El aumento de fenómenos naturales en los últimos meses ha puesto en evidencia el cambio climático y cómo nos está afectado de forma significativa. En concreto, las catástrofes atmosféricas pueden perjudicar a nuestro coche (entre infinidad de aspectos), causando daños leves, moderados o suponiendo incluso la pérdida total del vehículo. También locales y viviendas se han visto afectados, ya que la virulencia del agua y el fuerte viento pueden destrozar todo lo que se encuentran a su paso. Para estar protegido en estos casos es muy importante conocer el alcance de las coberturas de tu seguro de hogar.
En las siguientes líneas vamos a explicar las consecuencias más relevantes del clima en carretera y cómo funciona la protección de tu seguro de coche cuando suceden este tipo de circunstancias.
Desastres naturales: Consecuencias del clima
Los desastres naturales más comunes en nuestro país, son consecuencia de fuertes lluvias y rachas de viento desproporcionado. Estos fenómenos pueden afectar a las vías de circulación de tal manera que cuando los sistemas de alcantarillado se colapsan, se producen las inundaciones, formando ríos en calzadas y carreteras o llenando los garajes de agua. Así, no es extraño que multitud de vehículos se vean afectados. ¿Qué tipo de daños podría sufrir tu vehículo? Presta atención al siguiente punto.
Causas de daños por el clima en el coche
Tu coche puede resultar perjudicado de formas diversas por el clima. A continuación detallamos las causas climatológicas más frecuentes que pueden producir daños en tu vehículo:
- Lluvia torrencial: este fenómeno puede generar fuertes corrientes de agua, dando lugar a un coche inundado o incluso arrastrado a otras zonas de la ciudad de manera descontrolada. Dependiendo de la profundidad del agua y del tiempo que el coche haya estado sumergido, podemos hablar de daños de diferente gravedad:
- Catalizador deteriorado
- Tapicería estropeada
- Chapa abollada
- Rotura del sistema de encendido
- Daños en el propulsor del motor
- Daños en el sistema eléctrico
- Frenos y suspensiones deteriorados
- Rachas de viento fuerte: el viento fuerte podría incluso volcar tu coche, produciendo daños al golpearse, como podría ser en la chapa, en las lunas, en los faros o en los retrovisores.
- Granizo: las granizadas intensas pueden provocar daños en la chapa y rotura de lunas, principalmente.
- Hielo y nieve: las bajas temperaturas pueden hacer que el motor se estropee si el coche necesitaba un cambio de anticongelante.
Coberturas del seguro del coche
Existen varias coberturas que puede incluir tu seguro de coche y que pueden protegerte ante fenómenos atmosféricos:
Pérdida total
Con esta cobertura, en caso de siniestro total de tu vehículo, la indemnización que te corresponde equivale al valor del mismo. Los daños se cubren por esta garantía siempre que la reparación supere el valor del coche y que la causa haya sido una colisión, impacto, vuelco o caída del vehículo, como consecuencia de hechos malintencionados o fenómenos atmosféricos.
Llegados a este punto, es interesante reflexionar sobre el destino de los restos del vehículo en caso de pérdida completa del vehículo. En caso de siniestro total, ¿quién se queda el coche? Cada compañía tiene su propio protocolo en estos casos pero lo habitual es que la aseguradora se quede con los mismos, contemplando su valor en el importe de la indemnización.
Daños a tu vehículo
La cobertura de daños propios está incluida en los seguros de coche a todo riesgo. Ésta te cubre los desperfectos del vehículo en caso de que se hayan producido por elementos externos, como fenómenos atmosféricos o hundimientos de terrenos, puentes o carreteras, entre otras causas.
Conclusiones
Los fenómenos atmosféricos pueden causar cuantiosos daños en tu coche, suponiendo incluso la pérdida total del vehículo. Afortunadamente, si cuentas con una buena compañía de seguros, dispones de coberturas que te protegen ante este tipo de siniestros.