10 errores habituales si no sabes cómo usar el lavavajillas correctamente

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errores habituales al usar el lavavajillas

El lavavajillas no solo es un electrodoméstico muy útil para ahorrar tiempo y esfuerzo: también nos ayuda a ahorrar agua y, por lo tanto, a cuidar el medio ambiente y nuestro propio bolsillo. Sin embargo, eso solo es cierto cuando sabemos cómo usar el lavavajillas correctamente.

Aunque parezca de uso sencillo, es muy fácil cometer errores relacionados con el lavavajillas. Desde la elección del más adecuado para nuestro hogar hasta la colocación de los platos, es importante saber exactamente cómo usarlo para sacarle todo el partido posible. A continuación te indicamos los fallos más comunes a la hora de usar este electrodoméstico.

¿Cuáles son los errores más habituales si no sabes cómo usar el lavavajillas?

Incluso llevando tiempo utilizando un lavavajillas, puede que tengas dudas sobre el funcionamiento de ciertos programas de lavado, o si estarás sacando todo el partido al aparato. ¿Cómo elegir el lavavajillas más adecuado? ¿Cómo se colocan los cubiertos y los platos? Presta atención a los siguientes consejos para resolver las dudas más frecuentes y lavar tu vajilla correctamente.

Error 1: No elegir el lavavajillas correcto

Con frecuencia, a la hora de comprar un electrodoméstico tenemos muy en cuenta el precio a la hora de decantarnos por uno u otro modelo, creyendo que ahorramos dinero si elegimos el más económico. Pero a veces esto no es así ni tan sencillo, pues un lavavajillas barato y de baja calidad, a la larga nos puede salir más caro ya que los lavavajillas de baja calidad no distribuyen el agua correctamente, y gastan mucha más electricidad que los electrodomésticos de confianza.

En la práctica, eso significa que acabaremos pagando más tarde el dinero que nos hayamos ahorrado, Por tanto, te recomendamos tener en cuenta una serie de puntos y prestar atención a las especificaciones técnicas del electrodoméstico antes de decidirte por comprar uno u otro. Así mismo, en su uso diario, es conveniente también tener claro cómo es su uso óptimo para sacar todo el partido al aparato.

Error 2: ¿Cuánto y dónde se echa el abrillantador del lavavajillas?

El abrillantador cumple dos propósitos distintos: reducir el agua para acelerar el secado y combatir el efecto de los residuos de detergente durante el aclarado. Esos dos efectos generan una capa protectora que hace que los platos salgan más brillantes. Sin embargo, echar demasiado puede hacer que el lavado no sea eficiente.

Por eso, es imprescindible saber cuánto abrillantador hay que poner y dónde hacerlo. Para ello, es necesario consultar las instrucciones de nuestro electrodoméstico. Por suerte, muchos lavavajillas tienen un indicador óptico en el depósito del abrillantador. Es importante echarle un vistazo para saber la cantidad necesaria.

Error 3: ¿Cómo poner los cubiertos en el lavavajillas?

Es uno de los errores más habituales: colocar los cubiertos y platos al azar, dejando que se amontonen. Es importante seguir las instrucciones del fabricante para colocar platos y cubiertos, aunque normalmente la vajilla más grande se coloca en la bandeja interior para aprovechar el espacio.

Además, hay que procurar que el agua se reparta de forma equitativa. Para ello, es crucial no apelotonar los cubiertos, de forma que el líquido llegue a todas partes y el lavado sea uniforme.

Error 4: ¿Es necesaria la sal en el lavavajillas?

El agua del grifo suele llevar mucha cal, por lo que la sal es imprescindible para evitar acumulaciones de esta sustancia. La calcificación hace que el lavavajillas se caliente en exceso, consuma más electricidad y se estropee.

Por ello, es más prudente no ahorrar en sal y aplicarla aunque el agua no contenga mucha cal: su efecto será aún más eficaz. Aunque gastemos algo más, nos ahorraremos la compra de uno nuevo.

Error 5: Prelavar los platos

Prelavar los platos hace que gastemos más agua de forma innecesaria. El lavavajillas puede gestionar las manchas, así que solo debemos preocuparnos de retirar los restos que puedan obstruir el electrodoméstico. Para hacerlo, basta con quitarlos con un tenedor o una espátula de goma.

Error 6: No usarlo de acuerdo con las necesidades propias

A la hora de elegir un lavavajillas, es importante tener en cuenta nuestra propia situación: no es lo mismo vivir solo que en pareja o compartiendo piso. Si solo hay dos personas en la casa, es mejor acumular platos a lo largo de unos días y activarlo cuando esté lleno. Incluso si no tenemos mucha vajilla, es más económico y sostenible comprar unos cuantos platos más que utilizar el lavavajillas para un par de platos.

Error 7: Colocar copas finas

Vale la pena lavar a mano las copas muy finas: a no ser que estén muy bien colocadas y espaciadas, es probable que se rompan o se dañen. Además, las manchas en forma de gota no deben llevarnos a lavar una y otra vez las copas para quitarlas: no son necesariamente manchas de cal o suciedad, sino que pueden ser restos de minerales que contiene el agua.

Error 8: Dejar que entre detergente

Es muy poco recomendable que el detergente para el lavado a mano entre en el lavavajillas. La razón principal es que el detergente genera una gran cantidad de espuma que interfiere en el lavado, Por ello, si hemos lavado algo con detergente, es importante aclararlo a fondo antes de ponerlo en el lavavajillas.

Error 9: Lavar moldes y porcelana delicada

La temperatura del lavavajillas puede estropear nuestra vajilla si no prestamos atención. Por ejemplo, los moldes suelen requerir temperaturas más frías, mientras que los platos de porcelana pueden romperse con facilidad. Es importante consultar las instrucciones y tratar con cuidado los utensilios más frágiles.

Error 10: Mantenimiento

Un mantenimiento adecuado es imprescindible para el funcionamiento del lavavajillas. Aunque se lava por sí solo cuando lavamos los platos, es necesario revisar la limpieza de los filtros y quitar los residuos que queden. Sobre todo, hay que evitar el uso de estropajos metálicos y productos abrasivos como la lejía, porque pueden dañar el lavavajillas de forma irreversible.

Alarga la vida útil de tu lavavajillas

Hacer un uso correcto del lavavajillas no sólo ayuda a mantener la vajilla más limpia: también contribuye a prolongar su vida útil y beneficia al medio ambiente, mientras además podemos ahorrar en consumo de energía. Si tienes en cuenta los consejos anteriores y realizas un mantenimiento adecuado del electrodoméstico, podrás disfrutar de él mucho más tiempo y contribuirás a la economía circular.

Aun así, es posible que el lavavajillas se estropee por motivos como un fallo eléctrico o un accidente. En esos casos, tendrás que acudir al servicio técnico oficial, o a un reparador. En ocasiones puede resultar cómodo y de gran ayuda contar con coberturas dentro de tu seguro de hogar que te puedan cubrir este tipo de averías, daños eléctricos a consecuencia de un siniestro en tu vivienda. Para ello, recuerda que con seguros como el seguro de vivienda de Occident, puede que tus electrodomésticos estén cubiertos por un seguro de hogar, en caso de siniestro del que tenga que hacerse caso la compañía.

 

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