La vitamina D es fundamental para el buen funcionamiento cuerpo humano. Durante el invierno , es más fácil que nuestro organismo llegue a tener los niveles mínimos de esta, debido a la falta de exposición solar.Y ¿qué sucede entonces durante los meses en los que no recibimos tanta luz?
Afortunadamente, no son pocos los alimentos que tengan vitamina D: consumirlos puede ayudarnos a mantener fuerte nuestro sistema inmune. En este post te indicamos en qué alimentos se encuentra la vitamina D y repasamos todos sus beneficios.
Beneficios de la vitamina D
La vida que hemos llevado durante algunos meses de la pandemia, en los que hemos tenido que adoptar medidas que nos han hecho tener menos horas de exposición al sol, han hecho que muchos no recibamos la dosis necesaria de vitamina D al día. Esta merma lleva en ocasiones a un déficit de esta vitamina en el cuerpo, una falta que puede resultar un problema notable, porque la vitamina D se asocia a la prevención de numerosas enfermedades como la hipertensión arterial, el asma severa, la esclerosis múltiple y el dolor crónico.
Además, la vitamina D actúa de forma paralela al calcio para el cuidado de nuestra salud ósea, por lo que es una estupenda aliada para prevenir la osteoporosis y la artritis. Según estudios recientes, esta sustancia también reduce la probabilidad de padecer varios tipos de cáncer, entre los que se encuentran el cáncer de colon, de páncreas, de mama y de próstata.
Entre los beneficios de la vitamina D también está el fortalecimiento del sistema inmunológico: unos niveles adecuados de vitamina D protegen de forma efectiva del virus de la gripe y el del resfriado común. También contribuye a mantener la función cognitiva, previniendo problemas como la demencia senil o el Alzheimer.
Por todos esos motivos, es importante consumir vitamina D con regularidad. Pero ¿qué cantidad de vitamina D se debe consumir diariamente? La respuesta depende de la edad, aunque los expertos suelen indicar una cantidad media de entre 30 y los 50 ng/ml. de vitamina D en sangre.
Alimentos ricos en vitamina D
Por suerte, la mayoría de la vitamina D se sintetiza a través de la luz solar, por lo que tomar el sol también nos proporciona esta sustancia imprescindible. Sin embargo, la dieta también es importante, especialmente en los meses con menos luz solar. Si nuestro trabajo nos obliga a estar en interior la mayor parte del tiempo, consumir alimentos ricos en vitamina D se vuelve incluso más urgente.
Algunos de los alimentos más ricos en vitamina D son:
- Salmón y otros pescados grasos: Los alimentos con más vitamina D son los pescados como el salmón, la caballa, el boquerón, las anchoas o el atún. Una sola ración de estos pescados es suficiente para consumir la cantidad diaria recomendada.
- Setas: Las setas que han estado expuestas al sol contienen la misma cantidad de vitamina D que los suplementos alimenticios. Aunque a nivel más moderado que los pescados grasos, son un alimento muy útil para consumir vitamina D.
- Huevo: El huevo no solo es una fuente excelente de proteína y grasas saludables, sino que también ayuda a mejorar los niveles de vitamina D.
- Lácteos: La leche y sus derivados contienen vitamina D en un nivel similar al del huevo y las setas. Eso sí, el proceso de fabricación de la leche desnatada también le quita la vitamina D. En muchas ocasiones se vuelve a añadir, por lo que lo más recomendable es consultar la información nutricional.
- Nueces: Estos frutos secos mejoran la salud de la piel, regulan el colesterol y la hipertensión y, además, mantienen los niveles medios de vitamina D. Eso las convierte en el tentempié perfecto para una dieta rica en este nutriente.
La importancia de consumir alimentos con vitamina D
El invierno es la época del año en la que es más difícil mantener los niveles de vitamina D por la falta de exposición al sol, como hemos comentado. Pero por suerte, podemos regular esta falta con los alimentos que la contienen , que además nos ayudarán a llevar una dieta sana, sin alimentos procesados y sin necesidad de llegar a tener que suplementarnos.. Una buena combinación de la exposición solar y una dieta saludable suelen ser suficientes para estabilizar nuestros niveles de vitamina D.
Sin embargo, cada organismo tiene necesidades distintas. Por eso, siempre es importante consultar con un especialista y verificar con un análisis de sangre qué cantidad tenemos de esta vitamina si tenemos indicios de una posible falta. Para llevar a cabo este tipo de chequeo, recuerda que con el seguro de salud asistencia sanitaria, como el de Occident tienes a tu disposición, a través de su amplio cuadro médico, el acceso a una consulta médica para que te hagas una revisión y analítica y detectar posibles déficit de esta y otras vitaminas.