Compras compulsivas. ¿Por qué se producen?

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Compras por impulso y sus efectos en nuestro ahorro

¿Compras sin pensar? Todos caemos en la tentación de un pequeño capricho de vez en cuando sin más, pero cuando hablamos de compras de más valor deberíamos ser capaces de racionalizar el proceso de adquisición. Sólo así evitaremos caer en las compras por impulso que pueden causar desajustes en nuestro presupuesto del mes.

Además, no hay que olvidar que las compras compulsivas descontroladas pueden convertirse en una adicción y afectar nuestra vida personal. En algunos casos, requiere incluso de asistencia terapéutica profesional.

¿Por qué compramos por impulso?

Aunque vivimos en una sociedad plenamente consumista, la verdad es que no todos desarrollamos un comportamiento impulsivo ante las compras.

Entre las causas de las compras por impulso destacan las carencias emocionales y la necesidad de tener experiencias diferentes.

Las personas que tienen un vacío emocional que llenar, encuentran en las compras compulsivas una manera de sentirse mejor y de demostrar también a los demás que se sienten importantes.

Asimismo, las personas con vida monótona o no acorde con sus necesidades buscan en la compra la manera de tener experiencias nuevas y emocionantes que llenen su vida de nuevo.

De hecho, las personas adictas a la compra por impulsos acaban aburriéndose cuando no van de tiendas y también tienden a visitar los centros comerciales cuando se sienten enfadados o tristes. Gastar dinero en las compras les hace entrar en un estado de euforia y olvidar todos estos sentimientos negativos.

Las consecuencias de las compras por impulso

Cuando dejamos de tener el control sobre los pequeños caprichos o compras por impulso que todos realizamos esporádicamente, podemos desarrollar una adicción a las compras que requerirá de asistencia terapéutica para ser superada.

Por supuesto, tampoco podemos olvidar las consecuencias económicas de las compras impulsivas constantes, que pueden acabar desequilibrando el presupuesto familiar.

Buscar asesoramiento profesional que nos ayude a recanalizar nuestras emociones en otras actividades que no de esta manera, es esencial para superar el problema.

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