Como cualquier otro electrodoméstico en el hogar, tu televisor puede sufrir una gran variedad de averías: desde problemas por deterioro hasta fallos eléctricos. Por ese motivo, no es raro encontrarse con la televisión rota y plantearse si es mejor repararla o reemplazarla por una nueva.
Por suerte, si cuentas con un seguro de hogar, es posible que tu póliza cubra los desperfectos sufridos en tu televisor. A continuación te indicamos las averías más comunes en el televisor y si el seguro de hogar cubre un golpe en la TV entre otras situaciones.
Averías en televisores más comunes
Sea cual sea la avería de tu televisor, el primer indicio de que algo no funciona correctamente con él suele ser el empeoramiento de la imagen. Sin embargo, no es el único: también es posible que se apague o se encienda de repente, o que exista algún problema con el sonido o el suministro eléctrico. A continuación indicamos algunos de los fallos más habituales en televisores:
- Golpes y abolladuras: aunque las televisiones modernas ofrecen mucha mayor calidad, son bastante más delicadas que los televisores antiguos. Los golpes en un televisor LCD suelen percibirse por la presencia de líneas de colores en la zona afectada, puesto que el impacto afecta a las luces tras la pantalla rota de la TV.
- Sistema de encendido: Como muchos aparatos del hogar, el televisor consume energía eléctrica, y uno de los componentes a los que más afecta un problema eléctrico es el sistema de encendido. Si tu televisión se enciende y se apaga constantemente o no consigues arrancarlo, es posible que haya un cortocircuito en el transformador, en la fuente de alimentación o el inversor.
- Imagen deteriorada: El deterioro de la calidad de imagen es uno de los problemas más habituales en televisiones rotas. Aunque puede deberse a muchos motivos, lo más probable es que se deba a un fallo en alguno de los componentes eléctricos.
- Pérdida de señal: Es posible que tu televisión pierda canales de TDT que normalmente estaban disponibles. Aunque a menudo el problema puede originarse en la propia emisión de esos canales, no hay que descartar que corresponda a una avería en el receptor de tu televisor.
TV: ¿tiene arreglo un SmartTV quemado?
Una de las formas en las que la imagen puede deteriorarse al producirse una avería es la típica imagen “quemada” en alguna zona de la Smart TV. Si una zona de tu televisor no se ilumina correctamente o muestra problemas para reproducir la imagen, es posible que los LEDs de la pantalla se hayan quemado. Por suerte, pueden ser sustituidos, aunque si el fallo afecta a gran parte del televisor es posible que la reparación sea costosa.
Televisión rota y seguro de hogar: ¿lo cubre?
Es natural preguntarse si una rotura de televisión cubre el seguro cuando contamos con él. Aunque la respuesta depende siempre de la póliza que hayamos contratado, las coberturas más habituales suelen incluir la reparación de un televisor bajo circunstancias concretas.
Por ejemplo, en el caso de pólizas como la del seguro de hogar multirriesgo de Occident, la reparación de tu televisor está garantizada ante daños producidos por fenómenos naturales como una inundación, un incendio, una explosión o la caída de un rayo.
El seguro también protege tu televisión en caso de daños eléctricos, y responde ante los desperfectos provocados por un robo o un intento de robo. Sin embargo, estas circunstancias no son todas las que puede contemplar, por lo que siempre es oportuno consultar la póliza que has contratado para saber que tu televisor está cubierto.
Cuenta con la ayuda de tu seguro
Hoy en día es fácil que los gastos asociados a nuestros electrodomésticos se acumulen por problemas como el consumo fantasma. Por ello, no es de extrañar que queramos estar protegidos ante cualquier daño que sufran electrodomésticos como nuestro televisor.
Por suerte, seguros de hogar como el de Occident cubren los desperfectos de los aparatos de nuestro hogar ante una gran variedad de casos. En cualquier caso, lo más importante es conocer el importe de nuestro televisor y la cobertura de nuestra póliza para poder enfrentarnos a su reparación o sustitución con ayuda de nuestro seguro.
