Son muchas las personas que creen que las sopas no pueden ser nutritivas. En este post vamos a presentarte los beneficios de tomar sopas o cremas, ya que en realidad son muy saludables. Si están bien preparadas, pueden llegar a ser muy exquisitas tanto para adultos como para los más pequeños de la familia.
De hecho, además de mostrarte muchos de sus beneficios, te dejaremos algunos consejos para hacer una buena sopa, crema o caldo y desvelaremos un truco para conseguir que les encante también a los niños, ya que muchas veces son los más reacios a este tipo de comidas.
¿Cómo hacer una buena sopa?
Para que tenga toda la potencia de sabor, debemos de preparar un buen caldo casero para incorporar a la sopa. Es importante sofreír los ingredientes y no solamente cocerlos, ya que esto le aportará un extra de sabor y una textura en boca más agradable. Después de incorporar el caldo y los ingredientes al agua, se lleva a ebullición a fuego alto y se sazona al gusto para luego bajar el fuego (medio o medio-alto). Para darles un mayor sabor, podemos utilizar potenciadores de sabor naturales, tales como hummus, carne de pimiento choricero, tomate concentrado, pasta de curry rojo o, si te gusta el picante, chile o guindilla.
Si preferimos las cremas, después de triturar los ingredientes solo tenemos que añadir un lácteo (leche o nata de coco) para que coja la textura y el sabor clásicos de estas. Se trata de una versión de la sopa que puede ser muy interesante para el verano o el entretiempo.
El problema de estas sopas y cremas es que muchas veces no son atractivas para los más pequeños de la casa. Un truco para que les guste más este plato que concentren su atención en otros elementos que no sean la parte líquida del plato. Por eso es importante jugar con las texturas, y por ejemplo, incorporar unas albóndigas o pasta con relleno te servirá para hacer un plato más atractivo para los niños y, además, te permitirá la posibilidad de incorporar verduras o pescado de manera disimulada.
Beneficios de tomar sopa o crema nutritivas
Además de que suelen ser recetas sencillas y rápidas de preparar, aparte de económicas, las sopas tienen enormes beneficios para la salud. Evidentemente, la sopa aporta una hidratación al cuerpo que no dan otros platos. Son fácilmente digeribles y favorecen una buena salud de la flora intestinal (su desequilibrio es el causante de muchas enfermedades modernas), y tienen una gran capacidad a la hora de saciar las ganas de comer, lo que ayuda incorporarlas en dietas que tienen como finalidad perder o controlar el peso. No se debe olvidar que tienen un efecto antiinflamatorio y antibacteriano, muy positivo en los procesos gripales.
Además, existen recetas con ingredientes concretos que te aportarán otros beneficios para la salud. Por ejemplo, la sopa de pollo, la sopa de ajo y cebolla, la crema de col y verdura, la sopa de miso, etc. Una opción menos común pero igual de sana a la que puedes recurrir es a alguna de estas magníficas sopas polacas. Las posibilidades son ilimitadas siempre que elijamos ingredientes saludables, nutritivos y naturales.
Receta de la sopa de ajo a la castellana
En una cazuela, con el aceite bien caliente, se fríe el ajo hasta que quede dorado. Después, se añade jamón serrano en pequeños tacos cuadrados y rebanadas de pan duro. Se deja uno 3-4 minutos rehogando y se retira del fuego para, posteriormente, añadirle pimentón (dulce o picante, al gusto). Volvemos al fuego, pero ya con una cocción lenta. Lo dejamos otros 3-4 minutos para añadir, en ese momento, el caldo de carne. Se deja a fuego medio o medio-lento durante otros 20 minutos y ya estará lista esta rica sopa de ajo o sopa castellana. ¡Ah! Y no te olvides de corregir de sal y pimienta cuando falten 5 – 10 minutos.
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