- La única condición para registrar una idea es que se trate de una creación totalmente nueva y que no exista ya en el mercado.
- El tipo de patente que vas a necesitar, dependerá de las características de tu idea y de aquellos elementos de la misma que quieras proteger.
- Si quieres registrar el nombre de tu negocio o producto, tendrás que patentar tu idea como marca.
Si tienes una idea de negocio y crees que es original, seguro que estarás pensando en los trámites legales para hacerla tuya y evitar que te la copien. Pero, ¿se puede patentar una idea? Te adelantamos que sí y te aconsejamos realizar esta gestión para conseguir su explotación comercial exclusiva. Así evitarás problemas legales si otras empresas pretenden apropiarse de ella. Recuerda que en caso de vivir esta situación, es recomendable contar con un seguro para empresas, con el que tendrás el asesoramiento jurídico garantizado, entre otras coberturas. En este post te explicamos cómo patentar una idea, aclarando las diferencias con el proceso para patentar una marca y el registro de la propiedad intelectual.
¿Se puede registrar una idea?
Tal como hemos indicado en la introducción, registrar una idea es perfectamente posible. La única condición es que se trate de una creación totalmente nueva y que no exista ya en el mercado. Al hacerlo, conseguirás el derecho a explotar tu creación comercialmente durante un periodo de tiempo determinado, que depende del tipo de idea que quieras patentar o registrar. Lo explicaremos más adelante.
Marcas y patentes ¿Son lo mismo?
Si estás pensando en patentar una idea es normal que tengas en la cabeza diversos términos relacionados sin tener claro su significado. Cuando hablamos de registrar una idea, lo primero que tendemos a pensar es que este proceso consiste en patentar una marca. Realmente no es así, ¿por qué?
- Patentes y marcas no son exactamente lo mismo, ya que la marca es una de las tantas ideas que podemos registrar o patentar.
- A la hora de registrar una idea de negocio, adquirir la patente de la marca es una de las gestiones más habituales, por lo que podemos llegar a confundir el registro de marcas y patentes. Sin embargo, nos puede interesar registrar elementos diferentes de nuestra idea de negocio, por lo que estaríamos ante otro tipo de patentes.
Cuáles son los pasos para registrar una idea
¿Cómo patentar una idea? En primer lugar, te informamos de que existen dos organismos públicos donde puedes dirigirte:
- Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM), que depende del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.
- Registro de la Propiedad Intelectual, dependiente del Ministerio de Cultura y Deporte.
A continuación te explicamos, en líneas generales, el proceso para registrar una idea paso a paso. No obstante, te recomendamos leer antes las instrucciones que encontrarás en la sección correspondiente de la página web oficial de cada organismo, según el tipo de idea que vayas a registrar. Por ejemplo, encontrarás información detallada sobre cómo patentar una marca en el Manual Informativo para Solicitantes de Marcas que puedes descargar en la sección Marcas y Nombres Comerciales de la página web de la OEPM.
- Define qué quieres patentar con una descripción lo más exacta posible de tu creación, asegurándote de que no existe nada igual. Por ejemplo, si se trata de una marca, puedes dirigirte al localizador de marcas de la OEPM para comprobarlo.
- Presenta una solicitud de patente a través de la OEPM o el Registro de la Propiedad Intelectual, según el tipo de idea que quieras registrar. Esta solicitud debe ir acompañada de los siguientes documentos:
- Datos del solicitante
- Descripción de la idea
- Planos o dibujos
- En este punto, la organización competente revisará si la documentación es correcta y otorgará una fecha de presentación. A continuación, se realiza un examen de comprobación para verificar principalmente que efectivamente no existe ninguna idea como la tuya.
- A continuación, dispones del plazo de un año para presentar la solicitud de patente en otro país si crees que la vas a comercializar a nivel internacional.
- Recibirás un informe de búsqueda de otras ideas parecidas a la que has presentado. Este documento forma parte de lo que se conoce como dictamen de patentabilidad, realizado por un examinador.
- Tu solicitud se publicará 18 meses después de la fecha de presentación. Y, a partir de este momento tienes 6 meses de plazo para decidir si tu proyecto va a continuar y en qué países vas a desarrollarlo.
- El organismo en cuestión examina si tu solicitud cuenta con los requisitos exigidos en el Convenio sobre Patente Europea.
- Finalmente, llega la concesión de la patente, que se publicará en el Boletín Oficial de la Propiedad Intelectual (BOPI) de la OEPM, si es el caso, y la patente entrará en vigor desde la fecha de esta publicación.
