En España se registran, de media, más de 70.000 bajas médicas motivadas por alguna causa vinculada a la actividad laboral en una empresa. La vida está llena de imprevistos, por lo que, además de tomar las medidas de prevención de accidentes y enfermedades asociadas a la actividad de tu compañía, contar con un seguro de vida colectivo es una gran solución ante este tipo de imprevistos.
Pese a que una baja laboral puede tener múltiples desencadenantes, dos de los más frecuentes son los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales ¿Tienes clara la diferencia? En este post vamos a profundizar en estos conceptos y además te traemos la clave para su prevención, un tema que te interesa tanto si tienes una empresa con trabajadores como si eres uno de ellos.
Riesgos asociados a nuestro día a día laboral
Si tienes una empresa, es imprescindible que tengas en cuenta que la prevención de riesgos laborales es un deber público, regulado en la Ley General de Sanidad 14/1985, de 25 de abril. Y, por tanto, es posible que las autoridades sanitarias lleven a cabo las inspecciones necesarias en tu empresa para “determinar y prevenir los factores de microclima laboral que puedan causar efectos nocivos para la salud de los trabajadores”. Además, es un deber público proteger y promover la mejora de la salud laboral de los trabajadores.
Los factores que regulan los daños en el trabajador
Luego, es esencial que, como administrador de la empresa, conozcas los riesgos que puedan hacer enfermar a tus trabajadores o influir de alguna manera en su salud y, en consecuencia, tomar las medidas de prevención para hacer frente a dichos efectos.
En general, podemos hablar de dos factores que regulan los posibles daños que puede sufrir un empleado en el desarrollo de su actividad. Están recogidos en la Ley General de la Seguridad Social:
- Los accidentes de trabajo.
- Enfermedades profesionales.
¿No tienes clara la diferencia entre accidentes de trabajo y enfermedades profesionales? ¡Sigue leyendo!
Diferencia entre accidente de trabajo y enfermedad laboral
Seguramente puedes pensar fácilmente en ejemplos de accidente de trabajo y de enfermedad laboral, pero te puedes encontrar con situaciones en que la diferencia no está muy clara ¿Cómo distinguirlos? Te lo explicamos a continuación y te adelantamos que no debes perder de vista el desencadénate que los haya ocasionado.
¿Qué es un accidente de trabajo?
Un accidente de trabajo, al que podemos llamar indistintamente accidente laboral, es “toda lesión que sufre un trabajador por cuenta ajena con ocasión o como consecuencia de su trabajo”. En otras palabras, a la hora de definir un accidente de trabajo es necesario tener en cuenta:
- Cuándo se produce la lesión.
- La causa que la origina.
En este tipo de accidentes se incluyen tanto las lesiones psicológicas o corporales que sufre un trabajador por cuenta ajena durante el ejercicio de su actividad laboral, ya sea en su lugar de trabajo o en el desplazamiento habitual hacia su lugar de residencia.
La indiscutible existencia de lesión y de factor externo
Para que exista la consideración de accidente de trabajo, es fundamental que exista realmente la lesión producida por la intervención de un factor externo y que ésta tenga una relación directa con la profesión habitual que desempeña el trabajador.
Y, ¿una enfermedad profesional?
Se entiende por enfermedad profesional, también conocida como enfermedad laboral, la que se contrae durante el desarrollo de una actividad por cuenta ajena que se encuentre especificada en la Ley y que esté provocada por la acción de los elementos o sustancias que en el mismo texto vienen indicadas para cada enfermedad profesional.
En resumen, para que podamos hablar de que una enfermedad es profesional, debe cumplir con dos requisitos fundamentales:
- La enfermedad debe ser el resultado de una causa de origen laboral.
- La patología en cuestión debe estar incluida en el cuadro de enfermedades profesionales aprobado por Real Decreto.
¿Qué se considera la enfermedad de uno de tus empleados que empeora por el trabajo?
En caso de que uno de tus trabajadores padeciera una enfermedad incluso antes de empezar a trabajar en la empresa y se agrave como consecuencia de su empleo, se engloba dentro de los accidentes laborales. La condición para considerarse como tal es que este empeoramiento esté provocado por elemento o sustancias que intervengan de manera habitual en el desarrollo de la actividad profesional. Esto son algunos ejemplos:
- Sustancias infecciosas y parasitarias: cabe la posibilidad de que el manejo de este tipo de sustancias provoque un empeoramiento en trabajadores con el sistema inmunitario débil como es el caso de algunos pacientes diabéticos.
- Sustancias irritantes para la piel: si un trabajador que padece una enfermedad como psoriasis o dermatitis, tiene que manipular habitualmente este tipo de sustancias para desarrollar actividad, el problema podría agravarse.
- Inhalación de sustancias nocivas: podría agravar la enfermedad de una persona con asma, alergia o insuficiencia respiratoria.
- Carga de materiales pesados: es posible que este tipo de actividad agrave problemas en pacientes con dolor de espalda recurrente o enfermedades como la fibromialgia.
- Atención telefónica constante: hablar por teléfono durante la jornada laboral completa puede agravar problemas de audición.
- Estrés laboral: el exceso de tareas asignadas o de responsabilidad puede hacer que diversas enfermedades psicológicas se acentúen como la depresión o el trastorno bipolar. Así como otras de carácter neurológico como las jaquecas.
- Uso continuado de pantallas: pasar demasiadas horas durante el ordenador puede empeorar problemas de visión, así como dolores en músculos y articulaciones.
Así, los infartos y derrames cerebrales se pueden considerar una enfermedad profesional si ocurren en el lugar de trabajo; pero no son accidentes laborales, ya que no han sido motivados por un factor externo.
El seguro de vida colectivo, clave en la prevención de accidentes y enfermedades profesionales
El riesgo de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales está siempre latente en cualquier empresa, un riesgo que se acentúa cuanto mayor es la plantilla de trabajadores.
Contar con un seguro para empresas te puede aportar múltiples ventajas en caso de que uno o varios empleados se vean afectados por el desarrollo de su trabajo:
- Atención médica para los trabajadores
- Bajo coste
- Flexibilidad en las garantías.
La solución para un riesgo latente en las empresas
Por otra parte, es esencial que la empresa ponga en práctica las medidas de prevención necesarias para proteger la salud de sus trabajadores, ya que se trata de un deber público. En consecuencia, si eres el administrador de una empresa puedes ser sancionado si no cumples con los requerimientos asociados a tu actividad.
Sin embargo, tomar las medidas de prevención de accidentes y enfermedades laborales no es suficiente para eliminar el riesgo, por lo que además es imprescindible que contrates un seguro para empresas que te respalde ante este tipo de imprevistos, que pueden suponer un menoscabo de gran envergadura para tu economía empresarial.
Conclusiones
Es de interés tanto para el empresario como para el trabajador reconocer cuándo se produce una baja médica por accidente de trabajo o por enfermedad profesional. La importancia de tener claros ambos conceptos radica en distinguirlos entre sí pero sobre todo en diferenciarlos de otros tipos de accidentes o enfermedades sobre los que la empresa no tendría ningún tipo de responsabilidad.