Cuando hablamos de economía, ahorro e inversiones, hay una lista de factores que no siempre se entienden. Lo cierto es que, si no eres un experto en economía, casi nunca entendemos muchos de los conceptos, como los tipos de inflación, pero es importante hacerlo porque está en juego nuestro dinero.
Sí, existen distintos tipos de inflación, y hoy queremos aclarar un poco cómo afecta a la economía, tanto a nivel general como en nuestros bolsillos, para comprender por qué algunas veces parece que los ahorros e inversiones no crecen como nos gustaría.
Causas de la inflación
Antes de ver cómo afecta la inflación en la economía familiar, ¿qué es la inflación, y cuáles son las causas? Para resumirlo un poco, la inflación es la subida de los precios durante un período de tiempo concreto, como norma general un año. Cuando suben los precios, el poder adquisitivo es menor y nuestro dinero nos da para comprar menos cosas.
Hasta aquí todo está claro, pero saber las causas de la inflación es más complicado. Lo podemos simplificar hablando de algunos factores que influyen en los precios:
- Crecimiento de la demanda. Seguro que has oído hablar de la ley de oferta y demanda: cuando un producto tiene más demanda que oferta, los precios suben y viceversa. Esta es una de las causas de inflación más habituales, aunque a veces puede aumentar la oferta y los precios bajan. Por ejemplo, cuando hay una mala cosecha de olivas, el aceite escasea y los precios aumentan.
- Aumento de costes. A veces, el coste de fabricar alguna cosa aumenta porque los materiales con los que se hacen, los sueldos de los trabajadores o los impuestos que se pagan por ellos suben de precio. Podemos poner como ejemplo los combustibles, que suben cuando el precio del petróleo aumenta, y a su vez hace que casi todo suba de precio porque el coste del transporte también es más alto.
- Previsión de inflación. Esto pasa cuando se espera que en breve haya un crecimiento de la inflación, y los precios suben antes cumpliendo la previsión. Es decir, que se espera que el coste de transportar fruta va a subir, por ejemplo, y entonces sube el precio antes para ajustarlo.
Todo esto influye en la economía general, pero también afecta a nuestros bolsillos, como es lógico. Si a un supermercado le cuesta más traer los productos desde las fábricas, subirá el precio. Con el sueldo familiar se podrá comprar menos o no habrá dinero para ahorrar.
Tipos de inflación
En economía se manejan tres tipos de inflación en función de lo grande que sea la subida:
- Inflación moderada: los precios van subiendo poco a poco, y los sueldos también crecen de manera parecida porque hay confianza en que la economía del país va bien. Esto hace que la población apenas note las subidas, o que al menos pueda afrontarlas sin sacrificar su bolsillo. Como es lógico, esta es la situación ideal.
- Inflación galopante: los precios crecen muy deprisa y en un año se pueden ver aumentos significativos, de un 20, 25, 30% o incluso más. Este nivel de inflación afecta a la economía de forma importante, reduciendo la capacidad de ahorro de muchas familias.
- Hiperinflación: un aumento descontrolado de los precios a niveles de locura (algunas veces han llegado a subir un 1000% en un año, incluso más). Se genera una crisis económica muy fuerte, y la economía familiar no puede resistirlo. Países como Venezuela, Argentina o Alemania han vivido situaciones así.
¿Cómo afecta la inflación en la economía familiar?
En resumen, unos niveles moderados de inflación son lo ideal porque significa que la economía aumenta en todos los ámbitos, incluido el de los salarios y nuestras posibilidades de ahorro e inversión. El problema está en que la inflación se dispare, y como consecuencia tanto la economía general como los bolsillos de los ciudadanos se vean afectados.