Grados de minusvalía: cuáles son, baremos y beneficios fiscales

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Tabla de grados de discapacidad

Cuando sufrimos algún tipo de discapacidad es importante conocer el grado de la misma, ya que puede llevar asociadas numerosas ventajas interesantes, como las relacionadas con desgravación de impuestos.

En este post vamos a explicar al detalle los distintos grados de minusvalía reconocidos legalmente para indicar a continuación qué beneficios le corresponden a cada una y cuál es la mejor manera para tratar una discapacidad. ¡Toma nota!

Los grados de minusvalía: tipos más comunes

Los grados de minusvalía sirven para medir el nivel de dificultad que las personas tienen para realizar las actividades del día a día y para integrarse socialmente. La medición se realiza en porcentajes y se requiere un mínimo del 33% para disfrutar de la gran mayoría de ayudas y prestaciones que existen por discapacidad. Entre ellas, las que te proporciona un buen seguro de vida, son un complemento económico determinante para cubrir las necesidades de una situación como ésta.

Los grados de discapacidad están clasificados en la Ley (RD. 1971/1999 de 23 de diciembre), según el nivel de dificultad para la realización de Actividades de la Vida Diaria (AVD), en orden ascendente, de leve a grave:

  • Grado I. Minusvalía nula.
    Existen signos de discapacidad leves que no suponen ningún impedimento para realizar las AVD. Es importante señalar que los problemas mentales siempre se contemplan como grados de minusvalía superiores ya que, en cualquier caso, conllevan cierto nivel de dificultad, por muy leves que sean. El porcentaje de discapacidad que se atribuye en este caso es del 0%.
  • Grado II. Minusvalía leve.
    Los síntomas de la persona discapacitada se reflejan en la dificultad para ejercer las AVD, pero puede desarrollar sin dificultad prácticamente todas. Es fácil pensar en enfermedades que suponen limitaciones físicas como la artrosis para encajarlas en este grado. Las enfermedades mentales como la depresión también pueden reconocerse como minusvalías leves o incluso de un grado superior, dependiendo de su gravedad. El porcentaje que se reconoce varía entre el 1 y el 24%.
  • Grado III. Minusvalía moderada.
    Cuando la discapacidad es moderada, la persona afectada no es capaz de realizar algunas de las AVD o presenta una disminución importante de su capacidad para desempeñarlas. Sin embargo, la persona es totalmente independiente en las tareas de cuidado personal. Este grado puede asociarse con facilidad a personas que padecen enfermedades degenerativas como el parkinson o la esclerosis múltiple. Sin embargo, también podemos hablar de otras que aparentemente no son limitantes como la endometriosis, una enfermedad que sufren muchas mujeres en silencio y que puede suponer una discapacidad de hasta el 38%, según se ha reconocido incluso en sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Aragón. El porcentaje asociado al grado III de discapacidad se encuentra entre el 25% y el 49%.
  • Grado IV. Minusvalía grave.
    Tener el grado IV de discapacidad conlleva la imposibilidad de realizar la mayoría de las AVD o presentar una disminución importante de la capacidad para desarrollar un buen número de ellas, entre las que se pueden encontrar las tareas de autocuidado. El Alzheimer, por ejemplo, es una enfermedad que degenera con frecuencia a este grado de discapacidad. El porcentaje que se reconoce para este grado de minusvalía oscila entre el 50% y el 70%.
  • Grado V. Minusvalía muy grave.
    Una persona con grado V de discapacidad es incapaz de realizar las AVD y depende de otras para poder desarrollarlas. Es decir, se trata del grado de dependencia más alto que existe. Es importante recordar que no solo las enfermedades son responsables de minusvalías, también los accidentes pueden ser la causa, especialmente cuando se trata de personas jóvenes envueltas en accidentes de tipo automovilístico. El porcentaje atribuido para el grado V de minusvalía siempre es superior al 75%.

Baremos y beneficios fiscales

¿Qué ventajas te puede aportar que te reconozcan oficialmente una minusvalía? Solicitar los grados de discapacidad te servirá para recibir los beneficios que te corresponden. Es importante destacar que los beneficios en cada nivel de discapacidad, son acumulativos en grados superiores.

