¿Cómo evitar que los niños tengan pesadillas y hacer que duerman bien?

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Las pesadillas de los niños son habituales hasta los 6 años de edad

 Las pesadillas ocasionales son habituales en los niños, especialmente hasta los 6 años de edad. Más tarde, y a medida que van llegando a la adolescencia, desaparecen. Aunque no son un motivo de alarma, la verdad es que suelen resultar desagradables: a ningún padre le gusta ver como los más pequeños de la casa se despiertan temerosos, sudorosos y agitados.

Las pesadillas reflejan de manera inconsciente los sentimientos del niño ante determinadas situaciones. Se trata, pues, de sueños vividos que le producen sensación de miedo o ansiedad y en los que el pequeño se despierta recordando lo sucedido.

¿Qué puede generar pesadillas en un niño?

Como padres, este debe ser el tema que más nos preocupe, por encima de la sensación de agobio que el niño sienta al despertarse. Deberíamos tener en cuenta que cuando nuestro hijo sueña está reproduciendo en su mente algo que le hace sentir mal.

Las causas de las pesadillas pueden ir desde una enfermedad a la separación de sus padres, o a tener problemas en el colegio que van más allá de un simple enfado entre amiguitos.  A estas edades también son muy impresionables a las imágenes de la televisión y aunque controles que programas puede ver, un simple anuncio de una película de terror puede ser suficiente.

¿Cómo evitar las pesadillas?

Precisamente por ser el reflejo de algo que angustia a nuestro hijo, los padres debemos procurar que el niño supere esta etapa con nuestro cariño y apoyo. Proporcionarle seguridad y tranquilidad cuando se despierte es básico, así como preparar el ambiente antes de acostarlo, para que el pequeño pueda sentirse relajado

Acostar al niño con tranquilidad, cantándole una canción agradable o contándole un cuento y evitando que antes haya hecho actividades que le pongan nervioso – como ver programas de acción en la tele – ayudará a que el niño se relaje. ¿Y por qué no hacer que duerma abrazado a su peluche preferido? ¡Se sentirá más seguro!

Con estas simples precauciones podremos ayudar a nuestro hijo a sentirse más seguro, y por lo tanto colaboraremos a acabar con sus pesadillas.

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