1 de cada 10 personas sufrirá fascitis plantar a lo largo de su vida, al menos una vez. En la población adulta, la fascitis plantar representa el 11-15 % de todas las patologías del pie que requieren tratamiento. La sufren por igual los hombres y las mujeres
Junto a las lesiones de rodilla, la inflamación de la fascia es una de las patologías que más sufrimos. La sensación que provoca puede llegar a ser muy molesta, por lo que si nos sucede es importante saber cuáles son los mejores tratamientos para la fascitis plantar.
Desde fisioterapia, crioterapia, o unas buenas plantillas. Estos son algunos de los tratamientos que aliviarán con creces este incómodo problema. En este artículo te indicamos cómo tratar la fascitis plantar y ponemos de relieve sus causas más habituales.
Qué es la fascitis plantar
La fascitis plantar es una de las causas más habituales de dolor en la zona del talón. Su nombre proviene de la fascia plantar, el ligamento que conecta los dedos con el talón y sirve como soporte a la curvatura de la planta del pie. La fascitis no es más que la irritación e hinchazón de la fascia, que provoca dolor al caminar.
Aunque la fascitis plantar es un problema habitual sobre todo en gente de mediana edad, también es frecuente en oficios y actividades que requieren estar mucho rato de pie: desde camareros a deportistas aficionados o profesionales. El síntoma más común de la fascitis es la sensibilidad y el dolor agudo del talón, especialmente justo después de levantarse tras estar sentado o tumbado mucho tiempo.
La fascitis plantar siempre tiene como origen el estrés excesivo aplicado a la fascia, lo que hace que se desgarre levemente y se inflame. A su vez, este problema puede deberse a varias causas subyacentes en el estilo de vida o el perfil de quien la sufre. Algunas de las principales causas de la fascitis plantar son:
- Pies planos o con la curvatura alta
- Actividad que implica estar de pie todo el rato
- Sobrepeso
- Calzado de tacón alto, desgastado o de talla inapropiada
Tratamientos para la fascitis plantar, ¿cuál es la mejor opción?
Si no se lleva a cabo tratamiento para la fascitis plantar, las consecuencias pueden ser graves. El estrés y estiramiento excesivo de la fascia puede conducir al cuerpo a crear depósitos de calcio para soportar nuestro peso, es decir, espolones calcáneos que pueden llegar a ser muy dolorosos.
La prevención es muy importante, aunque puede ser difícil darse cuenta del problema hasta que se produce. Por ello, saber cómo aliviar la fascitis plantar y cómo se cura puede sernos de gran ayuda. A continuación te indicamos tres de los mejores tratamientos para la fascitis plantar.
Fascitis plantar: fisioterapia
La fisioterapia dispone de numerosos tratamientos para aliviar los síntomas de la fascitis plantar: desde estiramientos a mesoterapia, pasando por ejercicios de tonificación y maniobras para reducir el dolor. Eso sí, suelen ser necesarias varias sesiones; aunque el precio varía en función del especialista, una sesión de fisioterapia suele estar entre los 45 y los 100 euros la hora.
Cuando el tratamiento de la fascitis plantar con fisioterapia convencional no acaba de resolver el problema, puede ser necesario algún tratamiento de fisioterapia invasiva. Uno de los ejemplos más eficaces es la electrólisis intratisular, que contribuye a reparar el tejido y acelerar la curación del pie.
Plantillas
Los especialistas en fisioterapia y ortopedia también pueden ayudar a curar o aliviar la fascitis plantar mediante el diseño de plantillas. Después de tomar medidas del pie y estudiar el alcance del problema, crearán plantillas de descarga personalizadas que nos ayudarán a reducir el dolor provocado por la fascitis.
Las plantillas funcionan gracias a la silicona, que sirve como amortiguador tanto al caminar como al mantener una posición. Las propiedades viscoelásticas del material permiten absorber el impacto y reducir la tensión que se aplica al talón y a la fascia plantar.
Crioterapia
Por último, la crioterapia o uso del frío para la fascitis plantar es un tratamiento de gran utilidad. El uso de gel en tubo, de bolsas con hielo o de objetos como el pulpo de neopreno contribuyen a reducir la inflamación y el dolor.
Si padecemos fascitis plantar, los tratamientos caseros de crioterapia también son útiles: podemos aplicar hielo a la planta del pie con una frecuencia de tres o cuatro veces al día, aproximadamente durante un cuarto de hora.
Acude a un podólogo profesional
Como hemos visto, hay varias formas de remediar o reducir las molestias provocadas por la fascitis plantar. El tratamiento más adecuado para nosotros variará en función de varios factores, como nuestro propio perfil y la medida en que la fascitis afecte a nuestros pies.
Por ello, antes de escoger un tratamiento es importante contar con el asesoramiento de un experto en podología. No olvides que, si cuentas con el servicio de Bienestar y Salud de Occident, tienes acceso a especialistas que te ayudarán a escoger el mejor tratamiento para mejorar tu fascitis plantar y cuidar de la salud de tus pies.
