El seguro de vida con ahorro es una póliza compuesta por dos tipos de garantías, una de ellas es la de generar un ahorro periódico y regular y la otra es la de establecer un capital de seguro de vida en caso de fallecimiento del asegurado.
Es un seguro complejo, porque cubre dos finalidades: proteger a nuestros seres queridos en caso de que no estemos y protegernos de los inconvenientes económicos que todos sabemos seguro que van a ocurrir.
¿Qué es un seguro de vida con ahorro?
Para poder entender lo que es un seguro de vida con ahorro es necesario explicar dos tipos de seguro.
Seguro de vida
El seguro de vida es un seguro que cubre el posible fallecimiento o invalidez del asegurado. El cliente paga una prima para que se pague un capital si fallece o si sufre una incapacidad.
La finalidad de estas pólizas es tener previsto que la vida puede ser “demasiado corta” para poder atender todos los gastos que se tienen comprometidos. Es un seguro para el ahora, para el presente.
Un buen profesional calcula con el cliente los gastos fijos, que incluyen hipotecas, préstamos, colegios, residencias, gastos de propiedades etc y se determina un capital en función de los años que queramos que esos gastos fijos estén cubiertos. Se trata de que la persona asegurada quede tranquila en caso de que falte.
Seguro de ahorro
En cambio, el seguro de ahorro, tiene como finalidad guardar para el futuro. Se suelen mecanizar pagos regulares, con la frecuencia que el cliente decida al año y se va generando un patrimonio.
Una de las Leyes de Parkinson dice que los gastos aumentan hasta acabar con los ingresos. Es parte de la naturaleza humana usar todos los bienes disponibles. Por eso con este seguro, el recibo pasa por el banco y ya no te permite la posibilidad de gastar ese importe.
Es curioso observar cómo los gastos se adaptan a la nueva cantidad de manera muy rápida.
Los motivos para ahorrar son:
- Protegerse frente a imprevistos: avería del coche, cambio de electrodomésticos… este tipo de situación no podemos preverlas y suelen suceder en los peores momentos.
- Previsión de gastos: gastos que sabemos que vamos a tener que realizar como la compra de una vivienda o de un coche.
- Protección para la jubilación: el sistema de pensiones está en un momento de debilidad y debemos tener prevista una cantidad de dinero extra para poder disfrutar del ocio esos años o bien estar bien atendidos en caso de que sea necesario.
Es posible elegir la estrategia de inversión. Hay muchas opciones, desde la más conservadora, basada en renta fija o bien una opción más arriesgada, basada en renta variable. Se pueden vincular a un tipo de interés que marque la aseguradora o en fondos de inversión, que pueden tener múltiples composiciones de inversión.
Cuando unimos los dos anteriores tenemos un seguro de vida con ahorro. Por un lado, el cliente va ahorrando de manera regular, generando una hucha y con el fondo que se genera se abona anualmente una póliza de vida riesgo con el capital necesario para el cliente en caso de fallecimiento.
Reglas para un seguro de vida ahorro
- A menor riesgo, menor rentabilidad. Es decir, si ahorramos en renta fija, la rentabilidad será baja, pero el valor es más estable y si ahorramos en renta variable, el beneficio puede ser mayor pero existe riesgo de perder lo aportado.
- A mayor liquidez, menor rentabilidad. Esto significa que, si el seguro se puede rescatar con un coste bajo, la rentabilidad será menor por los productos en los que está invertido. En cambio, si el coste de rescate es alto, la rentabilidad será mayor. Ese coste de rescate refleja lo que a la aseguradora le cuesta romper los compromisos adquiridos para dar una buena rentabilidad.
- Si queremos ahorrar a largo plazo, a partir de 10 años de horizonte, es mejor ahorrar en productos con rentabilidad variable porque el tiempo diluye el riesgo.
- En cambio, si tenemos cercana la edad de jubilación o necesidad de rescate, es mejor invertir en valores más conservadores.
- En renta variable, es fundamental entender que rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras.
¿Cómo funciona?
Cuando el cliente contrata un seguro de vida con ahorro, decide:
- La cantidad regular y la periodicidad de los pagos
- La estrategia de inversión
- El capital cubierto en caso de fallecimiento
- Los beneficiarios que percibirán ese importe
Desde el inicio de la póliza, el seguro de riesgo está en vigor y tiene plena cobertura, el cliente va abonando los recibos y generando hucha. Los intereses que se van generando y el capital ahorrado pagan las primas de seguro de vida.
Lo ideal es que la rentabilidad del ahorro permita abonar la prima del seguro de riesgo, quedando intacto el capital ahorrado. Por eso actualmente ante unos tipos de interés artificialmente bajos, es más interesante que se invierta en renta variable. Además, hay que tener en cuenta que ese capital del seguro de vida se puede modificar cada año y reducir o aumentar.
