El acoso vecinal o blocking es uno de los delitos más recientes del Código Penal. Desde la reforma de la ley, la pena puede alcanzar de tres meses a dos años de privación de libertad o una multa de seis a veinticuatro meses. La introducción de este delito apunta a la forma como afecta al día a día en el hogar: va mucho más allá de las rencillas, incidencias o problemas leves de convivencia entre vecinos.
Sin embargo, para solucionar este problema por vía judicial es importante conocerlo bien y saber cómo demostrarlo. En este post te indicamos en qué consiste exactamente el blocking vecinal, las características del acosador vecinal y cómo denunciarlo si te encuentras en esa situación.
Acoso vecinal o Blocking: ¿cómo demostrar que sufres acoso por parte de tus vecinos?
El acoso vecinal se encuentra regulado en el artículo 172 ter del Código Penal que define el delito de acoso, como una de las conductas basadas en el hostigamiento, la persecución, los insultos, las llamadas telefónicas o cualquier otra actuación que perturbe el desarrollo de la vida cotidiana. Lo que diferencia al acoso vecinal de cualquier otra forma de acoso es el sujeto del delito, que en este caso es uno o varios miembros de la comunidad de vecinos en la que vive la víctima.
Algunas de las formas más habituales que adopta el acoso vecinal son la violencia verbal, el ruido recurrente fuera del horario normal, los actos de vandalismo o hurto en la vivienda de la víctima, las amenazas e incluso la violencia física. Sin embargo, en muchos casos el acoso se puede manifestar de formas sutiles: desoyendo peticiones de cesar el ruido, llamadas constantes, notas en la puerta, etc.
Por eso, para demostrar el acoso vecinal es importante identificar que realmente se trata de blocking y que se produce de forma recurrente e insistente. No es aconsejable intentar utilizar a amigos u otros vecinos como intermediarios, puesto que la situación podría agravarse.
Lo mejor es acudir a las autoridades competentes para resolver el conflicto. Una de las funciones del administrador de fincas es solucionar problemas entre vecinos, desde conflictos relacionados con el seguro de hogar y el de comunidades hasta casos de acoso. Él se encargará de comunicarse con el acosador y advertirle de la posible denuncia.
Si no contamos con un administrador o decidimos emprender acciones por nuestra cuenta, podemos acudir a la justicia. Sin embargo, necesitaremos pruebas fehacientes del acoso. Algunas de las pruebas que pueden ayudarnos a fundamentarel caso de blocking son:
- Testimonios presenciales de otros vecinos afectados
- Informes médicos y partes de baja, si la situación nos ha provocado daños psicológicos o físicos
- Documentación inculpatoria: Fotografías, mensajes de redes sociales, e-mails
- Denuncias previas al mismo vecino, en caso de existir.
Todas las anteriores pruebas son fundamentales para demostrar que existe un hostigamiento deliberado. Aunque la documentación puede ser suficiente, es conveniente que otros testigos del acoso acrediten la situación de acoso.
Denunciar el acoso vecinal
Una vez hayamos hecho acopio de las suficientes pruebas, debemos interponer de inmediato una denuncia ante la policía para que insten al vecino a cesar su conducta. Si el acosador no reacciona ante ello, podemos presentar la denuncia formal ante el juzgado adjuntando todas las pruebas del acoso vecinal.
Una resolución judicial favorable a la víctima de acoso tiene varias consecuencias: una orden de alejamiento para el responsable, la indemnización correspondiente por los daños físicos, psicológicos y materiales causados a la víctima y la constatación pública de la situación que se ha producido. Si las pruebas lo corroboran, es probable que la situación de acoso vecinal no vuelva a producirse en la comunidad.
Características del acosador vecinal
Las características del acosador vecinal son similares a las de otros responsables de delitos similares como el acoso laboral. Normalmente, actúan de forma premeditada y calculada, guardando las apariencias delante de los demás vecinos y procurando ocultar el carácter hostigador de sus acciones.
Aunque puede producirse por varios motivos, la conducta del acosador vecinal suele calificarse como un problema patológico derivado de un desajuste social o psicológico. En general, el responsable de acoso vecinal proyecta sus problemas sobre la víctima y justifica su conducta por el comportamiento de ésta. Ante conflictos habituales en la comunidad, decide tomarse la justicia por su mano y hostigar al vecino en lugar de utilizar los métodos convencionales de mediación o resolución judicial.
Vela por tu bienestar en el hogar
El acoso vecinal es un problema muy grave que no debe tomarse a la ligera. El blocking reiterado y premeditado no tiene cabida en una comunidad de vecinos, y solucionarlo requiere tomar medidas activas. Si el problema no se soluciona dentro de la comunidad, acudir a la justicia está totalmente justificado.
Antes de hacerlo, sin embargo, es fundamental la cooperación de todos los vecinos y de las autoridades dentro de la comunidad, como el presidente y el administrador de fincas, ambos cargos tienen potestad para actuar en situaciones de conflictos vecinales, asuntos administrativos comunitarios y, por supuesto, contextos como el acoso vecinal. Es su obligación hablar con el acosador/a e instarle a cesar. En otro caso, iniciar la vía judicial, interponiendo denuncia ante la Policía. Incoar procedimiento jurídico, presentando esta denuncia formal con pruebas de la situación (testigos). Para velar por el bienestar en el hogar y en la comunidad, es necesario tomar todas las precauciones necesarias: recuerda que el seguro de comunidades te cubre a ti y a tus vecinos ante toda clase de daños e imprevistos.