Las embarcaciones pueden ser especialmente vulnerables ante fenómenos climáticos como intensas precipitaciones, fuertes vientos, y mares agitados. La exposición directa a estos fenómenos puede poner en riesgo tanto la seguridad de la tripulación como la integridad del propio barco.
En Occident, te contamos cuáles son las medidas que puedes adoptar para prevenir estos riesgos.
Tormentas y oleaje en el puerto
Como propietario de una embarcación, debes tener en cuenta que los peligros no se limitan solo a las travesías en alta mar, ya que incluso en puerto, tu barco puede estar expuesto a tormentas, oleaje, o fuertes vientos, que pueden causar daños considerables si no está debidamente protegido.
Elegir un correcto amarre para tu barco
Para evitarlo, es fundamental que elijas el tipo de amarre más adecuado, según el tamaño del barco, las condiciones del lugar y el clima habitual. Un amarre eficaz debe proporcionar estabilidad y flexibilidad ante cambios en las mareas o condiciones adversas, reduciendo el riesgo de golpes y daños.
Los muelles estrechos y fijos pueden resultar peligrosos, especialmente durante tormentas, por lo que es recomendable optar por un amarre en un muelle con pilares resistentes y resguardado de oleajes fuertes.
Además, sería conveniente que reforzases todas las líneas de amarre, utilizando materiales de alta calidad como cabos de nylon resistentes, y asegurando suficiente holgura para que el barco pueda ajustarse a las mareas. Utiliza defensas adicionales en las áreas más expuestas del casco y protecciones de rozamiento en los bordes para minimizar el impacto contra el muelle. También puedes emplear varias anclas en distintos puntos del barco para una mayor estabilidad.
Si el puerto no ofrece la protección adecuada, considera la posibilidad de guardar la embarcación en un garaje o parking especializado. Estos espacios resguardan el barco de las inclemencias del tiempo y del deterioro que provoca el ambiente marino, proporcionando una seguridad adicional frente a la corrosión y el desgaste general.
Protección en travesía mientras navegas
Cuando navegas en alta mar, pueden ocurrir diferentes fenómenos climatológicos extremos como tormentas, rayos y niebla, que pueden comprometer tanto la seguridad del barco como la de la tripulación.
Para anticiparse a estos eventos, es esencial seguir los pronósticos meteorológicos. Si ya estás navegando, busca un refugio en aguas más tranquilas o ajusta la navegación según las condiciones del mar reduciendo la velocidad y manteniendo el rumbo estable para evitar maniobras bruscas que puedan poner en peligro tu embarcación.
En caso de tormentas eléctricas, es esencial que instales pararrayos que canalizan la electricidad hacia el agua y disipadores estáticos que prevengan la acumulación de cargas eléctricas en la embarcación. Además, desconectar todos los equipos electrónicos durante una tormenta eléctrica es una medida clave de prevención.
La niebla espesa también representa un peligro significativo, ya que reduce drásticamente la visibilidad y aumenta el riesgo de colisiones con otras embarcaciones o estructuras. Para mitigar este riesgo, es imprescindible que los barcos estén equipados con sistemas de navegación modernos, luces adecuadas y dispositivos de señalización acústica.
Todas estas recomendaciones son fundamentales para garantizar la protección y la seguridad de tu embarcación. No obstante, es necesario contar con un seguro de embarcaciones para tener soluciones en aquellos casos en los que la prevención no es suficiente.
En Occident, ponemos a tu disposición nuestro seguro de embarcaciones, un seguro muy completo y flexible, con el que navegarás tranquilo gracias a las mejores coberturas, que incluyen desde la responsabilidad ante daños causados a terceros hasta garantías tan necesarias como la asistencia náutica o la protección en el caso de daños realizados a la propia embarcación. Este seguro te garantizará navegar con tranquilidad.
