- La ansiedad por comer dulces rara vez tiene relación con el hambre como necesidad física
- En realidad, detrás de nuestra ansiedad por comer chocolate suele haber un factor emocional
- Identificar qué desencadena esa emoción que nos lleva a a ingerir azúcar industrial compulsivamente es vital para controlar la ansiedad por lo dulce
Nuestro cuerpo necesita azúcar para poder funcionar y, en ocasiones, esa ansiedad por comer dulces nos puede servir como un aviso que nos lanza nuestro organismo para que ingiramos azúcar pero ¿cómo podemos diferenciar cuándo estamos ante una necesidad física y cuando ante un problema de ansiedad por comer dulces y con la comida?
Si llevas una dieta equilibrada diferenciar el hambre de la ansiedad es fácil: en un 99% estaremos ante una problema emocional que nos lleva a comer para calmar ese malestar, o lo que también conocemos como la ansiedad por comer dulces, o cualquier otro tipo de comida. Para aprender a comer bien, te recomendamos que acudas a un experto en nutrición que te facilitará una rutina semanal basada en la comida que a ti te gusta – nada de una fotocopia que se da de manera indiscriminada a todos los pacientes – y te aconsejará sobre los horarios que debes seguir, cómo debes cocinar esas recetas, etc.
A continuación te facilitaremos una serie de consejos para llevar una dieta equilibrada y después pasaremos a darte unos trucos para evitar esa ansiedad por comer dulces.
Ansiedad por comer dulces: todo empieza por comer bien
Comer bien es una cosa. Estar a dieta es otra y, en muchas ocasiones, no son compatibles. Insistimos en que debe ser un nutricionista el que elabore una rutina alimenticia pero existen ciertas reglas básicas que puedes comenzar a seguir para lograr tu objetivo de alimentarte de una manera sana.
- Nunca debes de pasar hambre
- Come de todo pero ten en cuenta que la verdura debe ser el elemento principal del plato. Al vapor, al horno, a la plancha… da igual.
- No sufras comiendo algo que no te gusta. Tu nutricionista te facilitará las recetas que necesitas para que esto sea así.
- Realizar 5 comidas al día es lo ideal para que llegues a las comidas principales sin mucho hambre
Si, a pesar de llevar una alimentación más o menos equilibrada sigues teniendo esa ansiedad por comer dulces, aquí tienes una pequeña guía con la que combatirla.
Cómo evitar la ansiedad por comer dulces
-
Evita la tentación
Cuando vayas a hacer la compra lleva siempre todo apuntado en una lista y, por supuesto, no metas nada al carro que no esté incluido en esa lista. En el caso que sufras de un episodio de ansiedad por comer dulces y quieres algo de chocolate, te recomendamos el chocolate el 85%. Es el único dulce que puedes comprar.
Si tu problema no está en casa sino en la oficina y en esa máquina vending llena de bollería industrial, ten siempre a mano fruta, un puñado de frutos secos y un sandwich.
-
Bebé agua
Ten siempre a mano una botella de agua y bebé con cierta frecuencia. Las infusiones también nos ayudarán en nuestra misión para paliar la ansiedad por comer dulces, u otro tipo de comida.
-
Identifica qué te provoca la ansiedad
Ya sabemos que no es el hambre lo que te lleva a comer dulces sino que es una emoción. Saber qué la desencadena es vital para aprender a identificarla y neutralizarla. Conseguirlo es un proceso lento, que requiere de trabajo, pero créenos cuando te decimos que es perfectamente posible.
Lleva un registro (una hoja de papel, un documento, un cuaderno, lo que tú quieras) de las veces que sientes ansiedad por comer dulces. En una columna anota qué es lo que ha pasado justo antes de sentir esa ansiedad; en la siguiente registra qué has pensado; y en otra deja constancia de lo que podrías haber pensado. No te preocupes si al principio no sabes cómo rellenar esta columna. Una vez lleves varias semanas anotando todo podrás sacar una serie de datos y conclusiones que te ayudarán a identificar las causas.
Por ejemplo, si detectas que en más de 5 ocasiones has sentido ansiedad por comer dulces cuando tu jefe te ha asignado un trabajo que nunca habías hecho antes, ahí tienes un detonante. Quizá lo hagas de una manera automática, y no te des cuenta, pero esa ansiedad revela que no te ves capaz de sacar el trabajo adelante. Ahora, en esa tercera columna, la que a lo mejor no has sabido rellenar escribe: “soy capaz de hacer esta y cualquier otra tarea que se me asigne. Me costará más o menos pero siempre he cumplido con el trabajo. Además, siempre puedo contar con la ayuda de algún compañero”.
Es muy importante que lo hagas por escrito. Es la única manera de desmontar ciertos pensamientos automáticos que tenemos y que son tan rápidos que apenas nos damos cuenta de que existen.
-
Modifica tus hábitos
Suena fácil pero no lo es. A veces, la ansiedad por comer dulces no viene de una emoción como de una costumbre o un hábito. Imagina que, por ejemplo, todos los días haces una pausa en la oficina para bajar a tomar el café y lo acompañas de un bollo. Puedes intentar pedir solo un café pero el bollo está ahí, ¿verdad? Llamándote. Lo que te proponemos es que rompas por completo esa rutina de bajar a tomar café. Hazlo en la cocina del trabajo, por ejemplo, y lleva tu propio sandwich.
Evitar la ansiedad por comer dulces y por la comida
Identificar nuestros pensamientos y desmontarlos no es una tarea sencilla. Requiere constancia y esfuerzo pero es la mejor solución no solo para evitar la ansiedad por comer dulces sino para mantener una relación sana con la comida. Cuenta siempre con el apoyo de un nutricionista que personalice tu dieta y nunca, jamás, dejes de comer. Saltarte una comida está terminantemente prohibido. Evita los ultraprocesados, aumenta el consumo de verdura y fruta porque, por mucho que hayas leído, el azúcar de la fruta no es perjudicial para la salud.