¿Cómo se celebra un funeral laico?

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como se celebra un funeral laico

  • Un cuarto de la población española se considera atea, motivo por el cual los servicios funerarios están adaptando sus rituales de despedida.
  • Los funerales laicos dependen de los deseos de la persona fallecida y de lo que sus seres queridos crean conveniente.
  • Es importante contar con el apoyo de profesionales para organizarlo. En Occident lo sabemos: nuestro seguro de decesos cubre el servicio.

Las creencias de la sociedad española se encuentran en un momento de transformación. Los resultados del último barómetro del CIS indican que un cuarto de la población española se considera atea o no creyente, y que la mayoría de los católicos son no practicantes. En este proceso de secularización destaca especialmente la forma de afrontar el fallecimiento de un ser querido. En respuesta, los servicios funerarios están adaptando los rituales de despedida y ofreciendo ceremonias que se ajusten a la creencia de cada persona.

Si crees que una ceremonia laica sería lo más acorde con tus creencias, recuerda que el seguro de decesos familiar  de Occident te permite escoger el servicio funerario que mejor se adapte a tus preferencias.

¿Qué es un funeral laico o civil?

Un funeral laico o civil es un ritual de despedida que no se basa en una creencia religiosa. La ceremonia se centra en celebrar la vida de la persona fallecida como ella hubiera preferido. Por este motivo, no hay dos funerales iguales, aunque suelen tener una estructura similar y ciertas características en común.

La ceremonia laica acostumbra a ser oficiada por un maestro de ceremonias, que no pertenece a ninguna institución religiosa y pronuncia un discurso en honor al fallecido de acuerdo con las peticiones de la familia. El acto suele durar alrededor de 20 minutos, aunque la duración depende de aspectos como la música, las lecturas que se hagan o el número de personas que participan.

Normalmente, la misa laica consta de cinco partes:

  • Palabras de apertura: al inicio de la ceremonia, el oficiante da la bienvenida a los asistentes y les explica el procedimiento del funeral laico.
  • Reflexiones: las personas cercanas al fallecido leen textos importantes para él, poemas y reflexiones sobre la muerte.
  • El tributo: amigos y miembros de la familia recuerdan al difunto y rinden homenaje a su vida.
  • Entierro o incineración: en función de la voluntad del fallecido, a continuación se lleva a cabo el entierro del ataúd o su transporte al crematorio. A menudo se acompaña con música o con unos minutos de silencio.
  • Palabras finales: después del entierro civil o la incineración, el oficiante hace una reflexión final y agradece a los asistentes que hayan participado en la ceremonia.

Por supuesto, esta estructura no es obligatoria. Los familiares pueden cambiar el orden de las partes, añadir otras u organizar el acto de forma completamente distinta, de acuerdo con lo que ellos consideren más adecuado.

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Cómo solicitar un funeral civil

La forma de solicitar un funeral civil no es muy distinta a la de organizar una ceremonia religiosa. El primer paso tras el fallecimiento de un ser querido es notificar al Registro Civil mediante el certificado de defunción. A su vez, esto nos permitirá obtener la licencia de autorización para el entierro o incineración del difunto.

Cumplidos los trámites anteriores, solo queda contactar con una empresa funeraria para que nos ayude a organizar el funeral laico. Cada vez más funerarias ofrecen esta alternativa para personas ateas o agnósticas. Por lo tanto, los familiares de la persona fallecida solo tienen que solicitar una ceremonia no religiosa. No hay ningún problema en organizar un funeral ateo, siempre y cuando se ajuste a la normativa de funerales actual y respete las limitaciones de aforo que establece.

Normalmente, la misma empresa se encarga de poner una sala fúnebre a disposición de los familiares. Sin embargo, también existe la opción de escoger otro espacio permitido por la ley. De la misma forma, la funeraria suele contactar con el maestro de ceremonias para la ceremonia, pero son las personas cercanas al fallecido las que decidirán quién cumplirá esa función.

Al no formar parte de ningún ritual religioso, los funerales laicos no se rigen por ninguna norma fija: todas las decisiones sobre el acto dependen de lo que haya dispuesto la persona fallecida y de lo que sus seres queridos crean conveniente. Por eso, aunque los trámites se parezcan a los de un funeral cristiano, es importante informar a la funeraria sobre todos los detalles de la organización. De esa manera estaremos seguros de que el funeral se lleva a cabo tal y como la persona fallecida hubiera deseado.

La demanda de los funerales laicos

En línea con la secularización de la sociedad española, el número de ceremonias civiles ha aumentado en los últimos diez años. Aun así, los funerales católicos siguen siendo mayoritarios, incluso en gente no creyente. Esto se debe a lo arraigados que están entre la sociedad, pero también a la falta de información sobre funerales no religiosos.

Los funerales civiles han aumentado más en las ciudades grandes, a causa de una mayor presencia de tanatorios. Al mismo tiempo, el carácter no religioso de los tanatorios ha ayudado a distanciar los rituales de despedida de la tradición religiosa. Por eso, no es extraño que dentro de unos años veamos cómo crece incluso más la demanda por funerales civiles hechos a medida.

El funeral laico, un ritual de despedida personalizado

El funeral laico nos permite decirle adiós al fallecido sin importar cuáles son nuestras creencias. Además de ayudarnos a despedirnos, la gran ventaja de este tipo de ceremonias es su flexibilidad. Al desvincularse de la tradición, el funeral civil nos da la oportunidad de personalizar nuestra despedida y homenajear al difunto de acuerdo con sus ideales.

Lo más importante de un funeral no religioso es contar con el apoyo de profesionales para organizarlo. No olvides que el seguro de decesos de Occident cubre el servicio funerario: podrás olvidarte de las gestiones y centrarte en organizar una despedida tal y como la deseas.

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