¿Qué tipo de patente necesitas?
El tipo de patente que vas a necesitar, dependerá de las características de tu idea y de aquellos elementos de la misma que quieras proteger. En este apartado detallamos los 6 tipos de patentes que existen:
El tipo de patente dependerá de las características y elementos que quieras proteger.
Patente nacional
Si tu idea consiste en la creación de una máquina, un dispositivo o un procedimiento industrial, necesitarás una patente nacional para obtener exclusividad en su comercialización. Las recetas de cocina también son un ejemplo de ideas que puedes registrar bajo una patente nacional. La condición para que tu idea tenga una actividad inventiva y de aplicación industrial. La duración de este tipo de patente es de 20 años.
Modelo de utilidad
En caso de que tu idea sea una mejora de un producto o dispositivo que ya existía, debes registrarla como modelo de utilidad. La duración de esta patente es de 10 años.
Diseño industrial
Si lo que quieres es proteger la apariencia física y la ornamentación de un producto o parte del mismo, necesitas patentar la idea como diseño industrial. Por ejemplo, las patentes de este tipo son habituales en el sector de los muebles, donde pueden destacar productos debido a un aspecto particular que los diferencia del resto. Esta patente tiene una duración de 5 años que se puede prorrogar hasta un máximo de 25.
Es importante destacar, que con esta patente, no estamos registrando como nuestras las características técnicas ni las funcionales del producto en cuestión, para lo cual necesitamos una patente nacional o del tipo modelo de utilidad. Sin embargo, cuando patentamos ideas de estas dos formas no estamos protegiendo la estética del producto.
Marca
Si quieres registrar el nombre de tu negocio o producto, tendrás que patentar tu idea como marca. Sin embargo, por definición de marca, esta idea consiste en un signo que puede componerse de un nombre o de un logotipo que distingue a nuestro producto o servicio de los demás. Por tanto, cuando patentamos una marca, lo habitual es registrar en conjunto un nombre acompañado de un logotipo asociado, fundamental para llevar a cabo futuras tareas de posicionamiento y mejorar nuestra imagen de marca. La patente de marca tiene una duración de 10 años prorrogables de forma indefinida.
Nombre comercial
Este tipo de patente se utiliza cuando queremos registrar el nombre comercial que identifica a nuestra empresa. Es importante diferenciarlo de la marca. Únicamente podemos asociar a nuestra empresa un nombre comercial, mientras que podemos registrar un número indefinido de marcas vinculadas a la misma empresa. La duración de la patente del nombre comercial es de 10 años prorrogables.
Derechos de autor
Las ideas que protegemos como Derechos de Autor consisten en creaciones literarias o artísticas. Por ejemplo, podemos patentar con esta tipología libros, poemas y artículos periodísticos.
En qué consiste el Registro de la Propiedad Intelectual
El Registro de la Propiedad Intelectual es un organismo que depende del Ministerio de Cultura y Deporte, tal como hemos detallado. Se trata de una entidad que se encarga de proteger las ideas intelectuales. Las últimas patentes que hemos visto en el apartado anterior, las de Derechos de Autor, son concedidas por este organismo. Estas son todas las creaciones que puedes patentar en el Registro de la Propiedad Intelectual:
- Obras literarias y dramáticas
- Obras científicas
- Composiciones musicales
- Programas de ordenador
- Obras cinematográficas y audiovisuales
- Obras artísticas
- Obras técnicas y cartográficas
- Obras arquitectónicas
- Bases de datos
- Páginas web y multimedia
- Coreografías y pantomimas
- Actuaciones de artistas intérpretes o ejecutantes
- Producciones de grabaciones sonoras
- Producciones de grabaciones audiovisuales
- Fotografías
- Producciones editoriales y obras inéditas
- Producciones editoriales individualizadas
- Derecho “sui generis” sobre base de datos
Dime cuál es tu idea y te diré qué patente elegir
En definitiva, tener clara la idea que queremos patentar es fundamental para elegir qué patente es la más adecuada para el producto, servicio u obra que vamos a proteger. Por otro lado, es necesario tener en cuenta la inversión que vamos a realizar y el potencial de beneficio económico que nos puede proporcionar. Lo ideal es que te asesores por profesionales como los que puedes encontrar a través de tu seguro de empresa para saber a ciencia cierta qué opción es la idónea para tu proyecto.
Finalmente, debes valorar en qué mercado vas a comercializar tu producto. Las patentes europeas o internacionales están, a priori, reservadas para aquellas creaciones que pueden tener un ámbito de actuación en diversos países.