Trámites para gestionar la repatriación de un familiar que fallece en el extranjero
Estamos en constante movimiento. Las fronteras ya no son un problema a la hora de viajar y eso amplía el riesgo de que un familiar pueda fallecer en cualquier parte del mundo. En situaciones así, resulta complicado saber cómo y en qué orden debemos actuar para poder acercar los restos de nuestros seres queridos; es decir, para repatriar su cuerpo. En este artículo te contamos qué tienes que hacer si un familiar fallece en el extranjero.
1- Informa de lo sucedido:
Si sabes que un familiar ha fallecido en el extranjero, deberás ponerte en contacto con la Embajada o Consulado correspondiente al país en el que se encontraba esa persona o con la Subdirección General de Protección y Asistencia Consular del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación (Tel. 931 791 700 ó 913 791 610). A continuación, te informarán del coste del entierro, incineración y traslado de los restos mortales a tu país.
2- Presenta los documentos que sean necesarios:
Tanto para el traslado de restos mortales como para el de cenizas, deberás presentar los siguientes datos:
– El informe médico de la muerte, el certificado de embalsamamiento o cremación con fecha y acorde a la normativa internacional.
– Además tendrás que facilitar el itinerario de vuelos en que deberán viajar los restos mortales o cenizas, hasta llegar a España.
– Por último, indicar en qué lugar serán depositados.
3- Recibe asistencia de la Embajada o Consulado si la necesitas:
Si un familiar muere en el extranjero de una forma que ha sido traumática para la familia, se mantendrá el contacto con ésta si así lo desea hasta que el difunto haya sido llevado de vuelta a su país de procedencia o bien enterrado o cremado en el que se encontraba. Ten en cuenta que este proceso puede ser largo y existen algunos obstáculos como las costumbres locales o incluso el idioma que dificulten la rapidez del proceso.
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