¿Cómo explicar la muerte de un ser querido a un niño?

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explicar la muerte a un niño

Uno de los momentos más duros en la vida es la muerte de un ser querido. Lo es para los adultos pero, sobre todo, para los niños. ¿ Realmente sabemos cómo debemos comunicar la pérdida de un ser querido a un menor?

Para los padres puede llegar a ser una situación complicada. Muchas veces, sin mala intención, se dan mensajes que pueden llevar a contradicciones para los menores. Cada caso es diferente, ya que la edad y la relación con el fallecido puede variar su reacción ante la pérdida de un ser querido.

3 consejos para explicar la muerte a un niño

Algo muy aconsejable es comunicárselo. No debemos evitar el tema ya que los menores se acabarán enterando. Es mejor que reciban la noticia de los padres y abuelos que de cualquier desconocido. Desde Occident te daremos unos consejos ante esta difícil situación.

La verdad, ante todo

En muchas situaciones los progenitores evitan hablar con los menores para intentar protegerlos. Pero este es un concepto erróneo, debemos explicarles y hacerles entender que nunca más volveremos a ver a nuestro ser querido.

En este caso la edad del niño es fundamental y tenemos que adaptar el mensaje a cada situación, no es lo mismo un menor de 5 años que otro de 14. Pero debemos contar siempre la verdad en el difícil momento de explicar la muerte a un niño.

Evitar metáforas y mensajes contradictorios para el menor

Explicaciones como: “El abuelo se fue de vacaciones” o “estaba enfermo y ahora duerme tranquilo”, pueden llevar a confusiones. El menor puede entender que su abuelo volverá de vacaciones en cualquier momento, debemos hacerles comprender que la muerte no es pasajera. En la segunda frase, el niño debe distinguir que no todas las enfermedades acarrean la muerte e incluso podría tener miedo a irse a dormir pensando que él o sus padres morirán por irse a la cama.

Debemos evitar metáforas que lleven a contradicciones, si el menor tiene edad para comprenderlo debemos explicárselo de una manera sencilla y breve.

Hacerle partícipe del duelo

Muchos padres para proteger a sus hijos los intentan aislar en esos momentos tan duros. Pero debemos hacerle comprender que esos sentimientos son naturales, preguntarles cómo se sienten y dejarles expresarse. Al alejar al menor podremos lograr que el niño no muestre sus emociones, incluso llegando a pensar que al hablar del tema sus padres se pondrán tristes.

No es necesario que un niño pequeño vaya al tanatorio, ya que en este país se suele velar al muerto con el ataúd abierto y eso puede ser muy impactante si el menor no está preparado. Pero es fundamental que sepa gestionar sus emociones ante la pérdida de un ser querido.

Enfrentarse a la muerte como parte de la vida

Tanto para los adultos como para los niños el hecho de enfrentase a la muerte de un ser querido puede resultar traumático. En caso de un menor existen factores que condicionan este momento, como la relación con el difunto, la edad del menor, si la muerte es consecuencia de una larga enfermedad o aparece de forma repentina. Pero es aconsejable no apartar por completo al niño y darle así la opción de que pueda despedirse, siempre que el menor tenga la edad y madurez suficiente para poder hacerlo.

El menor debe saber cómo superar una muerte y entender que es un hecho universal y definitivo. Para los adultos que piensan en su familia y sus seres queridos existen seguros de vida como de Occident que les dará una gran seguridad y tranquilidad después del fallecimiento. La muerte nos llega a todos y por ello debemos aprender a disfrutar de la vida.

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