Contar con ahorros es fundamental para enfrentarse al futuro: en la actualidad, la gran variedad de planes de pensiones y fondos de inversión permiten invertir nuestro capital en un producto hecho a la medida de nuestras necesidades.
Sin embargo, no siempre es fácil saber cuándo, cómo y en qué depositar nuestra confianza. Para ello, es de gran ayuda contar con la experiencia y el conocimiento de un asesor financiero. Esta figura no solo se utiliza a nivel empresarial: cada vez más ciudadanos confían en un asesor para diversificar sus inversiones y garantizar su futuro.
En este post, te contamos los motivos por los que un asesor financiero puede ayudarte a cumplir tus objetivos de ahorro e inversión. También te indicamos cuánto cobran y las formas de colaboración más habituales.
¿Motivos por los que necesitas un asesor de inversión o financiero?
A grandes rasgos, un asesor financiero puede definirse como un especialista que se dedica a la gestión económica y financiera de su cliente, en función de sus ingresos y de sus objetivos particulares. Aunque a menudo se confunde con el agente financiero, el asesor se caracteriza por seguir los objetivos del cliente de forma periódica, y ayudarle en la toma de decisiones con regularidad.
Hay muchos motivos por los que tanto empresas como particulares cuentan con un asesor de inversión. Entre ellos, los más destacados son:
- Información sobre productos financieros: La inversión en productos financieros es una tarea complicada, que requiere de conocimientos de economía en constante actualización. El valor principal del asesor financiero está precisamente en su amplio conocimiento de los productos de inversión y la gestión económica. Con su asesoramiento, es probable que podamos optimizar el uso de nuestro patrimonio y obtener beneficios más rápidamente.
- Planificación financiera personal: Nuestras preferencias de inversión no serán las mismas que las de una persona con una situación económica distinta. Los objetivos también varían en función de factores como la edad o incluso la formación académica.El asesor financiero tiene en cuenta nuestro perfil concreto y nuestra situación financiera, y los utiliza para configurar un paquete de inversión que se adapte a nuestras necesidades concretas. Incluso si cambiamos de idea y queremos realizar un traspaso de plan de pensiones, la información que nos brinde el asesor puede llevarnos a tomar decisiones más informadas.
- Alternativa al asesoramiento bancario: Escándalos bancarios como los relativos a las cláusulas suelo o las preferentes han generado desconfianza respecto de las entidades bancarias. Ante este cambio en la percepción del público, cada vez más personas optan por contratar a un asesor financiero independiente, lo cual nos garantiza que no existan posibles conflictos de intereses.
- Diversificación de inversiones: Otra gran ventaja de contar con un asesor financiero es que tiene acceso a información exclusiva. Los asesores independientes pueden ofrecer un catálogo más amplio de productos de inversión, que no están ligados a una gestoría en particular. Gracias a ello, podemos diversificar los productos en los que invertimos y conseguir mayor rentabilidad a partir de nuestro capital.
- Mayor tiempo y tranquilidad: Por último, pero no por ello menos importante, depositar nuestra confianza en un profesional nos brinda una mayor seguridad de cara al futuro. Invertir nuestros ahorros es una tarea difícil y arriesgada si no tenemos conocimientos suficientes, por lo que contar con la ayuda de un experto nos garantiza que nuestro capital está en buenas manos.
¿Cuánto cobra un asesor financiero?
Es importante saber cuánto cobra un asesor financiero antes de lanzarse a contratar a uno. Como es natural, cada uno escoge sus propias tarifas en función de varios factores como la reputación, el tiempo que nos dedica y el contrato de asesoramiento que establezcamos. Por ello, es más fácil entender cuál es la tarifa media de un asesor si exploramos las formas de cobro.
Las formas de pago más habituales de los asesores de inversión son las siguientes:
- Factura por asesoramiento: Esta es la forma más común de pago. Aunque las tarifas varían en función del servicio que realicen, se suele establecer un porcentaje de cobro entre el 0,15% y el 1% del capital invertido.
- Cobro por hora: Esta forma de pago también es frecuente cuando se realizan servicios puntuales de asesoramiento. Los precios oscilan entre los 200 y los 600 euros, en función del tiempo dedicado al cliente.
- Pago fijo mensual: Si queremos contar con asesoramiento constante y periódico, también existe esta posibilidad. Su principal ventaja está en que no depende de los beneficios que obtengamos: siempre pagamos una tarifa plana aunque nuestro capital aumente.
- Comisión por productos de inversión: Cuando un asesor nos ofrece un fondo de inversión, es posible que prefiera recibir un ingreso por la comisión de gestión del fondo, que dependerá del dinero que hayamos invertido nosotros.
- Comisión por actividad: En esta última forma de pago, se establece una relación directa entre los beneficios del inversor y los del asesor. Cuanto más crezca el capital invertido, más beneficios obtendrá el asesor financiero. La ventaja principal de esta forma de pago es la mayor confianza: obviamente, el asesor buscará las inversiones más beneficiosas tanto para él como para nosotros.
Una buena inversión a largo plazo
Contratar a un asesor financiero no siempre es fácil: el desembolso que supone puede hacernos pensar que es un gasto más, y que las ventajas que ofrece no compensa la inversión que realizamos. Todo lo contrario: invirtiendo por nuestra cuenta, es probable que invirtamos en productos poco rentables, mientras que un asesor financiero hará inversiones de mayor rentabilidad en menos tiempo.
Eso sí, recuerda que para invertir tu patrimonio primero debes contar con un buen plan de ahorros. Recuerda que el seguro de ahorro PIAS de Occident te permite un ahorro garantizado, que te permite rescatar el capital invertido cuando lo necesites.