El verano ha llegado a su fin y ahora nos enfrentamos a todo lo contrario, al frío. La exposición de nuestra piel al sol y las altas temperaturas han podido pasarle factura al rostro. Es el momento de poner el foco en el cuidado de la cara, y en general de la piel, para evitar que el clima otoñal nos siga perjudicando. No obstante, ya sea por estas condiciones adversas o por nuestra genética, pueden aparecer ciertas enfermedades en la piel. ¿Sabes cuáles son? ¿Cómo se deben tratar?
Problemas y enfermedades de la piel
En primer lugar, te explicamos cuáles son los problemas de la piel más comunes. Algunos de ellos están producidos por la exposición al sol durante el verano y otros pueden ser condicionados principalmente por nuestra genética.
Melanomas
El melanoma es el tipo de cáncer de piel más peligroso, puesto que si los dejamos avanzar puede afectar a otros órganos del cuerpo y comprometer seriamente nuestra vida. No obstante, si los detectamos a tiempo suelen tener curación. Por tanto, después del verano debe estar basado en una detección precoz así como protegernos de los rayos solares. Acude inmediatamente a un especialista si las manchas del sol en la piel o los lunares presentan alguna o varias de las siguientes características:
- Son de gran tamaño, de un tono marrón e incluyen motas oscuras.
- Su tamaño o color han variado. El sangrado también es un signo de alarma.
- Tienen bordes irregulares con partes rojizas, blancas o azuladas.
- Presentan picor o ardor.
- Son oscuras y están situadas en las palmas de las manos, las plantas de los pies o en las mucosas de la boca, la nariz, genitales y zona perianal.
Fotoenvejecimiento
El foto envejecimiento de la piel consiste en modificaciones cutáneas que puede manifestarse de múltiples formas:
- Decoloración amarillenta.
- Rugosidad y/o aumento de grosor.
- Sequedad.
- Queratosis solar.
- Pecas y manchas solares.
- Arrugas.
- Falta de elasticidad.
- Dilatación de vasos sanguíneos.
- Hematomas.
- Hiperplasias sebáceas.
El cuidado de una piel envejecida debe estar focalizado en evitar la exposición directa del sol en la piel mediante sombreros, sombrillas, ropa de manga larga y la aplicación de protección solar, incluso tras la llegada de las bajas temperaturas.
Psoriasis
La psoriasis es una enfermedad de la piel cuya causa tiene un fuerte componente genético. Cuando tenemos psoriasis el ciclo de vida de las células se acelera, provocando su acumulación en la superficie de la piel, formando escamas y manchas rojas que pueden picar e incluso doler. Si sufres este problema además puedes manifestar otros síntomas:
- Piel seca y grietas que pueden llegar al sangrado.
- Uñas más gruesas de lo habitual y/o agrietadas.
- Inflamación de las articulaciones.
El control de los síntomas forma parte del cuidado fundamental de una piel con psoriasis.
Vitiligo
El vitíligo es un problema genético de la piel que se caracteriza por la manifestación de manchas blancas de diferentes tamaños en diversas partes del cuerpo. Sobre todo suelen aparecer en las que se exponen más al sol como cara, manos, brazos y pies. Las canas en las zonas donde se sitúan las manchas también son un claro signo de vitíligo.
Las personas que sufren vitíligo deben proteger especialmente la piel del sol durante todo el año, ya que, aunque no hablamos de un problema grave, puede derivar con más facilidad en quemaduras solares o cáncer de piel.
Cómo deben de ser los cuidados de la piel
Si queremos mantener una piel sana, es importante que sigamos una rutina también en otoño. El sol puede empeorar los melanomas, y todo tipo de manchas o patologías de la piel, incluso en otoño, por lo que el cuidado de la cara debería ser el siguiente:
- Aplicación de crema hidratante con factor de protección alto, antes de salir de casa.
- Renuévala con frecuencia si vas a pasar muchas horas en el exterior.
- Evita el sol directo en la cara.
- Evita las cabinas de rayos UVA.
La piel afectada por el fotoenvejecimiento se basa en la aplicación de un tratamiento dermocosmético hidratante por la mañana y por la noche.
Si tus signos de fotoenvejecimiento son las manchas solares, es recomendable que uses un tratamiento que además incluya la función despigmentante. Y, en cualquier caso, la crema hidratante que te apliques por la mañana debe contar con un factor de protección alto. Por otra parte, evita la exposición a los rayos UVA.
En el caso de tener psoriasis, es recomendable acudir al dermatólogo. Con nuestro seguro de salud, podrás acceder a los mejores profesionales. Habitualmente nuestra rutina diaria puede incluir dos elementos fundamentales:
- Cremas de uso tópico: este tratamiento está indicado para personas con una psoriasis leve. Suelen contener corticosteroides, por lo que la frecuencia de aplicación debe estar indicada por un profesional.
- Medicamentos: por ejemplo, los fármacos con retinoides. En un tratamiento para cuadros más graves de psoriasis que igualmente debe estar indicado por un médico.
En cambio, si padecemos de vitíligo, los cuidados deben ser similares al caso del melanoma, debido al riesgo de cáncer de piel que conlleva este problema. Si viene marcada por un profesional, nuestra rutina podría incluir cremas con corticoides.
Protegerse del sol, también en otoño
El sol es el desencadenante de gran cantidad de problemas cutáneos y, al mismo tiempo, puede ser el agravante de enfermedades genéticas de la piel. Sin embargo, cuando llegan las bajas temperaturas, podemos relajar la protección que requiere nuestra dermis. Es fundamental seguir usando un factor de protección alto en zonas tan expuestas como la cara, un hábito que deberíamos incorporar todos en nuestra rutina de cuidados del rostro antes de salir a la calle, pero con más intensidad aún si ya sufrimos problemas en la piel.