El cuerpo humano se expone a diversas enfermedades a medida que se cumplen años. Sobre todo a partir de los 60 años, afecciones como el Alzhéimer, el Párkinson o la demencia tienen muchas posibilidades de aparecer, así como otras enfermedades óseas o musculares, que resultan incapacitantes a quiénes las padecen. En estas situaciones, evocan a la necesidad de un cuidador de persona dependiente, que en algunas ocasiones suele ser alguien de la familia cercana.
Sin embargo, la atención que requiere una persona que sufre estas patologías, a menudo supera el límite de tolerancia de quien está atendiéndola, causando el denominado Síndrome del Cuidador Quemado. Por esto, y porque casi nunca se puede dedicar todo el tiempo solo al familiar dependiente, se suele recurrir a un auxiliar de ayuda a domicilio, cuya figura está recogida en la Ley de Dependencia.
Si te estás planteando contratar un cuidador a domicilio, o crees que lo necesitarás en el futuro, es importante tener en cuenta algunos detalles fundamentales para escoger a la persona adecuada.
¿Qué debo saber antes de contratar a un cuidador de persona dependiente a domicilio?
Lo primero que se debe tener en cuenta es que el trabajo de un cuidador de persona dependiente es algo que requiere de unas habilidades específicas. No todo el mundo puede hacer esta tarea, y por ello hay que prestar atención a aspectos como:
- Referencias. Si un cuidador a domicilio hace bien su trabajo, contará con referencias positivas de otros a los que haya atendido o esté atendiendo. Este es un punto que puede ayudar para contratar cuidadores de personas dependientes con confianza.
- Credenciales. Algunas enfermedades requieren que el cuidador tenga unas credenciales específicas, como titulaciones o especialización. Otro factor a tener en cuenta antes de decidirse.
- Experiencia previa. Los dos puntos anteriores tienen mucho que ver con este. Cuanta mayor experiencia tenga un cuidador, en mejores condiciones estará para atender a la persona dependiente.
- Conocimientos sobre el caso de la persona dependiente. Algunas enfermedades requieren un cuidado específico, mientras que otras necesitan otra forma de actuar. Si un cuidador ha lidiado ya con una situación, es más probable que pueda afrontarla de nuevo.
¿Y en caso de personas que requieran cuidados especiales?
Mientras que algunas personas solo necesitan cierta ayuda para realizar sus tareas cotidianas, otras necesitan atención para casi todo dependiendo del grado de dependencia que tengan.
Un cuidador de persona dependiente debe estar preparado para:
- Higiene diaria. Puede ser necesario lavar por completo a la persona, bien ayudándola a ir a la ducha o incluso en la cama, cuando se trata de alguien con escasa o nula movilidad. En otros casos tal vez solo necesite apoyo para asegurarse de que realiza las tareas, como lavarse la cara o los dientes, peinarse, etc.
- Alimentación. Muchas personas dependientes necesitan llevar una dieta especial, mientras que otras no pueden tragar bien y los alimentos deben procesarse de manera adecuada. En muchos casos también hay que darles de comer, una tarea que requiere de paciencia. En cualquier caso, un cuidador a domicilio debe estar en condiciones de ayudar a que la persona esté bien alimentada.
- Actividad física. Incluso en casos extremos de grandes dependientes que no pueden moverse, es necesario que tenga cierta actividad física. El cuidador deberá prestar atención ayudando a que haga movimientos, salga a dar un paseo con la persona o haciendo ejercicio en casa.
Debemos ser conscientes de las responsabilidades que se le otorgan al cuidador contratado
Una vez elegido el cuidador de persona dependiente, es fundamental que en el contrato se especifiquen varios detalles. Como si es un contrato de tiempo parcial, completo o de servicio interno, los derechos que se le reconocen como trabajador (regulados según convenio para establecer unos mínimos). También obligaciones como llevarlo al médico, asegurarse de que sigue su tratamiento, comprobar cómo se encuentra de sus patologías o informar a los familiares si su situación empeora.
Lo mejor es que todo esté reflejado en el contrato, incluyendo un período de prueba para comprobar que la persona que atenderá al familiar dependiente se ajusta al perfil que se requiere.
¿Cómo proceder si el familiar dependiente empeora?
En caso de que la situación del enfermo dependiente empeore, será necesario organizar los asuntos y estar preparados para lo que pueda suceder. Siempre es necesario tener una buena comunicación por parte del cuidador y la familia para conocer su estado, y si todo apunta a que la vida del dependiente está a punto de finalizar, aunque sea doloroso, es bueno hacer planes para que todo se pueda realizar de forma adecuada.
El cuidado de un dependiente, una tarea que requiere mucha atención
Cuando una persona se convierte en dependiente, sus necesidades de atención no dejan de aumentar, por lo que es muy importante escoger a la persona o personas adecuadas para que ayuden a mantener cierta calidad de vida.
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