El apetito de los meses fríos
Los cambios de estación nos afectan más de lo que pensamos. Nuestro estado de ánimo y nuestra sensación de bienestar son más inestables durante los meses de invierno. La llegada del frío también aumenta nuestras ganas de comer ¿Pero existe alguna explicación lógica a esto?
Los motivos que aumentan nuestras ganas de comer
La razón más obvia es que nuestro apetito se ve incrementado por el frío, pero no es del todo cierto. La falta de luz en invierno afecta a nuestro cuerpo. En general la temperatura de nuestro cuerpo disminuye, por lo que es el propio cuerpo quien nos pide el aumento de calorías para conseguir mayor calor corporal.
Otra explicación importante tiene su origen en nuestros antepasados. En el pasado, el invierno era una época de subsistencia les llevaba a almacenar grandes cantidades de comida, y por lo tanto a comer con más frecuencia.
También tiene cierto origen emocional. En estos meses del año nuestro ánimo se encuentra más decaído. Esto provoca que nos decantemos por alimentos ricos en hidratos de carbono, dulces y derivados.
Aportar al cuerpo lo que realmente necesita
La clave para compensar este desequilibrio se encuentra en los alimentos. Lo ideal es ingerir alimentos que ayuden a calentar a nuestro cuerpo sin que supongan un exceso de calorías. Algunos alimentos como los cereales integrales, legumbres, frutos secos y otros tipos de cocción incrementan nuestro calor interno. A diferencia del verano, debemos evitar los platos fríos como las ensaladas y sustituirlos por cremas de verduras de temporada.
Los condimentos son otro de los factores importantes en la alimentación invernal. Aderezar los platos con canela, jengibre o nuez moscada es una buena opción.
Con estos consejos es fácil controlar nuestros deseos de comer en exceso en invierno y evitar un futuro incremento de peso. Cuida tu salud durante cualquier época del año.
