La responsabilidad de los padres sobre los actos de sus hijos es un tema que acostumbra a ser bastante complejo.
Esta responsabilidad se establece tanto en el código penal como en el civil. La forma en que se regule dependerá, en parte, de la acción cometida por el hijo o hija, así como de la edad de mismo.
En este caso, la vía penal se aplica cuando se comete un delito tipificado en el Código Penal y el infractor tiene entre 14 y 18 años. En este caso, la Ley Orgánica de Responsabilidad Penal del Menor indica que hay responsabilidad solidaria de los padres o tutores legales del menor.
De igual manera, se considera que el daño causado es responsabilidad de los padres en los casos en que el hijo es mayor de 18 años, pero se encuentra bajo su tutela y vive con ellos, siempre que la acción haya sido por negligencia o culpa de los padres. En estos casos, es recomendable también tener una responsabilidad civil incluida en el seguro de hogar que te respalde en estos casos.
Por otra parte, la vía civil se aplica en los casos en que el hijo es menor de 14 años o bien si es mayor de 14 pero menor de 18 y no hay delito en la acción que causa daños personales o materiales. En estos casos, tal y como se indica en el artículo 1903 del Código Civil la responsabilidad es de los padres. Aun así, pueden liberarse de esa responsabilidad cuando prueben que hicieron lo posible para evitar el daño.
Según el Código Civil, tenemos la obligación de hacer frente a los daños causado a otros, bien sea por culpa o negligencia. Cuando los hijos son menores de edad y producen daños materiales o personales sobre otros, corresponde a los padres o tutores legales responder ante las personas perjudicadas para resarcir el daño. La responsabilidad en estos casos se basa en la culpa propia de los progenitores por omisión de los deberes de vigilancia y control de los hijos menores de edad. En este post vamos a ver algunos ejemplos en los que los padres o tutores son responsables de las acciones de sus hijos.
¿Qué actos de los hijos se consideran responsabilidad de los padres?
Existen determinadas situaciones producidas por nuestros hijos que pueden parecer chiquilladas o gamberradas pero que, al mismo tiempo, pueden acabar por provocar perjuicios que acarreen una indemnización importante.
- Un ejemplo es el de personas que han perdido la visión en un ojo como consecuencia de un balonazo provocado por un menor.
- Los casos de accidentes debido a pelotas o balones que se escapan son bastante frecuentes cuando hay niños o adolescentes de por medio.
- Incluso hay ejemplos de accidentes de tráfico ocasionados por una pelota que se cuela de manera repentina en la carretera.
- También ha habido sentencias que han responsabilizado a los padres por incidentes con petardos en fiestas.
Cuando se trata de daños personales, la cantidad a indemnizar puede llegar a ser bastante elevada, para poder cubrir los gastos sanitarios y/o situaciones irreversibles consecuencia del incidente.
Los accidentes domésticos producidos por los más pequeños también pueden ocasionar daños en terceras personas. Por ejemplo, los grifos abiertos que producen desperfectos en la vivienda del vecino por humedades.
Cualquiera de estos accidentes es responsabilidad de los padres o tutores.
Hay muchos tipos de acciones que pueden ocasionar daños a terceros, otro ejemplo es aquellos daños producidos por las mascotas. Si un perro muerde a otro en el parque y el accidente implica un gasto veterinario, el responsable de la mascota que provoca el daño, debería cubrir el coste.
Es difícil tener en control de todas las situaciones que pueden acarrear daños a terceros. Por este motivo, contar con un seguro de responsabilidad civil puede hacer que vivas con más tranquilidad al poder hacer frente a pagos imprevistos de cantidades bastante altas por indemnizaciones o denuncias.