Si el cliente fallece antes del vencimiento contratado inicialmente se abona el capital de riesgo contratado más el importe ahorrado a los beneficiarios designados.
Si la póliza llega a vencimiento, el asegurado percibe todo lo ahorrado más la rentabilidad obtenida. A esta rentabilidad se le aplica una retención del 19% de retención a Hacienda a cuenta del cliente que deberá tributar según su zona de residencia.
Puntos fuertes del seguro de vida ahorro
- Este tipo de pólizas permiten tener en una sola póliza dos coberturas diferentes, por un lado generamos patrimonio y cubrimos un riesgo posible antes de que tengamos ese patrimonio generado.
- La edad es fundamental en un seguro de vida porque afecta a la prima, por eso estas pólizas te permiten hasta que generes una hucha, tener cubierto el posible fallecimiento y cuando haya pasado el tiempo y lo hayas generado, reducir o anular el capital de riesgo porque ya no te hace falta.
- La rentabilidad del ahorro asume total o parcialmente el coste del seguro de vida, con lo que ese beneficio queda exento de tributación en IRPF porque es como si no existiera. Hablamos de beneficio financiero fiscal en estos casos, porque al ir incluido en póliza, el beneficio es tener el seguro contratado, no se hace líquido como tal y no tributa.
- Es una póliza que simplifica la vida al cliente, porque proporciona tranquilidad y estabilidad económica para imprevistos presentes y futuros.
Rescatar el seguro de vida, ¿en qué consiste?
El rescate de un seguro de vida ahorro consiste en hacer efectivo una cantidad parcial o total del importe ahorrado.
Existen seguros de ahorro que cobran un % sobre el importe rescatado. Es un tema que se debe verificar cuando se contrata y es habitual que cuánto más tiempo haya transcurrido desde que se inició el ahorro, los gastos de rescate sean menores o no existan. En caso de rescate total, si se produce antes del vencimiento de la póliza, del importe rescatado se detraerá el coste de seguro de riesgo pendiente de liquidar. En ese caso el capital de riesgo lo tendría abonado el cliente hasta la renovación natural del ahorro.
El beneficio obtenido en el momento de rescate de un seguro de ahorro tributa en el IRPF en la Base Imponible del Ahorro y se retiene el 19% a cuenta del beneficiario.
Consejos para contratar un seguro de vida ahorro
Existe una amplia variedad de este tipo de seguros, por lo que es necesario conocer las particularidades de cada uno y tener en cuenta los siguientes consejos antes de tomar la decisión:
Conocer bien el producto
Primero es necesario tener claro qué es lo que se va a contratar para poder tomar una decisión firme, puesto que existen diversas opciones en el mercado.
Por ejemplo, existen los siguientes:
- Seguros Individuales de Ahorro a Largo Plazo: son similares a un depósito, ofrecen un alto valor de seguridad para la recuperación del capital y del tipo de interés.
- Planes Individuales de Ahorro Sistemático: tienen la ventaja de un tratamiento fiscal óptimo, así como la obtención de una renta vitalicia con el dinero aportado durante su vigencia.
Identificar el perfil de riesgo y los objetivos
Normalmente los seguros de vida ahorro van dirigidos a perfiles con un riesgo moderado. Aunque de cualquier manera se deben analizar las metas propuestas por el cliente, el lapso de tiempo para lograrlas y el nivel de ahorro que se desea asumir antes de contratar algún tipo de seguro.
Análisis de la fiscalidad
Para tomar una decisión como estas es primordial conocer la edad y el nivel de liquidez del asegurado para considerar las distintas alternativas de tributación.
Seguridad y solvencia
El ahorrador o asegurado asume y se hace responsable del riesgo a futuro. Es por ello que debe contar con una capacidad financiera adecuada y solvencia para hacer frente a los pagos. De esta manera la aseguradora podrá mantener sus actividades y el compromiso con todos sus clientes.
Conclusiones
- Todos necesitamos ahorrar. La cantidad y la manera serán personalizadas y requieren de un profesional que nos oriente.
- El cliente debe decidir con qué objetivo quiere ahorrar y establecer una estrategia. Puede valorar tener dos tipos de ahorro, uno más seguro y otro más rentable. Es bueno diversificar y combinar rentabilidad, seguridad y cobertura de riesgo.
- Hay beneficios añadidos a las pólizas de ahorro como son añadir un capital de riesgo, obtener grandes revalorizaciones de lo ahorrado…. que son muy interesantes y deben ser analizadas por un buen asesor financiero.
- Los seguros de vida con ahorro son una opción muy interesante cuando quieres combinar las dos necesidades. Es conveniente planificar el futuro y estar preparado para el presente.