la inflamación, de modo que si sufres los efectos de una exposición larga al sol, comerla puede aliviar un poco.
Si fumas, déjalo
El consumo de tabaco es muy perjudicial para la piel, ya que reduce el flujo sanguíneo afectando a la oxigenación. También afecta a la producción de colágeno y elastina, que hacen que la piel sea elástica. Por no hablar del incremento en el riesgo de padecer cáncer.
Reduce el estrés
El estrés aumenta la sensibilidad en la piel, lo que la expone a mayor riesgo durante el verano.
Haz lo posible por dormir bien, tener tiempo libre para disfrutar y acabar con los nervios. Tu piel te lo agradecerá, y tu salud mental también.
La piel después del verano
Una vez que se acaba la temporada, cuidar la piel después del verano es igual de importante. Sobre todo porque a pesar de los cuidados, los efectos del sol pueden haber hecho mella y es hora de recuperarse. Por ello, después de las vacaciones hay que poner en marcha un plan de mantenimiento, que hará que el bronceado dure más tiempo y la piel del rostro esté más suave.
- Al igual que durante el verano, la hidratación debe ser una constante para cuidar la piel de cara al otoño. Utiliza una crema adecuada y no grasa, que además dará brillo y alargará el bronceado. Lo mejor es hacerlo dos veces al día, una por la mañana y otra al acostarte.
- Antes de aplicarte la hidratante de noche, realiza tu rutina diaria de la piel para eliminar todas las impurezas acumuladas durante el día. Y una vez a la semana se recomienda exfoliar para arrastrar las células muertas. No lo hagas más a menudo, porque puedes resecar tu rostro.
- El cuidado de la piel después del verano no supone solo cuidar la cara, sino también el resto del cuerpo. Por ejemplo, a menudo se dejan de lado los pies, cuando tras el verano su piel puede haber sufrido bastante. Aplica un tratamiento para eliminar durezas y una hidratante. Tampoco descuides las uñas.
Conclusiones
El cuidado de la piel es fundamental en cualquier época del año. Si quieres lucir una imagen radiante y luminosa, además de una salud perfecta en la piel, no puedes dejar de lado las pautas de protección e hidratación que te hemos comentado. ¡Disfruta del verano con salud!