Una buena capa de pintura es imprescindible cuando hacemos arreglos en casa: tanto si queremos darle un nuevo color a la casa como si queremos deshacernos de la humedad de las paredes, algo con lo que el servicio de Bricohogar del seguro Hogar de Occident también te puede ayudar. Sin embargo, no basta con armarse con un rodillo y un bote de pintura: a menudo es necesario aplicar imprimación en la madera o las paredes antes de pintar.
Aunque es una técnica esencial para asegurarnos un buen resultado a la hora de pintar, todavía hay muchos que no saben qué es la imprimación. En este artículo te explicamos en qué consiste la imprimación, para qué sirve, para qué materiales se aconseja y cómo realizar esta técnica en tu hogar.
Qué es la imprimación en madera
La imprimación antes de la pintura consiste en la aplicación de una capa líquida de sellante en la superficie que se quiera pintar. Dicha superficie puede estar hecha de cualquier tipo de material: desde cartón-yeso a madera pasando por el PVC o el metal galvanizado, entre muchos otros.
El objetivo de la imprimación para pladur, madera o cualquier otro material es siempre el mismo: preparar la superficie para que la posterior capa de pintura se adhiera correctamente y tenga un aspecto uniforme y duradero.
Ello se consigue de diferentes formas en función del material. Por ejemplo, la imprimación para galvanizado le proporciona más adherencia al acero, mientras que la imprimación en madera cubre los poros de este material para evitar que se filtre la pintura.
Además de lo anterior, la imprimación cumple otras funciones. Entre ellas, destacan la protección de las paredes que se encuentran a la intemperie, el endurecimiento de las superficies para la aplicación de pintura y elementos decorativos o el enmascaramiento de las capas anteriores de pintura.
Cuándo se aconseja utilizar la imprimación en madera
Como hemos visto, la imprimación cumple numerosos propósitos de gran utilidad. Por ese motivo, puede decirse que casi siempre es aconsejable aplicar una capa de imprimación. Esto es especialmente cierto en el caso de la imprimación para madera antes de pintar, puesto que sirve para sellar los poros del material y conseguir una capa uniforme.
No obstante, hay ciertos casos en los que puede no ser necesario aplicar imprimación. Por ejemplo, cuando la madera no es virgen sino que ya está pintada, la capa anterior de pintura ya cubre los poros de la pared o mueble. También es prescindible la imprimación en el caso de la restauración de muebles con chalk paint, ya que este material no presenta los problemas de adhesión a la madera de la pintura convencional.
En general, pues, la imprimación en madera se aconseja sobre todo en los siguientes casos:
- Paredes nuevas: La imprimación sobre pintura es especialmente importante en este caso, puesto que la madera virgen es mucho más porosa y puede absorber todo el producto.
- Paredes desgastadas: Aunque las paredes deterioradas no sean tan porosas como las nuevas, es probable que la pintura no se aplique uniformemente a toda la superficie. La imprimación evita este problema.
- Paredes pintadas al temple: La pintura al temple está compuesta por pigmentos terrosos que sueltan bastante polvo. Aunque la imprimación no es estrictamente necesaria si se vuelve a pintar con este material o con pintura plástica, sí es importante cuando se utilizan pinturas más decorativas como el estuco o el esmalte.
- Paredes con humedad: Las paredes especialmente susceptibles al moho o expuestas a los fenómenos meteorológicos necesitan protección adicional. La imprimación especial para ellas es imprescindible para prevenir problemas.
- Paredes desconchadas: Si alguna pared se descascarilla, es probable que tenga yeso muerto, un problema derivado de una mezcla incorrecta del yeso o del exceso de agua. En esta situación, es importante retirar todo el yeso y aplicar una capa nueva junto a otra de imprimación antes de pintar.
¿Cómo realizar la imprimación?
La imprimación en madera es un proceso relativamente sencillo, aunque requiere de cierta preparación. Basta con realizar los pasos siguientes:
- Preparar la madera: Antes de aplicar la imprimación, es necesario lijar la superficie de la madera para que quede lisa. Después de ello, retiramos el polvo y la dejamos lo más limpia posible.
- Mezclar el producto: Es importante no aplicar agua en el envase del producto de imprimación. Antes de usarlo, conviene mezclarlo en el recipiente que vayamos a usar para aplicar la capa.
- Repartir: Con un rodillo o una brocha, repartimos la imprimación sobre la superficie lisa de la madera preparada.
- Secar: Aunque hay imprimaciones que se secan en 2 horas, no está de más esperar alrededor de un día antes de pintar. Si lo preferimos, podemos aplicar una segunda capa antes de la pintura, esperando siempre a que se seque la primera.
Deja tu reforma en manos de profesionales
La imprimación en madera o cualquier otro material es una técnica indispensable para conservar nuestras paredes en buen estado y facilitar la pintura de las superficies de nuestro hogar. Aunque no conlleva muchas dificultades técnicas, puede llegar a hacerse bastante arduo, por lo que es necesario armarse de paciencia.
Si no disponemos del tiempo o el material necesario para aplicar la imprimación, siempre es de gran utilidad contar con un experto en bricolaje.