Úlceras en el estómago: ¿cómo influyen en nuestra salud? Síntomas y tratamiento

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Las úlceras en el estómago son una enfermedad gastrointestinal muy común, pero mucha gente no sabe exactamente cuáles son sus causas, sus síntomas y el tratamiento más adecuado para aliviarlas. Muchas no se detectan hasta que se encuentran en un estado avanzado y pueden derivar en otros problemas más graves, por lo que es importante saber diagnosticarlas a tiempo.

En este artículo te explicamos en qué consiste exactamente una úlcera péptica o estomacal, y repasamos los indicios más habituales para identificarlas. Recuerda que, si piensas que puedes padecer una úlcera, es importante que recurras a un especialista. El servicio de Bienestar y Salud del seguro de decesos de Occident puede serte de gran utilidad ya que te ofrece descuentos en medicina privada.

Tipo de úlceras estomacales

La úlcera de estómago, también conocida como úlcera péptica, es una llaga en el tejido epitelial que puede afectar al estómago o al intestino delgado. En función del lugar en el que aparezca la llaga, se clasifican en dos tipos de úlcera péptica distintos:

  • Úlcera gástrica: La úlcera aparece en la superficie del estómago. Es especialmente molesta porque los jugos gástricos dañan el tejido interno del estómago, que no es tan resistente como el tejido epitelial dañado.
  • Úlcera duodenal: La úlcera se produce en la parte superior del intestino delgado, que conecta con el estómago. Aunque los síntomas y causas son los mismos, una úlcera de esta clase puede derivar en una obstrucción digestiva que impida el paso del alimento al intestino delgado.

Hay tres causas habituales para las úlceras estomacales: el uso excesivo de medicamentos antiinflamatorios, como la aspirina o el ibuprofeno, los trastornos autoinmunes y, con mucha mayor frecuencia, la infección por la bacteria helicobacter pylori.

La úlcera de estómago suele generar molestias intensas, pero si no se trata puede tener efectos perniciosos para la salud. Entre las consecuencias más graves de una úlcera no tratada están:

  • El sangrado interno, que puede derivar en anemia; la peritonitis provocada por una perforación en la pared del estómago,o la obstrucción digestiva del duodeno.
  • La úlcera por helicobacter pylori puede incluso aumentar el riesgo de cáncer de estómago, por lo que es necesario prestar atención a los síntomas y someterse a tratamiento lo antes posible.

Síntomas de las úlceras estomacales

Los síntomas de úlcera estomacal más comunes son los siguientes:

  • Dolor de estómago ardiente: Es el síntoma más común, y suele empeorar después de las comidas y por la noche. La acidez estomacal suele agravarlo, y se caracteriza por aparecer de forma constante a pesar de aliviar el dolor temporalmente mediante antiácidos.
  • Sensación de hinchazón y eructos
  • Intolerancia a la comida grasa
  • Acidez
  • Náuseas

Las úlceras de estómago también pueden manifestarse en otros síntomas menos frecuentes:

  • Como el vómito de sangre
  • La presencia de sangre oscura en las heces
  • La pérdida de peso o la dificultad para respirar

Hay que tener en cuenta que mucha gente que sufre úlceras estomacales es asintomática, por lo que es conveniente acudir a revisiones médicas con regularidad.

¿Cómo se cura una úlcera de estómago?

El tratamiento de la úlcera gástrica depende, sobre todo, de la causa que las provoca. Lo más importante es someterse a él cuanto antes para mitigar los posibles efectos de la úlcera. También es habitual que el médico nos recomiende dejar de tomar antiinflamatorios para evitar que la úlcera empeore.

Si la úlcera tiene su origen en la bacteria helicobacter pylori, el tratamiento suele consistir en la ingesta de antibióticos y los llamados inhibidores de bomba de protones o IBP. Estos últimos medicamentos, que también se utilizan para tratar la hernia de hiato, neutralizan las células estomacales que se encargan de la producción de ácido.

En los casos de úlcera sangrante, mucho menos habituales, es posible que debamos someternos a una endoscopia para que el médico valore el tratamiento más adecuado. Solo en situaciones muy extremas se requieren transfusiones de sangre o tratamiento quirúrgico.

En la mayoría de los casos, el tratamiento permite que la úlcera se cure. Lo más recomendable, no obstante, es tomar todas las medidas de precaución posibles para prevenir la aparición de la úlcera y la infección de la bacteria del helicobacter pylori. Comer verduras de hoja verde, frutas silvestres y alimentos como el yogur con bífidus o la sopa de miso pueden protegernos de la dolencia.

Úlcera en el estómago causada por el estrés

A pesar de lo que se suele decir, los nervios o el estrés no bastan por si solos para causar una úlcera. Tampoco la comida picante por si sola es capaz. Sin embargo, una vez que se sufre este trastorno gastrointestinal, ambos pueden empeorar los síntomas y contrarrestar los efectos del tratamiento.

Esto es porque el estrés reduce la capacidad de nuestro organismo para luchar contra los agentes infecciosos causantes de la úlcera. Estamos hablando de un estrés cronificado en el tiempo.

Para evitar este estrés crónico, además de acudir a terapia psicológica, el deporte o a la alimentación pueden ser grandes aliados. En el primer caso, en este mismo blog ya hemos hablado varias veces de los beneficios de caminar 45 minutos y en cuanto a la alimentación, existen multitud de formas de cocinar sin sal e infusiones naturales que nos pueden ser de gran utilidad.

Ante la duda, acude a un especialista

Por lo general, si llevamos una alimentación saludable y lavamos y escurrimos las verduras antes de comerlas, es probable que estemos protegidos ante la úlcera. Si ya padecemos de este problema, lo más importante es gestionar el estrés: llevar una dieta saludable y alimentarnos con calma utilizando técnicas de mindful eating nos ayudará a prevenir la acidez y el empeoramiento de los síntomas de las úlceras de estómago.

Si la hemos detectado a tiempo, es muy probable que la úlcera desaparezca gracias al tratamiento médico, pero siempre es más recomendable prevenir que curar. Ante cualquier molestia, es esencial que acudamos a un médico de confianza o al especialista de nuestra póliza de seguro para que nos diagnostique a tiempo y podamos reducir los síntomas cuanto antes.

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