Pelar un huevo duro es una tarea que todos odiamos, ahora en la mitad de tiempo
El huevo duro es uno de los complementos más utilizados en nuestras recetas. Son sabrosos y quedan bien con cualquier plato. Cocinarlos es de lo más sencillo, lo que resulta un poco más engorroso es pelarlos. Si tienes prisa no tendrás tiempo para esperar a que enfríen y pelar un huevo duro, y te acabas quemando los dedos al intentar pelarlos. ¡No te preocupes!
Tenemos una buena noticia para ti, a continuación te mostramos varios trucos infalibles para pelar los huevos cocidos sin dejarte la piel en el intento. Prueba el que mejor te convenga, después de hacerlo te preguntarás cómo no se te había ocurrido antes…
1.- Añade bicarbonato al agua hirviendo mientras los huevos se están cociendo. Esto hará que la cáscara se despegue mucho más rápido del huevo.
2.- Cuando los huevos estén cocinados, drena el agua caliente y añade agua fría con cubitos de hielo. Además de que no quemarte, el agua fría provoca que los huevos se encojan. De esta manera quedará más espacio entre la cáscara y el interior haciendo que sea mucho más fácil de pelar.
3.- Haz rodar el huevo. Lo pones sobre la encimera de lado y hazlo rodar con tu mano manteniendo presión sobre él. La cáscara se romperá y se retirará sola.
4.- Utiliza una cuchara. Rompe la parte superior del huevo con una cuchara. Después introdúcela alrededor del huevo retirando poco a poco la cáscara. Es una técnica que resulta un poco complicada al principio, pero con la práctica tardarás 10 segundos.
5.- El último de nuestros trucos es también el más increíble. Tan sólo necesitas un vaso y 10 segundos de tu tiempo. Cuando el huevo esté cocinado, colócalo en un vaso y llénalo de agua. Tapa el vaso con la mano y agítalo con fuerza durante 10 segundos. Cuando acabes vacía el vaso, y verás que la cáscara del huevo se ha retirado del todo.
Y bien, aquí te mostramos los trucos indispensables para no pelearte con los huevos cocidos. Se acabaron las esperas cuando menos tiempo tienes o las quemaduras en las manos: ahora tan sólo tienes que disfrutar saboreándolos. ¿No te apetece?