El momento de perder a un ser querido es traumático. Causa un duelo que puede durar desde semanas a meses, incluso a veces no se llega a superar del todo. En ese momento, cuando alguien que conocemos pierde a un familiar o a un amigo, nos cuesta expresarnos y no sabemos muy bien ayudarlo. ¿Cómo consolar a un amigo que perdió un ser querido? ¿Y a un familiar? ¿Es recomendable acudir a los tópicos para expresar nuestro pésame?
¿Cuáles son las frases de condolencia más indicadas?
Ante esa barrera emocional que nos provoca este tipo de situaciones a la hora de expresarnos, solemos acudir a frases de condolencia recurrentes. Sin embargo, es difícil saber cuáles son las mejores frases para dar el pésame en estas situaciones. La utilización de tópicos como “mi más sentido pésame”, “las personas que queremos no se mueren, permanecen en el recuerdo para siempre” o “sé que esto es terrible para ti, lo siento” puede ser contraproducente, ya que puede darse el caso que la persona que está en duelo lo interprete como una banalización de su dolor e incluso falta de sinceridad.
Es el camino fácil, casi protocolario. Siempre será mejor, pues, guiarse por nuestros propios sentimientos, siendo natural, cercano y comprensivo con el duelo de esa persona.
Cercanía y empatía: lo mejor en estos momentos
Ante esta realidad, siempre conviene ponerse en la piel de la otra persona: ¿Cómo me gustaría que actuasen si yo sufriese la pérdida de un familiar o de un amigo? ¿Me gustaría que me dijesen esas recurrentes frases de pésame a modo tópico? Seguramente la respuesta sea que no, ¿verdad?
Hablamos, entonces, de ser empáticos y cercanos en el duelo. No existe una fórmula mágica ni mensajes de pésame más o menos indicados para consolar a un amigo. Se trata de ser solidarios emocionalmente, no físicamente, aunque esto último también es importante. Ofrecer un paseo, salir a tomar un café para despejarse o llamar por teléfono también son buenas maneras de transmitir todo nuestro apoyo en esos difíciles momentos, dependerá también del tipo de relación que tengamos con esa persona.
El acompañamiento del duelo, si realmente es sincero y lo sentimos como propio, es conveniente expresarlo con acciones y no con palabras; con hechos que demuestran que esa persona nos importa. Será importante, de la misma manera, ayudarle a que acepte la pérdida y que no la reniegue. Afrontar la muerte es la mejor manera de volver a empezar y retomar con fuerza este maravilloso camino que es la vida.