Los oídos de tus hijos pueden padecer molestias en los viajes en avión: cómo evitarlo
Muchos adultos sentimos molestias cuando viajamos en avión, así que es fácil imaginar lo desagradable que puede resultar para un niño volar en avión. Una de las molestias más habituales en este sentido son los pitidos, que pueden acabar ocasionando miedo a los pequeños y rechazo a volver a viajar.
Estas molestias se deben a que volar produce cambios en la presión en el espacio de aire localizado detrás del oído medio. En los niños es más fácil que esto suceda, porque muchas veces no tienen las trompas de Eustaquio perfectamente desarrolladas, o las tienen congestionadas por inflamaciones o infecciones.
Hay que aclarar que esta molestia es temporal – de hecho, se nota sobre todo en el aterrizaje – y desaparece en cuando se equilibra la presión de aire en el tímpano, pero merece la pena que apliquemos algunos consejos que ayuden al niño a sentirse mejor en esta situación.
Cómo aliviar los oídos de un niño durante el vuelo
Si tienes un niño pequeño y vas a viajar en avión con él, te recomendamos que consultes con tu médico la posibilidad de administrarle algún medicamento para el dolor de oídos, especialmente si ya ha tenido molestias antes.
También es importante que beba mucha agua durante todo el trayecto, porque con la acción de tragar las trompas de Eustaquio se abren y, además, no se congestionan con el ambiente seco del interior de los aviones. De esta manera, hay menos posibilidades de que el niño sufra cambios de presión que le molesten.
Resultados parecidos en la apertura de las trompas de Eustaquio tienen acciones como que el niño fuerce bostezos, o que chupe un caramelo duro si es lo bastante mayor para hacerlo.
Finalmente, merece la pena que mantengas a tu hijo despierto cuando el avión alza el vuelo y aterriza, para conseguir que el acto reflejo de tragar saliva sea continuo, lo que ayuda a mantener la presión del aire en el oído.