¿Qué es la inhumación de cenizas?

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Qué es la inhumación de cenizas
  • La incineración es el método más utilizado en el mundo desarrollado.
  • Podemos decir que la inhumación es la acción de enterrar un cuerpo.
  • Tanto la inhumación como la incineración están reguladas en nuestro país.
Última actualización: 28-12-2020

La inhumación de cenizas es una opción cada vez más elegida por las familias como destino de los restos de sus seres queridos. No siempre ha sido así ya que, hasta no hace mucho, optar por la cremación implicaba no recurrir a la inhumación.

Hoy en día, la incineración es el método más utilizado en el mundo desarrollado. La mayor parte de las familias optan por esta opción cuando contratan sus seguros de decesos, en parte porque es la forma más ecológica y económica. Además, la incineración da solución a los problemas de espacio que sufren muchos cementerios municipales.

No obstante, si la opción es la incineración, ¿qué hacemos después con las cenizas? Existen varias posibilidades, aunque las más comunes en nuestro país son llevarlas en una urna a nuestro hogar, esparcirlas por el mar o la inhumación de cenizas.

¿Qué es una inhumación?

Para entender qué es la inhumación de cenizas, lo primero que hay que saber es en qué consiste una inhumación. La palabra inhumar procede del latín, en concreto de las palabras in y humus, que significan “en la tierra”. Por tanto, podemos decir que la inhumación es la acción de enterrar un cuerpo.

Aunque suenen similares, debemos distinguir esta acción de la palabra exhumación, ya que el significado de esta es el opuesto. Es decir, que exhumar es desenterrar un cuerpo.

La inhumación ha sido hasta hace poco la opción preferida en España, y de hecho las personas de mayor edad la siguen escogiendo. En parte se debe a convicciones religiosas, ya que la inhumación era la práctica apoyada y recomendada por la iglesia católica.

Otro de los motivos por los que algunos prefieren enterrar a sus seres queridos es la posibilidad de tener un sitio al que acudir cuando quieren llevar flores, o tener un mausoleo donde reposen los restos de toda la familia.

Tanto la inhumación como la incineración están reguladas en nuestro país. Por ejemplo, el acta de inhumación no se puede obtener hasta que no se cuenta con un certificado de defunción firmado por una autoridad, y que marca entre 24 y 48 horas desde la muerte hasta el momento de realizar el entierro o la cremación, salvo determinadas excepciones. También hay normas en cuanto al féretro, los traslados o las condiciones en las que se deben conservar los restos cuando se velan en un tanatorio, por ejemplo.

Inhumación de cenizas: una opción cada vez más habitual

Poco a poco las cosas han ido cambiando, y de las inhumaciones convencionales se ha pasado a la incineración como opción habitual cuando perdemos a un ser querido.

Se opta por esta vía debido a que se trata de un método más económico que el entierro convencional. Además de una opción ecológica, que no genera residuos en el medio ambiente y reduce el espacio que se debe destinar a atender el fallecimiento de seres humanos.

La inhumación es el método más económico y el más ecológico, ya que no genera residuos en el medio ambiente.

Hasta ahora, lo normal tras la incineración era llevar la urna hasta nuestro hogar y tenerla en un espacio reservado para el recuerdo dentro de casa. Pero en muchos casos el duelo se puede alargar e incluso no superarse cuando tenemos a nuestro ser querido delante de nosotros todos los días. Aunque es probable que no se quieran esparcir las cenizas en el mar o en alguna otra parte porque se quiere seguir contando con un lugar al que visitar a este familiar.

Esto ha llevado a que la inhumación de cenizas sea una opción cada vez más frecuente. Así se ayuda a mantener el recuerdo y la memoria viva entre los más jóvenes, hijos demasiado pequeños en el momento de la muerte o familiares que han nacido tras la defunción.

Además, la inhumación de cenizas tiene algunas ventajas frente a la convencional. Por ejemplo, el precio del entierro es menor que el de un nicho tradicional, ya que los columbarios ocupan mucho menos espacio. Incluso se pueden inhumar varias urnas en un mismo hueco, siempre y cuando el nicho esté habilitado para ello. Cada vez que se quiera abrir se necesitará solicitar un permiso, pero es un modo de conservar el recuerdo de varios familiares y poder visitarlos de una vez, en lugar de ir de un lado a otro para presentar nuestros respetos.

Datos cremación en España

España no tiene la tasa de incineraciones más alta de Europa, ya que países como Inglaterra, Alemania o Portugal superan en mucho el porcentaje de cuerpos que se incineran. Sin embargo, sí que está a la cabeza en cuanto a hornos crematorios, en torno a 450. Las CCAA en las que hay un mayor número de hornos son también las que tienen un número de fallecidos superior, con Andalucía a la cabeza (casi 1 de cada 4 hornos españoles se encuentra en esta Comunidad).

La tendencia está en aumento, y se calcula que de cara a 2025, el 60% de los fallecidos serán incinerados. Una demanda que se puede asumir sin problema debido al número de instalaciones con las que cuentan las funerarias en estos momentos, y que es previsible que sigan aumentando.

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Los informes muestran que en los núcleos urbanos la tendencia a incinerar es superior a la que existen en áreas menos pobladas y zonas rurales. En algunas de las primeras ya se incinera al 70% de las personas fallecidas, mientras que en los pueblos la inhumación y la cremación tienen porcentajes bastante similares, aunque la tendencia respecto a la incineración va en aumento.

En cuanto a la inhumación de cenizas, esta tendencia también va en aumento, de forma similar a como sube el número de familias que escogen la incineración. Muchas de ellas prefieren convertir en cenizas el cuerpo de su ser querido, pero aún así quieren mantenerlo en el cementerio.

Otras opciones para las cenizas

Además de informase acerca de qué es la inhumación de cenizas, algunas personas buscan alternativas menos convencionales y un tanto más creativas. Algunas de ellas son:

  • Llevar en un relicario parte de las cenizas. Estas joyas pueden ser colgantes, pulseras o anillos, con un depósito en el que se colocan las cenizas del difunto. Lo bueno es que permite repartirlas entre varios familiares y que cada uno lleve una parte de su ser querido.
  • Crear una joya con las cenizas es otra de las alternativas a la inhumación. Mediante un sistema de alta presión y temperatura se crea un diamante, que después se pule para dar forma y se puede engastar en un collar o un anillo. Es bastante caro, pero una alternativa que muchos se plantean.
  • Plantar un árbol, mezclando las cenizas con tierra y que los restos de la persona proporcionen los nutrientes que permitan el nacimiento de una nueva vida, un árbol con el que recordarla.
  • Hacer un reloj de arena, o mejor dicho de cenizas, usando estas para llenar el reloj. Una manera de crear sensación de infinito, ya que basta con darle la vuelta para que continúe marcando el tiempo.

En Occident sabemos que estas no son decisiones fáciles fáciles. Hay que ponerse en la piel del difunto y tratar de decidir lo más acorde con su personalidad. En cualquier caso, la mejor decisión es contar con un seguro de decesos que proporcione las máximas coberturas. Así podrás recibir la ayuda que necesitas en esta situación tan complicada.

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