Cómo parar una hemorragia grave

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Los accidentes ocurren en el momento más inesperado y si sabes cómo actuar ante casos de gravedad, como una hemorragia grave, sentirás lo valioso que es tener este tipo de conocimientos.

Lo deseable es que no tuvieras que aplicar jamás una técnica tan importante como un torniquete, pero lo más probable es que, si te encuentras en esta situación, se trate de familiares, amigos o conocidos y realmente agradecerás saber cómo actuar. Aunque, naturalmente, si tienes una profesión de riesgo, viajas con frecuencia o practicas algún deporte, tienes más posibilidades de presenciar un accidente, incluso con personas desconocidas involucradas.

En cualquier caso, cuando hay hemorragias, los primeros auxilios básicos pueden resolver situaciones bastante desagradables y salvar vidas. En este post encontrarás toda la información que necesitas sobre cómo controlar una hemorragia de gravedad.

Pasos para hacer un torniquete: primeros auxilios de urgencia

    • Comprobar si el afectado realmente necesita un torniquete

Esta técnica debe realizarse como última medida en caso de que no cese el sangrado. Por tanto, antes de seguir los pasos para hacer un torniquete es importante aplicar presión con fuerza en uno de los siguientes puntos entre la herida y el corazón: las sienes, el antebrazo, las ingles o la parte posterior de la rodilla. Si al cabo de 15 minutos la sangre continúa brotando y la vida de la persona corre peligro, entonces es el momento de actuar.

    • Tipos de torniquetes. Primeros auxilios para elegir el correcto.

Cabe señalar que únicamente son efectivos cuando el sangrado procede de una herida que se encuentra en una extremidad. Si no cuentas con uno similar a los que incluyen los botiquines de primeros auxilios, puedes usar una tela fuerte pero flexible como una venda, un pañuelo o una camiseta rasgada. El vendaje debe ser lo suficientemente ancho como para que la presión no corte la piel. En cualquier caso, se realiza un nudo corriente unos centímetros por encima de la herida, nunca se debe colocar directamente sobre ésta. En la actualidad, son conocidos varios varios tipos de torniquetes, entre ellos:

– Torniquete make shift: También conocido como torniquete de cambio de turno. Se aplica en zonas como pies, tobillos, manos y muñecas. Normalmente se utiliza algo similar a una cinta adhesiva para detener el flujo sanguíneo. Especialmente cuando se aplica en las extremidades superiores debe ser ancho para no cortar con el propio material.

– Torniquete quirúrgico: Esta técnica se utiliza cuando el afectado ha perdido mucha sangre. Se aplica una venda elástica en un extremo de la herida y una más al otro lado. A continuación se cubre la lesión con un paño. Así, queda preparada para una posterior cirugía.

– Torniquete de emergencia: Se aplica como último recurso cuando la sangre no cesa, taponando la herida con cualquier tela y colocando un objeto alargado en la parte posterior a la lesión, fijándolo con otro vendaje.

    • Comprobar si el torniquete está bien hecho

La falta de pulso en el miembro donde se ha realizado el torniquete es indicativo de que está bien hecho. La sangre también debe dejar de fluir, aunque hay que tener en cuenta que es posible visualizar alguna procedente de las venas hasta que se vacían (las arterias quedan taponadas al instante).

    • Aliviar la presión periódicamente

La presión del torniquete debe aliviarse periódicamente para permitir que la zona reciba el oxígeno suficiente.

Una línea de urgencia para hacer un torniquete a tiempo

Aunque tengas toda la información necesaria, los pasos no siempre están completamente claros ante un accidente de gravedad. Contar con apoyo profesional en ese instante puede resultar de gran ayuda para realizar la técnica con éxito. Además de conocer los pasos para hacer un torniquete, es importante contar con un seguro de accidentes que ponga a tu disposición la asistencia médica en el momento que la necesites.

En Occident, podrás disfrutar de esta cobertura de asistencia médica en centros concertados o hasta un límite determinado en otros centros. También se incluye el reembolso de los gastos de transporte necesarios para rehabilitaciones y curas posteriores.

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