Los seguros de salud para niños, la mejor garantía para el bienestar de nuestros hijos
Si a todos los adultos nos preocupa nuestra propia salud, más aún nos preocupa la salud de nuestros hijos. Durante la infancia, especialmente durante los primeros meses de vida, bebés y niños son más propensos a caer enfermos, por lo que las visitas al pediatra son frecuentes. En el mejor de los casos, se trata sólo de seguir el calendario de vacunas y de revisiones, pero no siempre es así. Por suerte, los seguros de salud para niños cuentan con coberturas especiales para proteger lo que más te importa, la salud de tus hijos cuando no pueden disfrutar de ella.
Los seguros de salud protegen a tu hijo desde la concepción
Los seguros de salud tienen un propósito muy humano y es que están orientados a ayudarte a cuidar de tu familia, incluso desde el momento en que decides empezar a formarla. Las pólizas de salud más completas incluyen la posibilidad de que la mujer embarazada pueda recibir tratamientos terapéuticos de preparación al parto que le ayuden a afrontar mejor el momento de dar a luz a su hijo.
¿Y una vez que el niño ha nacido? La primera cobertura que activará tu seguro médico privado es el servicio de neonatología, una rama de la pediatría que cuida a los recién nacidos durante los primeros 28 días de vida. La neonatología es una especialidad especialmente importante para bebés que nacen prematuros, con peso bajo u otro tipo de complicaciones.
Cuadro médico, puericultura y pediatría
Otras de las especialidades incluidas en un seguro de salud dirigido a niños son la puericultura y la pediatría, que se encargarán de ver crecer sanos a nuestros hijos desde los primeros años de vida hasta la adolescencia. Como asegurado, podrás acceder a consultas médicas de medicina primaria sin necesidad de esperar largas listas de espera y con atención telefónica 24 horas.
Otra gran ventaja de los seguros de salud para niños es la posibilidad de salir del cuadro médico. Aunque tu aseguradora cuente con un equipo de profesionales médicos especializados en pediatría, logopedia, oftalmología o psicología, entre otros, y puedas elegir a cuál acudir; salir del cuadro médico siempre te permitirá mantener a tu pediatra de confianza o acudir a tu médico más cercano, incluso aunque no mantenga convenios con tu aseguradora.
Otras coberturas de gran valor que podemos contratar en favor de nuestros hijos cuando estos están enfermos, es la posibilidad de acudir a otro profesional en busca de una segunda opinión médica para una dolencia grave o, en caso de ser hospitalizado, la posibilidad de disponer de una habitación individual con cama de acompañante. Estas coberturas ayudan tanto a ofrecer más garantías a los padres sobre la salud y bienestar de sus hijos, como a ofrecer más tranquilidad a los más pequeños, que pueden sentirse asustados o incómodos al tener que ser ingresados.
El seguro dental para niños
A la hora de escoger qué seguro de salud contratar para nuestros hijos, un buen criterio para decidir es comprobar si la póliza incluye o no seguro dental infantil. Tener una buena salud bucodental durante la infancia, cuando puede ser más probable un exceso de azúcar en la alimentación de los niños, es especialmente importante para poder mantener la boca en buen estado en la etapa adulta.
Una buena cobertura dental infatil ayudará a terminar de ofrecer las máximas garantías de bienestar para tus hijos gracias a la odontopediatría y a un plan infantil de prevención y tratamiento en dentición definitiva.
Un seguro de salud para niños, garantía de futuro
La salud de nuestros hijos, especialmente durante los primeros años de vida, es algo muy delicado. Para proteger lo que más te importa, lo seguros de salud te ayudan a prevenir y corregir problemas en su desarrollo y te acompañan en todo momento para que puedan crecer sanos.