¿Qué es el ejercicio aeróbico?
Las actividades físicas categorizadas dentro ejercicio aeróbico, comparten las cualidades muy beneficiosas para el organismo, como son la quema de grasas y azúcares. En ellas, el organismo utiliza oxígeno para la generación de la energía que el cuerpo necesita para mover los músculos. Los ejercicios aeróbicos se basan en la resistencia y se caracterizan por ser de intensidad baja o media y de duración larga. Por ejemplo, los ejercicios isotónicos, en los que se producirían movimientos con poca resistencia pero muchas repeticiones; por ejemplo, el levantamiento de mancuernas.
Los principales beneficios que aportan este tipo de actividades son del tipo cardiovascular, respiratorio así como para el metabolismo y el sistema óseo. De hecho, son ideales no solo para las personas que quieren perder peso, sino para las que quieren prevenir problemas de corazón y en el caso de sufrir de ello, disminuir posibles complicaciones.
Diferencias entre ejercicio aeróbico y anaeróbico
El ejercicio anaeróbico, las sesiones y repeticiones de las series son más cortas, pero se ejerce un mayor esfuerzo debido a que la intensidad es media alta. El organismo no utiliza el oxígeno para generar energía, sino que la extrae de las reservas de nuestro cuerpo; por ejemplo, la glucosa.
Por poner un caso práctico, los ejercicios isométricos. En ellos, se aplica una fuerza mantenida y esta no puede ser superada, como puede ser empujar un muro.
Como principales beneficios son el aumento de la fuerza y resistencia muscular, ideales para abordar las tareas cotidianas del día a día.
¿Qué deportes y actividades nos sirven para hacer ejercicio aeróbico?
A continuación nos centraremos en algunas actividades aeróbicas que puedes ejecutar de forma sencilla.
Una de las ventajas de este tipo de prácticas es que las puedes hacer tanto en la comodidad de tu hogar, como al aire libre y disfrutar de la naturaleza. Puedes incluso ejercitarte con tus hijos.
Caminar, trotar o correr
Es la más común y la que menos recursos necesita. Para lograr un poco más de dinamismo y no caer en la monotonía, se puede jugar con los cambios de terreno e inclinación, respetando siempre la premisa de que han de realizarse sesiones largas y de baja o media intensidad. Ya que de hacer un ejercicio a modo de sprints estaremos efectuando una actividad anaeróbica.
Natación
Los deportes acuáticos como la natación o aquagym son altamente recomendados, especialmente para gente mayor o con problemas en las articulaciones. Se sigue trabajando cardiovascularmente pero con un menor impacto y una mayor resistencia.
En el caso de que queramos reducir aun más el estrés, se puede hacer uso de flotadores especiales para esta actividad, que permitirán que el usuario se pueda mantener mayor tiempo a flote y por ende, pueda ampliar la duración de la sesión.
Ciclismo
Es un ejercicio de bajo impacto que ayuda a aumentar la frecuencia cardíaca y la quema de grasas. En el caso de los niños o adolescentes, está asociado a una actividad grupal que pueden hacer por diversión, ya sea con sus amigos o en familia.
De un modo similar al de la actividad en el agua, el ciclismo permite realizar sesiones más largas sin peligro de que los huesos y articulaciones se vean tan resentidas, sin embargo hay que tener en cuenta, que sobre todo fuera de casa, es una actividad muy exigente para la que hay que subir paulatinamente el grado de esfuerzo y tiempo de entrenamiento.
Zumba
Ten en cuenta que entre los beneficios de los ejercicios aeróbicos esta el de reducir el estrés, mejorar la circulación de la sangre y la respiración, entre otros.
Hacer actividades aeróbicas nos ayuda a tener un equilibrio emocional, ya que al terminar la actividad, libera una serie de hormonas como la serotonina, dopamina y endorfinas, que son responsables de mejorar el estado de ánimo. y nos animan a repetir.
