Con la llegada de la primavera empiezan a alargarse los días. Hay más horas de luz y parece que tenemos más ganas de hacer cosas. Sin embargo, esta estación del año también trae consigo algunas enfermedades como las alergias, provocadas por un aumento de polen y otras sustancias que causan reacción a quienes son sensibles a ellas. Como la información es la mejor arma que existe para afrontar estas situaciones, además de nuestro seguro de salud, te ofrecemos detalles sobre una de las afecciones más comunes de la primavera: la conjuntivitis alérgica.
¿Qué es la conjuntivitis alérgica?
La conjuntivitis alérgica es una reacción de los ojos a determinados agentes como el polen o el polvo. La conjuntiva, una membrana que cubre la parte blanca del ojo, se inflama debido a esta reacción, produciendo enrojecimiento, picor y molestias. A menudo, viene acompañada de otros problemas como asma, congestión nasal o erupciones cutáneas.
Se calcula que una cuarta parte de la población sufre esta reacción, que se acentúa con la primavera debido al aumento de polen. Hay diversos tipos de conjuntivitis alérgica:
- Conjuntivitis alérgica aguda. Aparece de pronto cuando la persona se expone a un alérgeno, como puede ser el pelo de un perro. Es un caso puntual y suele acabar pasadas unas horas de haber estado expuesto.
- Conjuntivitis alérgica estacional. Los síntomas son más suaves que la anterior, aunque la duración es mucho mayor. Se produce siempre en la misma estación, sobre todo la primavera, dependiendo del tipo de polen al que se tenga alergia.
- Conjuntivitis alérgica crónica. Los síntomas se sufren durante todo el año de forma constante. Está relacionada con agentes ambientales habituales, como los ácaros, el polvo o el moho.
Se trata de los tipos de conjuntivitis alérgica más comunes, pero debes saber que existen otros menos frecuentes.
Síntomas de la conjuntivitis alérgica: ¿cuáles son?
Uno de los síntomas más frecuentes de la conjuntivitis alérgica es el picor en los ojos. De hecho, si el paciente no se queja de ello, es probable que se trate de otro problema y no de una reacción alérgica. Como es natural, es importante evitar frotarse o rascarse para que el problema no se agrave.
Además del picor, la conjuntivitis alérgica puede venir acompañada de hinchazón del párpado y enrojecimiento del ojo. Ten en cuenta que si este enrojecimiento solo rodea el iris, es posible que sea otra enfermedad.
En la conjuntivitis alérgica síntomas como el lagrimeo y la fotosensibilidad también están presentes. El dolor no suele ser un síntoma, aunque sí puede aparecer una sensación de tener algo dentro del ojo y una sensación de ardor suave.
Conjuntivitis alérgica: tratamiento
A continuación, te exponemos algunas medidas para poder tratar la conjuntivitis alérgica con éxito:
- La mejor medida para tratar la conjuntivitis alérgica es la prevención. Por ello, lo primero será determinar cuál es el alérgeno responsable del problema, para lo cual se necesitará un diagnóstico por parte de un especialista. Las pruebas dirán qué elementos es mejor mantener a distancia para que no nos afecten.
- No rascarse los ojos es muy importante. Para aliviar el picor se pueden aplicar compresas frías, que además ayudan a reducir la hinchazón. También se puede prescribir algún fármaco, por ejemplo, un antihistamínico oral o un colirio, pero siempre bajo estricta prescripción y control médico.
- La limpieza es clave, sobre todo en la conjuntivitis alérgica en niños. Cambiar la ropa de cama a menudo y limpiar los ojos con un poco de suero ayudará a reducir los efectos de esta enfermedad.
Conclusiones
La conjuntivitis alérgica es un problema bastante común, que se acentúa sobre todo en primavera por el aumento del polen, uno de los alérgenos más potentes. Ponerse en manos de profesionales y seguir sus consejos es la mejor manera de afrontar la enfermedad, aliviando los síntomas si no es posible acabar con ella por completo.