Beneficios por minusvalía del 75% o superior

Si además eres mayor de 18 años, no estás trabajando, no estás en ningún centro y eres español o con residencia legal en España, tienes derecho a recibir el subsidio por Ayuda de Tercera Persona. Una minusvalía igual o superior al 75% supone obtener un mínimo de 15 puntos, teniendo en cuenta el baremo por grado de minusvalía de la siguiente tabla, donde figuran los puntos que debes sumar por cada requisito:

Confinado en cama 5
Confinado en silla de ruedas 4
Anda, pero no puede ponerse en pie o sentarse sin ayuda 3
Anda, pero necesita que le guíen o ayuda de otra persona 2

Además, las personas con un 75% de discapacidad y que tengan 15 puntos o más en el baremo anterior, se benefician con un incremento del 50% de la prestación económica por invalidez.

Beneficios por minusvalía del 65% o superior

  • Prestación económica por invalidez
  • Reducción de la cuota de instalación telefónica.

Beneficios por discapacidad de 33% o superior

  • Asistencia sanitaria y farmacéutica
  • Rehabilitación
  • Prestación económica con hijo a cargo menor de 18 años.
  • Garantía del 65% de ingresos mínimos y del 75% de ayuda de tercera persona.
  • Subsidio de movilidad y/o compensación de gastos de transporte
  • Beneficios fiscales por minusvalía: como la desgravación de la renta familiar por conceptos varios, el IRPF reducido para trabajadores con discapacidad, las deducciones por compra de vivienda y los beneficios en la fiscalidad de planes de pensiones.

Además de estas ventajas, las personas con una discapacidad reconocida del 33% o más tienen reducciones o exenciones en multitud de tasas e impuestos, como, por ejemplo, en el de sucesiones y donaciones o en la aplicación del IVA. Además, pueden beneficiarse de tratamientos especiales en cuestiones que tienen que ver con el acceso a la vivienda, la educación, el empleo, centros específicos, el transporte y otras ayudas como la reducción de precios en piscinas municipales.

Cómo tratar los casos de minusvalía

Es fundamental que la persona discapacitada tenga acceso a los recursos materiales y humanos necesarios para el desarrollo de las tareas diarias. Además, recibir el apoyo emocional de familiares y amigos es vital para llevar una vida plena especialmente en casos de minusvalía. Y, según el tipo de minusvalía y la capacidad psicológica de la persona, puede requerir el apoyo de un profesional que le guíe para afrontar la situación de la mejor manera posible.

¿Eres el cuidador de una persona con discapacidad? Tu papel juega un papel clave y nunca deberías descuidar tus necesidades materiales ni tu estado emocional. No dudes en solicitar el apoyo preciso.

Tabla de grados de minusvalía

Llegados a este punto, los grados de minusvalía y sus aspectos más relevantes pueden resumirse en la siguiente tabla:

Grado minusvalía Porcentaje Ayudas y prestaciones
Grado I. Minusvalía nula 0% No
Grado II. Minusvalía leve 1-24% No
Grado III. Minusvalía moderada 25-49% Asistencia sanitaria, rehabilitación, prestación económica por hijos menores, garantía del 65% de ingresos mínimos, garantía del 75% de ayuda de tercera persona, subsidio de movilidad y compensación de gastos de transporte, beneficios fiscales por minusvalía y otros beneficios como empleo, vivienda y descuentos.
Grado IV. Minusvalía grave 50-70% Además de las anteriores, a partir del 65%, prestación económica por invalidez y reducción de la cuota de instalación telefónica.
Grado V. Minusvalía muy grave Superior al 75% Además de las anteriores, subsidio por ayuda de tercera persona.

Conclusiones

La Ley reconoce cinco grados de minusvalía dependiendo del nivel de dificultad de la persona afectada para realizar las actividades de la vida diaria. Existen ciertas ayudas y prestaciones de las que puedes beneficiarte a partir del 33% de minusvalía, lo cual deja fuera a los grados de discapacidad considerados como nulo y leve, así como a algunas personas de grado moderado.

Por tanto, las ayudas y prestaciones públicas pueden ser insuficientes en determinadas ocasiones, poniendo en evidencia la necesidad de un complemento económico como el que puedes obtener a través de un seguro de vida, que garantice el acceso a los recursos que se precisan en una situación de minusvalía.

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