¿Por qué deberías ahorrar desde ya para anticipar la entrada de tus hijos a la universidad? Porque más allá del compromiso como padres hacia nuestros hijos, representa un beneficio. La educación superior de un hijo es una inversión para su futuro. Los costes de manutención como son el alojamiento, comida, gastos de matrícula, seguro, salud y material escolar, representan un desembolso importante. Te explicamos cómo puedes hacer que el camino hacia ese futuro no tan lejano sea más fácil y eficiente desde un punto de vista económico.
Pre-ahorra para la educación
Como los grandes proyectos de nuestra vida, tener hijos es, en general, una decisión que requiere ser valorada pausadamente e implica empezar a ahorrar pensando en su futuro.
Al contrario de lo que ocurre en una situación de emergencia, como una enfermedad o un accidente, todo lo relacionado con la educación de tus hijos es algo que se puede prever. Lo ideal empezar desde antes de su nacimiento o nada más nacer. Llegado el momento, conseguirás tener el dinero suficiente para afrontar esa inversión y así evitar tener que pedir un préstamo estudiantil. Te recomendamos que incluyas en tu vida un seguro de ahorro para poder hacer frente a los planes y gastos futuros.
Márcate metas financieras
¿Cuánto necesitas ahorrar? Dependerá de tus objetivos concretos, pero, por ejemplo, si reservas 50 euros al mes nada más nacer tu hijo, cuando cumpla los 18 años tendrás 10.800 euros, lo que te permitirá gastar 2.160 euros anuales en su educación en un plazo de cinco años.
Potencia tus ahorros
Una vez te hayas mentalizado, tendrás que pensar en potenciar ese colchón que vas guardando. Existen diversas posibilidades para hacer crecer tu dinero.
Inyectar cada mes un dinero en un seguro de ahorro a largo plazo adecuado, te permitirá notar la diferencia al final del proceso. Si cogemos el mismo ejemplo que el anterior, basándonos en un ahorro de 50 euros mensuales y una tasa de interés del 4% anual ganarás, en 18 años, unos 5.000 euros adicionales.
Cómo elegir la mejor forma de ahorrar para los estudios
Si el plazo de ahorro es extenso, puedes aprovecharte de la rentabilidad que ofrecen los periodos prolongados para invertir este dinero.
Existen productos de varios tipos, adecuados para todas las necesidades y con distintos perfiles de riesgo. Son productos en los que se puede hacer aportaciones de manera totalmente flexible. Eligiendo el plan adecuado, conseguirás ofrecerles a tus hijos una educación superior de calidad y que favorezca un buen futuro en el mercado laboral.
Implica a tus hijos
La educación puede ser doble. Aprovecha este proceso para concienciar a tus hijos sobre el valor del dinero y la necesidad de ahorrar para situaciones importantes. Para ello puedes hablarles sobre la importancia del trabajo y el esfuerzo que cuesta ganarlo.
Por otra parte, puede ser de utilidad darles una pequeña paga mensual o semanal para que aprendan a administrarla y que, llegado el caso que quieran comprarse algo, sepan que si lo compran tendrán que renunciar a comprar otra cosa. Así podrán comenzar a tomar conciencia sobre el valor de lo que tienen y lo que puede costar conseguirlo.