¿Sabes si debes comer una ostra o una loncha de jamón con la mano o con cubiertos?
¿Cuántas veces te has encontrado ante un plato que no comes habitualmente, y que no sabes cómo llevarte a la boca? Y, además, esto acostumbra a ocurrir en situaciones especiales, en las que nunca estamos solos, como una boda o una celebración familiar. ¿Quieres evitarte el agobio de no saber si puedes comerte una ostra o un canapé con la mano o con cubiertos? Te damos unos consejos de protocolo que te resultarán muy prácticos.
¿Qué podemos comer con la mano?
Los clásicos canapés no requieren de cuchillo y tenedor. Cógelos con la mano y comételos de una vez, siempre teniendo una servilleta a punto en la otra mano para evitar accidentes.
Otro de los clásicos que se come con las manos es el marisco. Como mucho, necesitarás de unas tenazas especiales para romper las partes más duras, pero no hace falta que te obstines en pelar una gamba con el tenedor… eso sí, es recomendable que los anfitriones de la comida tengan a punto unas toallitas para limpiarte las manos, o unos cuencos de agua con limón.
¿Y el jamón? En lonchas finas, siempre respetando un poco de grasa entreverada para que tenga más sabor, y servido a temperatura ambiente será una delicia que podrás disfrutar con tus manos sin problemas.
Un consejo más: en la comida de Navidad, no te compliques la vida intentando coger un mazapán con cubiertos. Los dulces tradicionales se toman con la mano sin problemas. ¡Disfrútalos relajadamente!
¿Cuándo usar cubiertos?
Hay una larga lista de alimentos que puede hacernos dudar sobre cómo cortarlos y llevarlos a la boca. Así, las ostras se comen con la ayuda de un tenedor especial o, en todo caso, de uno de tamaño postre.
En cambio, los mejillones y otros alimentos se pueden comer con un tenedor normal e, incluso, con las manos dependiendo de cómo se hayan preparado. Mención aparte merecen los caracoles, para los que necesitarás un pequeño gancho especialmente diseñado para sacarlos de su concha.
También merece la pena señalar que se usan los cubiertos para poner un poco de caviar sobre una tostada con mantequilla, pero nunca se extiende como si fuera un paté.
Igualmente, es destacable la presentación de las angulas al ajillo, que se sirven en cazuela de barro y con un pequeño tenedor de madera.
Finalmente, no podemos olvidarnos del pescado, para el que deberás usar el tenedor y la pala específicos, si quieres estar a la altura del evento al que estás invitado.
Ahora que ya sabes si estos platos se comen con la mano o con cubiertos… ¡Bon appetit!