Tipos de autopsias: cuántas existen y qué información se obtiene a través de ellas

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La autopsia, según la Real Academia de la Lengua Española (RAE) es el estudio y examen de los órganos, tejidos o huesos de un cadáver para averiguar o investigar la causa de su muerte. También cabe señalar que, la RAE describe la autopsia como sinónimo de necropsia y, sin embargo, en la práctica, suele hablarse de necropsia cuando se realiza También se utiliza la expresión examen post mortem para referirnos a cualquier tipo de autopsia en general.

En ocasiones, las causas y el momento exacto del fallecimiento pueden determinar los hechos que van a sucederse después de éste. Por ejemplo, en el caso de homicidios, el fallecido no podrá explicar con palabras quién ha sido el autor del crimen, pero sí puede llevarnos hacia él a través de la autopsia.

Diferentes tipos de autopsias para conocer las causas de un fallecimiento

Aunque en el ámbito científico existen algunos tipos de autopsias que no se corresponden con la definición exacta de la RAE, todas tienen en común el objetivo de determinar las causas de una muerte. Dependiendo de la raíz de las razones que nos llevan a querer averiguarlo, los expertos se decantan por un tipo de autopsia u otro.

  1. Autopsia Psicológica

    A través de la autopsia psicológica puede determinarse el estado psicológico del fallecido en días anteriores, si había tenido consultas o intervenciones médicas, cómo era su entorno, cuáles eran sus aficiones, qué lugares frecuentaba o con qué tipo de personas tenía algún asunto pendiente. Este tipo de autopsia nos puede ayudar mucho a esclarecer las causas de una muerte sin necesidad de tocar el cuerpo.

  2. Autopsia Clínica

    Si la autopsia psicológica no es suficiente para determinar las causas de una muerte, se puede acudir a la autopsia clínica que, practicada en un hospital, ofrece principalmente información sobre la posible evolución que tuvo la sospechosa enfermedad del fallecido hasta desencadenar la muerte.

  3. Autopsia Fetal

    La autopsia fetal es la que se realiza a un feto muerto, aunque si éste es mayor de 20 semanas, pesa más de medio kilo, ha nacido sin vida o ha tenido menos de 28 días de vida fuera del útero, entonces se denomina autopsia perinatal.

  4. Autopsia forense o judicial

    En casos de homicidio o suicidio suele recurrirse a la autopsia forense o judicial. Está marcada por los aspectos legales que rodean al fallecimiento. Se caracteriza por un examen anatómico y una investigación para determinar actos ilícitos. Se suele realizar una autopsia forense cuando hay dudas de si se ha producido un suicidio o un homicidio.

Razones principales para realizar una autopsia

En la mayoría de las ocasiones en que la causa de un fallecimiento no está clara, se solicita la realización de una autopsia, pero hay situaciones en las que las causas pueden resultar más determinantes que en otras. Como se ha mencionado anteriormente, ante la sospecha o la certeza de un homicidio, la realización de un examen post mortem es fundamental por razonas legales.

En otras ocasiones, una autopsia podría ser determinante para evitar complicaciones en la familia o la gente que rodeaba al fallecido, como por ejemplo en casos de enfermedades hereditarias o de fácil transmisión. Incluso hay determinadas enfermedades que solo pueden determinarse a través de la autopsia.

Una autopsia también puede practicarse desde el ámbito académico o de investigación, como en el caso de muertes por enfermedades raras o desconocidas. El examen aporta información muy valiosa para el futuro de la ciencia.

Por su parte, las compañías de Seguros, durante el primer año de póliza de decesos, pueden solicitar información médica sobre las causas de la muerte para confirmar que no existía una enfermedad ya diagnosticada que el asegurado hubiera ocultado en el momento de firmar la póliza.

Si el asegurado no hubiese informado sobre una enfermedad grave al contratar un seguro de decesos, se considera que estaría vulnerando la esencia del contrato del seguro, que es el riesgo, sin el cual la compañía estaría exenta de prestar el servicio por el artículo 10 de la ley del contrato del seguro.

Sobre todo, es importante para las compañías de decesos  determinar la causa de la muerte si ésta ocurre dentro del periodo de carencia, ya que, si se tratase de suicidio, no se cubrirían ciertas coberturas del seguro contratado.

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